Economía

El bioetanol, ¿la energía renovable definitiva?

El maíz se cotiza a 400 dólares en el CBOT. Foto: Archivo
En Estados Unidos el bioetanol está en alza. La demanda récord de este combustible ecológico está desbordando todas las previsiones. La parte positiva es que podría suponer una progresiva liberación de la dependencia del crudo. La disyuntiva que se plantea es complicada: energía o comida.

Algunas de las múltiples materias primas a partir de las que se produce el bioetanol son de origen vegetal. Los más comunes son el maíz, empleado en EEUU, o la caña de azúcar, utilizado en Brasil. Ambos tienen en común la cualidad de ser renovables, a diferencia del petróleo, que tiene una vida limitada.

Por este motivo, en plataformas como la Asociación de Combustibles Renovables (RFA en sus siglas en inglés) se presenta como el sustituto perfecto de la gasolina. Pero no sólo la RFA defiende el bioetanol. Países como Brasil o Estados Unidos, primer y segundo exportador de este combustible respectivamente, tienen muchas esperanzas puestas en él.

Un combustible con futuro

Sin ir más lejos, hace un par de semanas el presidente estadounidense George W. Bush afirmó en el discurso anual sobre el Estado de la Nación que pretende reducir el uso de gasolina “en 20 por ciento en los próximos 10 años”, en un intento de poner freno a la dependencia de las importaciones de petróleo de Oriente Medio.

Para ello, el líder estadounidense fomentará el desarrollo de los recursos sostenibes y las nuevas tecnologías.

Sin embargo, en este punto surge una duda: ¿qué cantidad de tierras habría que labrar para suplir las inmensas cantidades de combustible que consume EEUU?

Cultivos insuficientes

Según un estudio realizado por la Universidad de Minnesota, dedicando toda la superficie cultivada de maíz actual no se podría cubrir más del 12 por ciento del consumo de gasolina estadounidense. Un dato muy poco alentador, sobre todo teniendo en cuenta que, según el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA), la próxima cosecha de maíz no va a ser nada buena.

Este órgano ha previsto que para agosto las reservas de maíz del país se sitúen en 752 millones de galones, el menor nivel desde 1996. Si EEUU, que representa el 40 por ciento de la producción y el 70 por ciento de las exportaciones mundiales de grano, produce menos maíz que otros años y además emplea más cantidad de éste para fabricar biocombustible, ¿qué pasa con la comida?.

El inconveniente: precios más altos

La empresa Tyson Corp., la mayor procesadora de carne de EEUU, ya alertó de los riesgos que podía entrañar el aumento de la demanda de bioetanol, al que actualmente se dedica el 20 por ciento de la producción estadounidense - frente al 6 por ciento del año 2000 -.

La cantidad de grano dedicada a otros usos, como la fabricación de alimento para animales, es menor. Como consecuencia, están comenzando a subir los precios finales al consumidor de carnes porcinas y pollo, de harina o incluso de bebidas gaseosas, que en su composición incluyen un derivado del maíz.

Subida meteórica

Mientras tanto, el mercado se anima. En el CBOT, el mayor mercado de futuros agrícolas del mundo, el precio del maíz se cotiza a más de 400 dólares. La ascensión de este valor en sólo un año ha sido meteórica, incrementándose en un 83,8 por ciento en los últimos doce meses.

La paradoja: una reacción positiva, causada por un aumento de demanda que, contra lo esperable, podría perjudicar a la industria. En un escenario repentinamente desfavorable, con el crudo más barato y el maíz más caro, el bioetanol ya no es tan atractivo. Con todo esto, la previsión de la RFA para 2012 es de 7.500 millones de galones de este combustible, frente a los 4.000 millones producidos en 2006. ¿Se cumplirá?

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