Tras la segunda intervención a una entidad financiera por parte del Banco de España -la primera fue la de CCM-, cabe preguntarse, ¿quién pagará el error de Caja Sur que deja un agujero inmobiliario y de morosidad de 2.000 millones de euros? Hoy ya hay quien sentencia que la desconfianza de la Iglesia y los aspectos laborales dieron al traste con la fusión.
La noticia de la intervención de la cordobesa Caja Sur llega en una semana plagada de noticias negativas para Zapatero y para el futuro del euro.
En efecto, las consecuencias que la intervención de CajaSur pueda tener en la economía española no son comparables con el derrumbe de las principales entidades estadounidenses. Tanto es así, que CajaSur, señala este sábado El País, apenas supone el 0,6% de los activos del sector financiero español.
Más problemas para la deuda español
Sin embargo la noticia no es más que una suerte de efecto dominó, que no por extremadamente negativo, deja de ser esperado como muchos agoreros vaticinaban a las puertas de la explosión de la burbuja inmobiliaria.
A día de hoy, el diario del Grupo Prisa advierte nubarrones inmediatos y apunta a lo previsible que es que la próxima semana aumenten los problemas para la deuda española. "Por eso, la decisión de los sacerdotes-consejeros de pedir la intervención del Banco de España es de una irresponsabilidad mayúscula", destaca.
¿Zapatero y Rajoy no atisbaron en su reunión lo iba a pasar?
La caja cordobesa ha quedado al margen de los acuerdos entre el presidente Zapatero y Mariano Rajoy sobre el sistema financiero. En aquella reunión ambos líderes convinieron que PP y PSOE colaborarían para acelerar las fusiones, pero "Cajasur no es de este mundo", matiza El País. "La situación de la entidad, prácticamente en bancarrota, pone de manifiesto el anacronismo que supone que la Iglesia controle una entidad de ahorro con 19.000 millones en activos y 14.500 millones en depósitos".