
El precio de la vivienda no se relaja y, aunque en el mes de agosto se moderó, volvió a subir. En el mes en que se pone fin al verano el coste de la vivienda se incrementó un 0,4% en agosto con respecto al mes anterior, una subida que supone un 11,9% en tasa anual y que certifica un crecimiento del 8,9% por encima de la inflación, según estadística Tinsa IMIE General y Grandes Mercados.
Las capitales y grandes ciudades, cuyo precio descendió un 0,1%, y las áreas metropolitanas, cuyo precio se incrementó un 0,4%, moderaron en agosto la aceleración mensual de los precios vista en los meses anteriores.
La directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias, ha explicado que los precios residenciales han seguido creciendo en agosto por encima de la inflación en todas las zonas, a excepción de los municipios de interior, que se aproximan a ella.
Junto a la moderación observada en el último mes en los entornos urbanos, los territorios donde el precio de la vivienda se ha incrementado de forma más intensa entre julio y agosto son los más cercanos a la costa mediterránea, con un avance del 1,2% mensual, a las islas, donde ha crecido un 1,1%, y los municipios de interior, donde el precio se ha alzado un 1%.
Las capitales y grandes ciudades se mantienen, pese a la desaceleración de agosto, entre los grupos donde la vivienda más ha aumentado su precio en el último año, un 12,9%, solo por detrás de los territorios insulares -allí ha crecido un 16,5% interanual-.
El grupo "resto de municipios", con un 8,1% más, el único que crece por debajo del 10%. Si bien es cierto que se va acercando progresivamente a esta cifra. "Los visados de dirección de obra muestran una evolución positiva en la construcción durante la primera mitad del año, pero aún es temprano para que la adición de nuevas viviendas terminadas al parque residencial contribuya al alivio de los tensionamientos de precios motivados por la escasez de oferta", apunta Arias.
El Índice General muestra en agosto un incremento del 57,6% desde el mínimo registrado tras la crisis financiera e inmobiliaria, que sitúa el precio medio de la vivienda nueva y usada en España un 6,9% de debajo de los máximos de finales de 2007.
En términos nominales, las viviendas próximas a las islas son las únicas que están superando los niveles del boom inmobiliario (+19%), aunque, descontando el efecto de la inflación, se mantiene un 15% por debajo de los máximos de la burbuja en términos reales.
Por su parte, en las capitales y grandes ciudades los precios se acercan en términos nominales a sus máximos de la primera década de los 2000 (-2,2%).
En el extremo contrario, el precio medio de los municipios más pequeños del interior peninsular y de la costa atlántica es un 19% inferior a su máximo histórico.