
La perspectiva de incrementar el gasto en defensa en la UE ha forzado a Bruselas a disponer instrumentos para incrementar la inversión en este sector. Uno de ellos era el bautizado como instrumento SAFE, dotado de 150.000 millones de euros en préstamos para la compra de equipo militar. España y otros 16 Estados miembro han confirmado a Bruselas su intención de solicitar los créditos disponibles al amparo de esta financiación.
Concretamente, el Ejecutivo español ha trasladado a la Comisión Europea su intención de solicitar hasta 1.000 millones de euros del fondo para gasto militar. El Gobierno de Pedro Sánchez adelantaba, ya hace unos meses, su intención de solicitar los préstamos aunque no ha hecho lo propio con todos los mecanismos dispuestos por Bruselas.
Como parte de su plan para movilizar hasta 800.000 millones de euros para el sector de defensa, la Comisión Europea abría la mano para que los países pudieran solicitar la activación de la cláusula de escape a nivel nacional, es decir, el mecanismo por el que se suspenderían las reglas fiscales a nivel nacional para que esta partida no compute a la hora de calcular el déficit.
España no se sumó a los países que utilizaron esta facilidad. Sánchez también negaba que fuera a recurrir a la flexibilización de los fondos de Cohesión, que la Comisión Europea pretende habilitar para que se redirijan a partidas en defensa. En su lugar, el Gobierno defendía que su finalidad debe ser contribuir al desarrollo de las regiones.
Es cierto que España venía pidiendo mecanismos de financiación común, a nivel europeo, para aupar el gasto en defensa. Su idea se dirigía más hacia una emisión de deuda conjunta, no tanto a préstamos que los Estados miembro tendrán que devolver. Todo cuando nuestro país es el más rezagado a la hora de alcanzar los objetivos de gasto militar fijados por la OTAN.
España junto con Bélgica, Bulgaria, República Checa, Estonia, Grecia, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Hungría, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia y Finlandia han solicitado un total de 127.000 millones de euros de los 150.000 millones de euros de los que está dotado el fondo.
En todo caso, el plazo para solicitar la financiación no termina hasta el 30 de noviembre, por lo que los Estados miembro tienen margen para pedir estos préstamos que deben ser destinados a material militar como munición, misiles, sistemas de artillería, protección de infraestructuras críticas, ciberseguridad, movilidad militar o sistemas de defensa antiaérea y antimisiles.
"El gran interés que ha suscitado SAFE demuestra la unidad y la ambición de la UE en materia de seguridad y defensa", ha indicado en un comunicado el comisario de Defensa, Andrius Kubilius. Además, ha incidido en que el fondo es un "símbolo" del "compromiso colectivo" para reforzar la Defensa europea.