
Una de las cosas que llamó la atención este viernes fue la complacencia con la que el presidente de la patronal de empresarios acogió la reforma laboral de Zapatero impresa en 13 folios. Díaz Ferrán manifestó: "Va en la buena dirección".
Paradójicamente, las líneas presentadas por el Gobierno no coinciden con las principales reivindicaciones expresadas por la CEOE, subraya este domingo La Gaceta.
Entre tanto, el próximo 13 de febrero se cumplirán 3 años desde que Díaz Ferrán ganó las elecciones para presidir la CEOE, tras la salida de José María Cuevas.
Meses antes de que el anterior líder de la patronal anunciara su relevo, cambió los estatutos, de modo que los vicepresidentes y no una asamblea general eligiera al presidente. De modo que la directiva de Cuevas fue la que eligió a Díaz Ferrán. Pero la figura de Díaz suponía destaca La Gaceta, una ruptura con el modelo anterior. Cuevas había sido el representante sin empresa, mientras que Díaz Ferrán era un empresario activo con el grupo Marsans a la cabeza.
No en vano, desde su llegada, el nuevo presidente ha aumentado el número de vicepresidentes a 21, con el objetivo de hacer partícipe a más territorios y sectores en las altas esferas de la CEOE.
Primer desafío
El mayor logro de Díaz Ferrán es haber conseguido el apoyo mayoritario de los empresarios, al menos de quienes tienen voz y voto en la patronal. Otro de los logros pasó por sacar de la patronal a la mano derechas de Cuevas, Juan Jiménez Aguilar, por falta de confianza. Esa fue la decisión, apunta el diario de Intereconomía, la que abrió la caja de los truenos en la CEOE. "Los amigos de Jiménez Aguilar elevaron la voz, con Jesús Bárcenas presidente de Cepyme a la cabeza. Así, Díaz Ferrán se vio obligado a modificar los estatutos de la patronal para poder convocar elecciones anticipadas.
Tras su victoria, las dudas sobre su legilimitidad se desipaban, una credibilidad que creció cuando la CEOE se plantó en julio al Gobierno y a los sindicatos ante sus exigencias.
El peor de los tragos estaba por llegar. Y nada tenía que ver con su cargo. Las deudas contraídas con Air Comet, de su propiedad, precipitaban el cierre de la aerolínea el pasado mes de diciembre dejando en la calle a más de 600 personas.
Sea como fuera, Díaz Ferrán sigue al frente de la CEOE, porque él quiere y, sobre todo, porque tiene apoyos de su Junta. Tanto es así, que se piensa que en caso de abandono del cargo, siempre confiaría su responsabilidad en una persona de su confianza.
Y aunque el empresario no contempla dimisiones, de momento, algunos de sus "potenciales sucesores" están al acecho. Torres más altas han caído, reza el dicho. A lo mejor, algunos ya han tomados posiciones para recoger el testigo.