
Con un total de 535.000 trabajadores, las empresas familiares de Castilla y León se sitúan entre las que más empleo aportan a su comunidad autónoma, el 86,4% del empleo privado regional. De este modo, la contribución de estas compañías la Comunidad a la generación de puestos de trabajo es muy superior a la media del país, donde son responsables del 70,6% del empleo empresarial, con casi 10,2 millones de trabajadores.
Así lo refleja el estudio "La Empresa Familiar en España 2025", elaborado por la Red de Cátedras del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), con la colaboración de KPGM y de SAP, que también sitúa a las empresas familiares de Castilla y León a la cabeza en aportación al VAB regional.
De este modo, precisa que la aportación de la empresa familiar de Castilla y León al VAB autonómico empresarial suma 35.000 millones de euros, lo que equivale al 81,7%, posicionándose así en el cuarto lugar, junto a Baleares. Este porcentaje también supera ampliamente la media de la aportación de la empresa familiar al VAB empresarial nacional, que suma más 563 mil millones de euros y representa el 57,2%.
Todos estos datos, recabados a finales de 2024, vuelven a poner de manifiesto el gran peso de la empresa familiar en la economía regional y nacional, donde constituyen la base del tejido empresarial. Así, el informe constata que 9 de cada 10 empresas españolas son familiares, superando los 1,1 millones de empresas, cifra que supone un incremento de 3,6 puntos porcentuales sobre el resultado del anterior informe realizado en 2015.
En Castilla y León, la empresa familiar representa el 92,4% del tejido empresarial de la comunidad autónoma, que está integrado por 45.995 compañías familiares, frente a 3.763 sociedades no familiares.
El estudio también analiza la distribución de las empresas familiares y no familiares por tamaño y observa de nuevo cómo el peso de las grandes empresas es muy superior en las compañías no familiares, tanto a nivel nacional como en el caso de Castilla y León, donde predominan las de menor tamaño.
Así, el 59,5% de las empresas familiares castellanas y leonesas son microempresas (menos de 10 empleados), el 34,3% son pequeñas (entre 10 y 49 trabajadores) y el 5,4% son medianas (entre 50 y 249 empleados). Esta distribución se mantiene en el caso de las empresas no familiares aunque varía su porcentaje: el 41,6% son microempresas, el 34,7% son pequeñas empresas y el 17,2% medianas empresas. A su vez, solo un 0,8% de las empresas familiares de la región alcanzan un volumen de empleados, facturación o activos propios de una gran empresa, frente al 6,5% en el caso de las compañías no familiares
De este modo, el informe refleja que las empresas familiares son, en promedio, más pequeñas que las empresas no familiares, tanto en términos de facturación y empleados, como de activos y beneficios, aunque también indica que son más rentables.
Por otra parte, el estudio también evalúa la supervivencia de las empresas familiares, que supera en casi 4 puntos a la de las empresas no familiares, y constata que el 77% de las empresas familiares que fueron analizadas en 2015 siguen activas en 2024, frente al 73,1% de las empresas no familiares.
Estas tasas de supervivencia están correlacionadas positivamente con el tamaño y con la antigüedad de las empresas, ya que cuanto mayor es, más porcentaje de empresas continúan en activo. En este sentido, las empresas familiares de Castilla y León destacan también por su tasa de supervivencia, que se eleva al 80,9% frente al 73,1% de las no familiares, siendo la quinta comunidad donde es más alta.
A su vez, la tasa de extinción de las empresas familiares es inferior a las no familiares en todas las comunidades autónomas, situándose en un 8,8% de media. En el caso de Castilla y León esta tasa es el 6,3%, casi 10 puntos por debajo de las no familiares (16,7%), con lo que vuelve a estar entre las cinco comunidades con menor tasa de extinción.