Economía

Brasil y Estados Unidos firman un acuerdo de cooperación para producir bioetanol

Caretas de Bush y Lula en una manifestación ecologista en la capital de Brasil. Foto: Archivo
George W. Bush y Lula da Silva han sellado un pacto de colaboración tecnológica para producir bioetanol, el combustible ecológico de origen vegetal llamado a suistituir al crudo en un futuro no muy lejano.

En una declaración conjunta en un centro de transporte de combustible en las afueras de Sao Paulo, ambos dirigentes han afirmado que el acuerdo es "ambicioso" y contribuirá a "descontaminar" la Tierra. "Cualquier cosa que podamos hacer para reducir las emisiones será algo ganado", dijo Lula da Silva.

El presidente de Brasil, primer país en producción y consumo de bioetanol, también ha asegurado que se trabajará en sistemas a partir de los cuales se pueda obtener el combustible "sin afectar al suministro de alimentos o sin dañar a los bosques tropicales", en respuesta a los temores expuestos por grupos ecologistas que se manifestaron en la capital.

Independizarse del petróleo

Bush, de gira por Latinoamérica, ha hecho hincapié en la necesidad de diversificar el suministro de este tipo de fuentes de energía. "Cuando se es dependiente del petróleo, tienes un problema de seguridad nacional, porque dependes de las decisiones de otros países", ha subrayado el mandatario.

En opinión del presidente estadounidense, de gira por Latinoamércia, el acuerdo conviene a sus "intereses económicos", ya que les permite defenderse mejor de las fluctuaciones del mercado. "En un mundo globalizado, si aumenta la demanda en China o india, sube el precio del petróleo", ha explicado Bush, que se ha expresado su intención de conseguir mantener el combustible "a precios moderados".

Las cláusulas

El acuerdo permite la coordinación de Brasil y EEUU para establecer estándares internacionales para los biocombustibles a fin de eliminar las trabas para comercialización en los mercados. Además, ambos países desarrollarán programas para fomentar la producción en países de Centroamérica y el Caribe, como solución para cubrir la creciente demanda mundial.

Lo que no se contempla es la reducción de los aranceles impuestos por Washington al etanol importado de Brasil que pretendía Lula. Dichas cargas fiscales ascienden a 54 centavos de dólar por galón, además de una tasa del 2,5 por ciento.

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