
El proyecto de gasoducto "Nabucco" para suministrar gas a Europa desde la región del mar Caspio sin pasar por Rusiaha recibido hoy en Ankara un fuerte impulso con la firma de un acuerdo intergubernamental entre los países de tránsito.
Los jefes de gobiernos de Turquía, Austria, Bulgaria, Hungría y Rumanía han firmado el documento que establece el marco legal para la infraestructura, valorada en 8.000 millones de euros.
A la ceremonia han asistido también el primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, el presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, y el jefe de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso.
Tanto la Unión Europea (UE) como Estados Unidos han apoyado el proyecto para reducir la exposición del Viejo Continente a un corte de suministros desde Rusia, como sucedió en el pasado invierno.
La presidencia sueca de turno de la UE destacó hoy la importancia de la firma del acuerdo intergubernamental para impulsar el proyecto del gasoducto Nabucco, que considera un "paso concreto" para mejorar la seguridad energética de la Unión.
La presidencia felicitó a través de un comunicado a todas las partes implicadas en el proyecto, y destacó que "reforzar la seguridad del suministro de energía es un asunto de interés estratégico para toda la Unión Europea".
Más países interesados
Otros países interesados en el proyectado gasoducto, como Azerbaiyán, Siria y Egipto, también han estado presentes, al igual que Alemania, pues el grupo energético germano RWE es socio en el proyecto.
Nabucco permitiría satisfacer entre un cinco y un diez por ciento de la demanda de gas en Europa y supondrá una alternativa para los países que dependen al cien por cien del gas ruso.
El proyecto prevé que las obras comiencen en 2010 y concluyan en 2014, permitiendo transportar hasta 31.000 millones de metros cúbicos anuales desde la región del mar Caspio hasta Europa.
¿De dónde saldrá el gas?
Las disputas el pasado invierno entre Ucrania y Rusia sobre el gas, que dejó a una parte de Europa oriental sin suministros, subrayó la necesidad de este proyecto para buscar fuentes alternativas de energía.
"La firma (del acuerdo) mostrará que estamos decididos a convertir este gasoducto en realidad tan rápido como sea posible", recalcó Barroso en un comunicado antes de la reunión.
Aún queda por definir aspectos importantes como la procedencia del gas que fluya por "Nabucco", algo sobre lo que Azerbaiyán e Irak han mostrado interés como suministradores.
El temor principal es no encontrar el gas suficiente para rentabilizar la obra, ya que Rusia había firmado acuerdo con muchos países de la zona para el proyecto que lidera y que compite con Nabucco, el "South Stream".
Estudios recientes revelan que Turkmenistán es una fuente mucho más potente de lo que se creía ya que posee entre cuatro y 14 billones de metros cúbicos de gas y, tan sólo con un billón, Nabucco podría funcionar durante 30 años, según fuentes próximas a las negociaciones.
"La firma del acuerdo es importante porque de lo contrario -no importa que el South Stream se materialice al final o no- la ausencia de un acuerdo intergubernamental daría la impresión de que Nabucco nunca será una realidad", explicó el experto en energía turco Necdet Pamir sobre la importancia del proyecto.