
No hay verano sin sus verbenas y no hay verbena o fiesta sin sus fuegos artificiales, al menos es lo que tradicionalmente se ha conocido en Extremadura, las colecciones de fuegos artificiales siempre han sido el colofón a las festividades locales.
Este verano desde que Jaraíz de la Vera (Cáceres) suspendiera sus fuegos artificiales han sido muchos los municipios que han tomado la misma decisión en solidaridad con los municipios afectados por los graves incendios, sobre todo del norte de Cáceres. La última localidad en anunciar la suspensión ha sido Don Benito (Badajoz) y Montijo (Badajoz) también ha anunciado su aplazamiento.
Las consecuencias de los graves incendios han sido muchas y muy variadas, el sector pirotécnico es uno de ellos, así lo cuenta a elEconomista, el gerente de una de las pirotécnicas de Extremadura, José Antonio Castilla, quien ha denunciado que su pirotécnica "Virgen de Belén" sufrirá "un 60% de pérdidas a nivel anual por la suspensión de los fuegos artificiales", algo muy similar a otras empresas del sector.

"Yo soy el primero que nunca quemaría fuegos en zona de alto riesgo" esto es de "sentido común" afirma, pero recuerda que la situación ha mejorado y no existen fuegos activos en la región. "En verano siempre ha habido incendios y nosotros hemos podido trabajar con todas las medidas de seguridad que nos marca la ley".
Ante esta situación, las pirotecnias no son receptoras de ayudas por la pérdida de producción, como si lo han sido los establecimientos hoteleros que han visto canceladas sus reservas, por lo que piden "concienciación y ayudas" para salvar un año marcado por la incidencia de los incendios.
La pérdida de esta facturación afectará directamente a la economía de estas empresas, que en muchos lugares están asentadas en territorios rurales, "Virgen de Belén" cuenta con 7 empleados y tiene una facturación media anual de 300.000 euros, por lo que la pérdida de este verano será crítica para estas empresas.
La pirotecnia Virgen de Belén nació en el año 1991 en Puebla de Sancho Pérez y se han convertido en un referente nacional e internacional, de hecho ha sido la única pirotécnica extremeña que ha quemado fuegos artificiales en Las Fallas de Valencia durante más de 23 años, "la cuna de la pólvora", como afirma José Antonio Castilla, algo ilusionante porque allí están las mejores empresas del sector, por lo que durante estos años han podido conocer los mejores avances y condiciones del sector, su particular "estilo valenciano" los han llevado a trabajar en otras comunidades autónomas y en el resto de Europa, como en Italia y Portugal.

Castilla creció entre la pólvora, quizá eso le hizo crecer en un sector menos conocido; él es ya la segunda generación de una saga familiar que promete continuar con la entrada de sus hijos en la pirotecnia, porque es un oficio "que atrapa a todo el que lo conoce", como bien afirman, ellos no sólo crean fuegos artificiales, crean emoción, pasión y recuerdos que siempre quedan en la memoria de sus espectadores.