Jornada clave para el devenir de la guerra de Rusia contra Ucrania y las relaciones entre EEUU y Rusia, con Europa como gran ausente en la mesa. Donald Trump y Vladímir Putin han iniciado su reunión en Alaska, que puede durar "entre 6 y 7 horas", según ha advertido la delegación rusa. El magnate norteamericano ha advertido, eso sí, de que está dispuesto a "levantarse e irse" si no ve avances.
Originalmente, el encuentro iba a comenzar con una reunión cara a cara entre los dos presidentes antes de que entraran los miembros de las dos delegaciones, pero la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha informado de que el formato ha cambiado, y que la reunión contará desde un inicio con los tres miembros de cada equipo. En el lado estadounidense estará el secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial para Ucrania, Steve Witkoff, que fue quien negoció este encuentro.
Trump ha estado rebajando las expectativas en las últimas horas, diciendo que su objetivo es "ver qué piensa" Putin y sentar las bases para unas futuras negociaciones, en las que "Ucrania tendrá que tomar la decisión" que sea necesaria. "No estoy aquí para negociar en nombre de Ucrania, estoy para llevar a ambos a la mesa de negociación", ha aseverado.
Trump también ha dicho que estaría dispuesto a ofrecer garantías de seguridad a Ucrania y a Europa una vez termine la guerra, pero "no en forma de la OTAN", descartando la accesión del país del este a la alianza militar.
Respecto a los acuerdos económicos que Putin había puesto sobre la mesa, el magnate ha explicado que está dispuesto a resetear las relaciones entre ambos países, y ha señalado que Rusia necesita la paz porque "no están muy bien" económicamente. Pero, eso sí, cualquier acuerdo solo vendría "después de un alto el fuego definitivo".
De todas formas, para Putin ya es un éxito estar en EEUU, donde había sido considerado 'persona non grata' desde hace décadas, sin ofrecer ninguna concesión. Su objetivo, y el miedo de las capitales europeas, es que el ex agente del KGB le ofrezca a Trump un acuerdo tan jugoso que el empresario acabe acordando todos los puntos clave que insiste en que no firmará sin aprobación europea. De lo que salga esta noche puede depender el futuro inmediato de la geopolítica mundial.