El Gobierno británico presiona actualmente a los grandes bancos de inversiones como Goldman Sachs y Deutsche Bank para que aporten decenas de millones de libras a una nueva iniciativa, destinada a conceder créditos a la pequeña empresa.
El ministro de Hacienda, Alistair Darling, y el de Empresa, Peter Mandelson, se reunieron con directivos de la gran banca para tratar de la participación del sector financiero en ese nuevo mecanismo, informa hoy el diario Financial Times. En la reunión participaron también otros grandes bancos como JPMorgan Chase, UBS, Credit Suisse y BNP Paribas.
Compromiso financiero
Según las fuentes citadas por el periódico, los ministros laboristas pidieron a cada uno de los bancos una contribución de entre 25 y 35 millones de libras (27,5 a 38,5 millones de euros) a una nueva "corporación nacional de inversiones" que ofrecería préstamos a la pequeña empresa.
El Gobierno ha presionado también a los bancos británicos, entre ellos HSBC, Barclays y Standard Chartered, para que acepten participar en esa iniciativa aunque con un compromiso financiero aún mayor.
El Royal Bank of Scotland, en el que el Gobierno tiene ya una participación del 84%, ha destinado ya 100 millones de libras (unos 110 millones de euros) a ese nuevo fondo.
¿Habrá 'superimpuesto'?
Fuentes próximas a las negociaciones entre el Gobierno y los bancos las calificaron de "constructivas" aunque los ejecutivos reaccionaron al parecer airados a la noticia según la cual el ministro de Finanzas proyecta anunciar mañana un superimpuesto a las primas de los banqueros.
Aunque todavía no se conocen detalles de la propuesta de Darling, se cree que el impuesto se aplicaría este año con carácter excepcional y no sólo a los bancos británicos sino también a todos los que operan en territorio del Reino Unido.
Según el Financial Times, el ministro de Finanzas no ha decidido aún si tal impuesto se aplicaría de modo conjunto a las primas que paga un banco a sus empleados o a cada uno de estos de forma individual.