
La economía de Estados Unidos estuvo al borde del "abismo" a principios de año pero ha logrado progresos "sustanciales" que han dejado atrás lo peor, ha considerado el principal asesor económico de la Casa Blanca, Lawrence Summers.
Summers, director del Consejo Económico Nacional, no escatimó palabras para describir lo mal que se encontró la economía el Gobierno de Barack Obama en enero, mientras que ahora las cosas van a mejor y se prevé que el país vuelva a crecer este año.
El economista, que hizo balance de los primeros seis meses de mandato de Obama en un discurso en el Instituto Peterson de Economía Internacional, apuntó como pruebas de optimismo la mejora en las expectativas de los empresarios y la caída de las primas de riesgo.
Al mismo tiempo, el desempleo sigue su escalada: ya se encuentra en el 9,5% y la Reserva Federal prevé que supere el 10% este año.
Las dudas sobre el plan de estímulo
Los republicanos han visto esa subida como evidencia de que el programa de estímulo económico del Gobierno no ha funcionado, pero Summers replicó hoy que el impacto total de las medidas se sentirá sólo a finales del 2010.
Aún así, reconoció que la tasa es "mucho" mayor que la prevista, lo que achacó principalmente a la ola de despidos en el sector financiero.
Otro área preocupante es el sector inmobiliario, puesto que 1,5 millones de propietarios de vivienda recibieron avisos de desahucio por falta de pago en los primeros seis meses del año.
En su discurso, Summers dijo que gracias a las medidas del Gobierno los bancos han iniciado la modificación de los términos de 160.000 hipotecas para que las letras sean más asequibles para personas con circunstancias muy difíciles.
Gastos de salud y reducir el déficit
Pero para Desmond Lachman, un experto del Instituto de Empresa de Estados Unidos, un centro independiente, es preciso hacer mucho más.
Lachman salió escéptico del Instituto Peterson tras el discurso de Summers porque a su juicio el asesor de Obama no explicó de forma convincente cómo controlará el Gobierno los gastos de salud y reducirá el déficit cuando la economía repunte.
No obstante, ese experto reconoció que la Casa Blanca "tiene razón al atribuirse el crédito" de sacar al país del borde del abismo. Y así lo hizo hoy Summers, quien afirmó que "la economía estaba en caída libre a principios de año, sin un límite aparente" de lo que mal que podía "llegar a estar".
"El miedo era generalizado y la confianza escasa", aseveró Summers, quien agregó que ahora "nos hemos apartado bastante del abismo".
Vuelta de la confianza
"La confianza y la esperanza están volviendo". "La economía estadounidense vuelve a progresar", subrayó.
Sin embargo, el economista, que fue secretario del Tesoro durante el Gobierno de Bill Clinton, alertó contra realizar "una declaración prematura de victoria y retirar las medidas de estímulo" económico.
Esas medidas han disparado la deuda del país, lo que ha causado inquietud entre sus acreedores, especialmente China, pero Summers destacó que "el mayor riesgo para los déficit futuros de Estados Unidos sería una contracción económica incontrolada".
Por ello, el ajuste del cinturón tendrá que esperar a que la economía resucite, a juicio del Gobierno.
Summers subrayó que la economía estadounidense que emerja de la crisis debe depender menos del consumo y del sector financiero, y más de la exportación y las energías renovables, aunque no precisó cómo se propiciará un cambio estructural de tamañas proporciones.
El funcionario reiteró el compromiso del Gobierno a favor del libre comercio y dijo que cuando se resuelvan los temas pendientes en los tratados comerciales con Colombia y Panamá "nos gustaría mucho que se completaran", con su aprobación en el Congreso.
Summers denunció también que algunos países "han tomado pasos atrás, en favor del nacionalismo económico", y dijo que su Gobierno acudirá a la Organización Mundial de Comercio (OMC) cuando haya violaciones de sus normas que perjudiquen a Estados Unidos.