Es el debate de numerosos analistas, los mismos que advierten del frenazo más que evidente de la actividad y remarcan el temor a una recaída, a una vuelta de la recesión.
Hace apenas un mes, el nobel de Economía Paul Krugman aseguraba estar "ahora, me temo, en las primeras etapas de una tercera depresión. Probablemente se parecerá más a una depresión larga que a una depresión mucho más severa".
Días más tarde, apuntan las páginas sepia de El País, el Instituto estadounidense de investigación del ciclo económico anunciaba que su indicador adelantado de la actividad se encontraba en el nivel más bajo del último año y su registro actual (-10,5%) en el pasado siempre ha anticipado la recesión.
Rubrica el rotativo del Grupo Prisa que la mayoría de los analistas apuesta por ahora porque se producirá una fuerte desaceleración del crecimiento, lo que ha llevado a una rebaja general de las previsiones de crecimiento en la sefunda mitad de año".
"En el mejor de los casos, afrontamos un periodo de crecimiento anémico", valora Nouriel Roubini, el gurú que anticipó la crisis financiera, destaca El País.
También la Reserva Federal de Estados Unidos ha rebajado sus previsiones y aunque "efectivamente los mercados se están comportando como si hubiéramos vuelto a una fase de recesión -aunque creemos que estos temores son exagerados-, la pérdida de impulso económico hará difícil cambiar esa percepción a corto plazo", señala Keith Wade, economista jefe de Schroders.
Indicadores que hablan
Y es que los indicadores cantan. Por ejemplo, el Índice Báltico, el mismo que mide el coste del transporte marítimo del mercancías y sirve para comprobar la salud del comercio mundial, se encuentra en su nivel más bajo desde enero de 2009.
Los encargos de la industria, medidos por el índice de gestores de compras, han cambiado su tendencia al alza tanto en las economías desarrolladas como en las emergentes.
Por otro lado, los préstamos al sector privado, siguen sin remontar y la desconfianza entre las entidades ha obligado a los bancos centrales a seguir inyectando liquidez en el sistema.