Economía

Lula asegura que la integración energética suramericana exige nuevos diálogos

Río de Janeiro, 21 jun (EFECOM).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró su confianza en que Suramérica alcanzará su integración energética, pero admitió que ese proceso exige de nuevas conversaciones.

El líder socialista brasileño, en una entrevista publicada hoy por el diario económico Valor, negó que las disputas entre algunos países de la región por recursos energéticos (entre Bolivia y Chile y entre Bolivia y Brasil, por ejemplo) y las crisis de abastecimiento en otros países amenacen el proceso integrador.

Según Lula, la estrategia de integrar la infraestructura energética de Suramérica "no" desapareció pero "va a exigir apenas una nueva conversación; una nueva reunión" (de presidentes).

"Sigo con mi cabeza volteada hacia la integración de América del Sur. El potencial de hidroeléctricas a ser construidas de Suramérica equivale a 564.000 megavatios y eso equivale a aproximadamente 1,4 billones de barriles de petróleo con la ventaja de ser energía limpia, renovable", aseguró.

"Lo que es necesario recordar es que hace diez o veinte años los países de Suramérica no conversaban entre sí. Bolivia consideraba a Brasil como el imperialista del continente", aseguró.

El jefe de Estado dijo que Brasil, por ser el mayor país de la región, paga el precio de esa responsabilidad y agregó que es necesario construir una relación de confianza entre los Estados de la región y no apenas entre personas.

Es necesario "establecer políticas que puedan mostrar que Brasil, por ser la mayor economía, tiene que ser más generoso con los otros (países)", afirmó.

Sobre la dependencia brasileña del gas natural boliviano y los planes del país para importar gas natural licuado de otros países, afirmó que un país del tamaño de Brasil que quiere crecer de forma sostenida por varios años no puede depender de una única fuente abastecedora de gas.

"Brasil no puede quedarse en el sofoco dependiendo de alguien. Pero vamos a continuar comprando gas de Bolivia", afirmó al indicar que, además de buscar otros abastecedores, orientará a la petrolera Petrobras para que invierta en la búsqueda de nuevos yacimientos.

El mandatario aseguró que las empresas brasileñas tienen una gran competitividad internacional y que aún no han agotado las posibilidades de intercambio con los países en desarrollo.

Aseguró que, antes de la creación del Grupo de los Veinte (G-20, países en desarrollo que luchan contra los subsidios en los países ricos), los países pobres tan sólo pensaban en los mercados de Estados Unidos y de Europa.

"No habíamos madurado el poder de intercambio entre nosotros. O es que acaso ¿ya agotamos nuestro potencial en el Mercosur, en Suramérica, en África, en Oriente Medio o con China e India?", se preguntó.

"En unos 30 años el continente africano estará con 1.300 millones de habitantes. Si 30 por ciento de ellos son consumidores promedio, imaginen el potencial que Brasil tiene en ese mercado", agregó.

Lula defendió su decisión de concederle a China el estatus de economía de mercado pese a que el país ha comenzado a ser invadido por productos chinos y aclaró que la intención de tal estrategia es obligar al gigante asiático a competir en igualdad de condiciones.

"No podemos tener un gigante como China trabajando por los lados, por la lateral. La solución es considerar a China economía de mercado y llevarla dentro de la Organización Mundial del Comercio, para que tenga que cumplir las mismas reglas que nosotros", dijo.

"Imaginen a China y a India sueltas en el mundo, con 2.000 millones de habitantes y nadie para atajarlas. No sirve de nada que reclamemos de los productos chinos y de China, tenemos que traerla a la legalidad comercial del mundo", agregó.

En la entrevista Lula dijo que Brasil mantendrá la política de libre flotación del cambio pese a la fuerte caída del dólar que preocupa a los exportadores, y dijo que el país alcanzó esta semana reservas internacionales por 140.000 millones de dólares, que pueden llegar a 200.000 millones de dólares al final del año.

"Obviamente necesitamos preocuparnos con el cambio, pero no vamos a hacer una locura. Vamos a intentar hacer las correcciones necesarias y que sean posibles para mantenerlo en el actual nivel o un poco encima. Por eso compramos muchos dólares", afirmó. EFECOM

cm/jlm

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