
Tras el encuentro en Washington entre el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, y varios líderes de países comunitarios, los dirigentes europeos tratan ahora de trazar una hoja de ruta para llegar a la paz en Ucrania. Los líderes de la Unión Europea y Reino Unido se han dado cita este martes, de forma virtual, en un encuentro en el que han abogado por aplicar más presión sobre Moscú, con más sanciones contra Rusia, y por delinear los compromisos que se deben incluir en las garantías de seguridad para llegar a un escenario de paz en el país invadido por el Kremlin.
La Coalición de la Voluntad (Coalition of the Willing en inglés) se ha dado cita de forma virtual para analizar qué mecanismos se pueden aplicar para incrementar la presión con sanciones sobre el líder del Kremlin. Además, se ha comprometido a "concluir, en coordinación con Estados Unidos, el diseño de las garantías de seguridad que serán implementadas con el acuerdo de paz", ha informado el presidente del Consejo de la UE, Antonio Costa, tras el encuentro.
Tras la reunión del lunes, el líder estadounidense aseguró que Washington ayudaría a organizar garantías de seguridad para Ucrania si se llegaba a un acuerdo de paz con Rusia, aunque sin entrar en pormenores. Es una de las peticiones que han venido haciendo tanto el propio Zelenski como los líderes comunitarios, que han reclamado a Trump un compromiso de garantías de seguridad para Kiev después del conflicto.
"Durante la reunión discutimos las garantías de seguridad para Ucrania, que serían proporcionadas por los distintos países europeos, en coordinación con los Estados Unidos", afirmó el jefe de la Casa Blanca en su red social Truth Social tras el encuentro del lunes. A lo que siguió otra publicación en la antigua Twitter, ahora X, por parte de Zekenski en la que afirmaba trabajar con los aliados en "el contenido concreto" de tales garantías.
Tanto el presidente galo, Emmanuel Macron, como el primer ministro británico, Keir Starmer, se han postulado abiertamente por desplegar tropas de disuasión en Ucrania, cuando cesen las hostilidades. Se trataría de una manera de evitar que Putin vuelva a incumplir con lo pactado e inicie una nueva ofensiva sobre Kiev. Otra opción sobre la mesa se asemeja a la protección asumida por el artículo 5 de la OTAN de protección entre países miembros de la Alianza Atlántica. La Unión Europea defiende que se aplique una seguridad semejante, aunque Kiev no pueda a entrar a formar parte de la organización.
Los líderes también han debatido sobre "el despliegue de fuerzas de seguridad si las hostilidades terminaran" en Kiev, según informó la oficina del Gobierno británico. Las fuerzas ucranianas, ha agregado Costa, son la primera línea de defensa. Por este motivo abogó por "reforzar y desbloquear el apoyo militar a Ucrania". El pasado muestra, según el portugués, que los compromisos asumidos por Rusia han sido incumplidos por la propia Rusia, ya que no ha respetado la soberanía de Ucrania.
"No puede ser una tregua. Debe ser una paz justa y duradera", ha agregado el político portugués. Desde su óptica, tras tres años y medio de guerra, "la actividad diplomática se acelera y hay un creciente impulso para dar a Ucrania garantías de seguridad, incluyendo el acuerdo con Trump de participar en ese esfuerzo".
"Creo que tendremos mucho trabajo por delante en las próximas semanas. Nos encontramos en un punto crítico, nada está garantizado, pero debemos continuar con esta labor para alcanzar el éxito", ha indicado Costa desde Lisboa, tras la reunión por videoconferencia de los líderes de los 27 que ha servido para poner en común los resultados del encuentro del lunes en la capital estadounidense.
Lo que se vio el lunes en Washington fue un ejercicio intenso de diplomacia. Por un lado, Europa y la propia Kiev buscan que se proporcionen garantías de seguridad a Ucrania desde Estados Unidos. Por otro, Trump busca que Zelensky se siente a negociar con Putin. Y el líder ucraniano ofrece compromisos de inversión en defensa a la Casa Blanca, de hasta 100.000 millones de dólares.
Los primeros en reunirse fueron Trump y Zelensky en una conversación, mucho menos tensa que la anterior, en la que el republicano quería abordar el futuro de la guerra. El jefe de la Casa Blanca puso sobre la mesa la posibilidad de que el líder ucraniano y el líder del Kremlin se reúnan para llegar a un acuerdo de paz.
Se trataría de una reunión trilateral al más alto nivel en la que el republicano ejercería como una suerte de mediador. La fecha y el lugar aún estarían por determinar, aunque el presidente galo ponía sobre la mesa la posibilidad de que este encuentro se celebrara en la localidad suiza de Ginebra. En todo caso, Costa ha abogado por que la UE forme parte de esta negociación. "Tiene que estar", ha afirmado, "tiene que ver con la seguridad de la propia Europa".
La condición para que ambas partes puedan sentarse a la mesa de negociación es que se llegue a un alto al fuego en Ucrania. Era uno de los puntos que exhibían como precepto tanto el líder galo como el canciller alemán: "la credibilidad de los esfuerzos que estamos realizando hoy depende, como mínimo, de un alto el fuego para un inicio de unas negociaciones serias", decía Merz. Que tal intención se plasme dependerá también de Putin. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, alejaba este martes la posibilidad del encuentro al indicar que debía prepararse con sumo cuidado.
El objetivo es alcanzar una "paz justa y duradera", ha reiterado la portavoz comunitaria Arianna Podesta este martes. Bruselas abre la puerta a que se produzcan las negociaciones entre Ucrania y Rusia. "En el pasado, el presidente Putin se había negado a reunirse con el presidente Zelenski. Por lo tanto, por supuesto, celebramos que ahora haya cambiado de opinión y le haya comunicado al presidente Trump que estaría dispuesto a participar en dicha reunión", indicó la portavoz comunitaria.