Economía

La pelea legal por el embargo no detiene los negocios entre Cuba y EEUU

La Habana, 29 mar (EFECOM).- Pese a la pelea legal que se desarrolla en el Congreso de EEUU sobre el embargo económico contra Cuba, los negocios continúan a ambos lados del Estrecho de Florida, con acuerdos como los suscritos esta semana en La Habana para la venta de productos agropecuarios a la isla.

Una delegación de ganaderos estadounidenses explora oportunidades de negocio en la Feria Agropecuaria que se concluirá el domingo en La Habana y que coincide con la visita del gobernador de Nebraska, Dave Heineman, que encabezó el martes la firma de un contrato para la venta de 17,7 millones de dólares en trigo y cerdo a Cuba.

Mientras empresarios estadounidenses y funcionarios cubanos firman acuerdos comerciales, partidarios y detractores del embargo comercial que pesa sobre la isla desde hace casi 50 años mantienen una batalla legal en el Congreso de EEUU.

El Congreso estudia dos proyectos de ley para eliminar las restricciones de viajes a Cuba y facilitar la venta de alimentos, impulsados por algunos de los legisladores que visitaron la isla en diciembre pasado, en la mayor delegación de congresistas que ha viajado al país desde el triunfo de la revolución, en 1959.

Paralelamente, a la oposición de ciertos sectores a reducir la presión del embargo se ha sumado una propuesta para introducir nuevas sanciones a compañías que trabajen con Cuba en la exploración de petróleo en su Zona Económica Exclusiva en el Golfo de México.

Más allá de la polémica, Cuba reconoce que Estados Unidos es hoy por hoy uno de sus "principales suministradores de alimentos", y prueba de ello es que las operaciones durante 2006, según Pedro Álvarez, presidente de la importadora estatal Alimport, superaron los 560 millones de dólares.

Los negocios entre empresarios estadounidenses y el gobierno cubano suman ya 2.200 millones de dólares desde diciembre de 2001, cuando el entonces presidente Bill Clinton abrió la posibilidad de vender productos agropecuarios a la isla.

Según Pedro Álvarez, el intercambio bilateral podría alcanzar los 21.000 millones de dólares durante los cinco años siguientes a una eventual eliminación del embargo.

Para el ganadero floridano John Parke Wright, que participa en la Feria Agropecuaria, la solución no pasa por la política sino por lo que se pueda hacer en el terreno de los negocios.

"Necesitamos comerciantes líderes abriendo relaciones comerciales que son legales", dijo a Efe Parke, amigo personal de la familia Castro.

El gobierno cubano no dejó pasar la oportunidad la semana pasada, durante el Congreso Petrogas 2007, de hacerle un guiño a las petroleras estadounidenses e invitarlas a participar en un negocio costoso como es el de la prospección en aguas de profundidad, pero que en caso de resultar exitoso repartiría cuantiosos beneficios.

La ministra de la Industria Básica, Yadira García, señaló que "sería un buen momento" para que las empresas de EEUU se incorporaran al proyecto, y recordó que "muchas compañías" de ese país conocen "perfectamente" los estudios realizados en la isla y la actividad petrolera cubana.

Más allá de los beneficios directos para las petroleras, empresarios como Rubén Bonilla, presidente del puerto de Corpus Christi, en Texas, el primero en comerciar con la isla y uno de los de mayor actividad petroquímica en el golfo de México, saben que ese negocio puede acarrear dividendos a compañías como la que dirige.

Bonilla, que estuvo también esta semana en La Habana, aprovechó la oportunidad para anunciar que había enviado una carta a los 24 puertos estadounidenses de la zona para pedir la eliminación del embargo.

La congresista por Florida Ileana Ros-Lehtinen, de origen cubano, presentó un proyecto de ley el lunes para desincentivar a las petroleras que han puesto sus ojos en Cuba y sus posibles reservas de crudo. EFECOM

jlp/mar/hma

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