Desde la Asociación Hotelera de la Playa de Palma se contempla con buenos ojos al actual director general de Promoción Turística, Joan Sastre, que suena como futuro conseller de Turismo en sustitución del dimisionario Miquel Nadal, al considerar que se trata de alguien que ya lleva más de dos años en el departamento autonómico y, por lo tanto, conoce su funcionamiento interno y podría dar el "impulso definitivo" al proyecto de rehabilitación integral de esa zona.
PALMA DE MALLORCA, 4 (EUROPA PRESS)
Desde la Asociación Hotelera de la Playa de Palma se contempla con buenos ojos al actual director general de Promoción Turística, Joan Sastre, que suena como futuro conseller de Turismo en sustitución del dimisionario Miquel Nadal, al considerar que se trata de alguien que ya lleva más de dos años en el departamento autonómico y, por lo tanto, conoce su funcionamiento interno y podría dar el "impulso definitivo" al proyecto de rehabilitación integral de esa zona.
Así lo manifestó hoy, en declaraciones a Europa Press, el presidente de esa patronal zona, Francisco Marín, quien entiende que "sería la mejor solución para este año y medio que queda de legislatura", aunque admitió que se trata de una opinión "personal", puesto que no ha tenido tiempo de consultarlo con el resto de asociados y, por otra parte, descartó que "nos vayan a hacer caso".
Entre las principales ventajas que ve Marín en Sastre, quien anteriormente fue alcalde de Porreres (Mallorca), destacan la labor realizada desde que comenzó el Govern del pacto y la circunstancia de que es miembro de Unió Mallorquina (UM), partido sobre el que recayó la gestión del área autonómica de Turismo, que, desde 2007, ha conocido ya a dos responsables, Francesc Buils y Miquel Nadal.
A su vez, el conseller de Turismo es también presidente del Consorcio para la Rehabilitación Integral de la Playa de Palma, y, según Marín, "en principio", la próxima persona que detente un cargo, también lo hará con el otro, al estar ambas gestiones "ligadas" entre sí de forma indivisible.
Sin embargo, con la salida de Nadal, ese órgano, en el que participan, además de la iniciativa privada, la Secretaría de Estado de Turismo, el Govern, el Consell de Mallorca y los ayuntamientos de Palma y Llucmajor, queda sin una cabeza visible, aunque se mantendrá en funcionamiento porque cuenta con una gerente, la también ex consellera Margarita Nájera. Representantes de todas esas entidades se dan cita cada dos meses para analizar el avance de ese ambicioso proyecto transformador.
Por el momento, Francisco Marín se resigna y recuerda que "no hacemos otra cosa que esperar", en este momento, a que se presente el proyecto definitivo de la rehabilitación integral del veterano núcleo turístico. Una dinámica que se complica ahora con el súbito cambio en la presidencia del consorcio, que, por otra parte, no extraña al hotelero, quien considera que "hemos llegado a un punto que no se debería haber llegado nunca", en cuanto a la situación política balear.
