Washington, 20 abr (EFECOM).- El Consejo Ejecutivo del Banco Mundial pidió hoy a un grupo especial de trabajo que investigue "de forma inmediata" varios asuntos que necesitan clarificación adicional en el escándalo de favoritismo que rodea al presidente del organismo.
El ex número dos del Pentágono, Paul Wolfowitz, reconoció la semana pasada haber decidido personalmente un ascenso y promoción salarial para su compañera sentimental, Shaha Ali Riza, funcionaria del Banco Mundial (BM).
La Asociación de Empleados sostiene que el incremento es más del doble de lo que fijan las normas del BM y ha pedido la dimisión de Wolfowitz, petición a la que el miércoles se sumó Graeme Wheeler, uno de los dos directores gerentes del BM, el cargo más alto en el Banco después del propio Wolfowitz.
Roberto Dañino, ex primer ministro peruano y ex asesor legal del Banco, asegura en una entrevista con la revista peruana "Caretas" que Wolfowitz lo alejó del caso Riza después de que dijese que las propuestas del presidente no se ajustaban a los principios del BM.
Dañino dimitió en septiembre del 2005.
"Los directores ejecutivos alcanzaron un acuerdo sobre un proceso para lidiar con la situación de forma urgente, eficaz y ordenada", afirmó el Consejo Ejecutivo en un comunicado enviado durante la madrugada del viernes.
El órgano directivo añadió que tras evaluar el informe divulgado el pasado 11 de abril por el grupo de trabajo especial que se ha creado dentro del Consejo Ejecutivo para analizar el caso, identificaron "una serie de asuntos que necesitan mayor consideración".
El Consejo Ejecutivo, integrado por 24 directores que representan a los 185 miembros del Banco, pidió al grupo que "considere inmediatamente los arreglos que se hicieron para el traslado del miembro del personal asociado con el presidente".
El comunicado, redactado en un lenguaje muy burocrático, señala que una vez finalizado su análisis, el grupo de trabajo hará recomendaciones al Consejo Ejecutivo para que proceda en el asunto.
El órgano directivo mantuvo el jueves una reunión maratoniana que se prolongó hasta bien entrada la noche y en la que no consiguió llegar a una conclusión definitiva.
El encuentro se produjo en medio de una gran división en el seno del Consejo.
Estados Unidos, Japón, Canadá y varios países africanos han expresado su apoyo a un debilitado Wolfowitz.
Europa, con Reino Unido, Alemania y Holanda a la cabeza, han manifestado su temor a que la controversia provoque un daño irreparable a la credibilidad del Banco.
La pelota, de todos modos, está en el tejado estadounidense, el principal accionista del Banco con un 16,4 por ciento de los votos en el Consejo, seguido por Japón con el 7,9 por ciento.
Para que se apruebe una decisión importante, es necesaria una mayoría del 85 por ciento, lo que deja a Estados Unidos con suficientes votos para bloquear cualquier medida de peso.
EEUU, Japón, Alemania, Reino Unido y Francia son los únicos que cuentan con una silla en el Consejo. Los otros 19 directores representan a bloques de países de los 185 estados miembros.
La Casa Blanca volvió a manifestar el jueves su respaldo a Wolfowitz quien, según distintas fuentes, ha ofrecido mejorar el equipo de gestión y suavizar su estilo de liderazgo en un intento por mantener su trabajo. EFECOM
tb/mla/jj