
Los trabajadores extranjeros han pasado a tener un papel central en el mercado laboral español en los últimos años, hasta el punto de que el Gobierno y los agentes sociales han fiado la sostenibilidad del sistema de pensiones a que los flujos migratorios sean positivos durante las próximas décadas. En consecuencia, ya hay más de tres millones de afiliados a la Seguridad Social con una nacionalidad distinta a la española y también, dentro de este grupo ha crecido el número de los que perciben el subsidio por desempleo, en concreto, ha aumentado un 26% en el último año.
Esta es la prestación a la que acceden las personas que han agotado la prestación por desempleo o que no han trabajado el número de días suficientes para aunar un nivel de cotización con el que generar este derecho. Y según los últimos datos difundidos por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, correspondientes al mes de mayo, el número de extranjeros que perciben el subsidio de paro asciende a 75.205, frente a los 59.592 que lo recibían en el mismo periodo del año 2024.
Este avance registrado en los últimos doce meses, de algo más de 15.000 perceptores, está en línea con la evolución experimentada en los últimos meses. La cifra avanzó un 19% interanual en abril y un 20% en marzo, después de anotar incrementos más moderados en febrero (8%) y enero (10%). No obstante, los beneficiarios extranjeros siguen representado un porcentaje reducido del total y no llegan al 10%, dado que la suma con los nacionales asciende a 774.178 personas.

La estadística que maneja el departamento de Yolanda Díaz no permite discernir cuál es el motivo por el que los extranjeros han accedido a esta ayuda. Si bien, el dato agregado (entre los nacionales y los extranjeros) muestra que 470.840 lo perciben por tener más de 52 años, siendo esta la primera causa, otros 151.206 por haber agotado el paro o la prestación contributiva por desempleo y 100.011 por no haber cotizado un periodo suficiente.
Sin embargo, sí permite extraer que la mayoría de estos extranjeros (el 54,22%) accedieron al subsidio después del 1 de noviembre, cuando entró en vigor la reforma del nivel asistencial por desempleo que el Ministerio de Trabajo impulsó en el marco de los hitos del plan asociado a los fondos Next Generation. En este periodo se ha recogido la ayuda a 28.000 extranjeros que tienen origen fuera de la Unión Europea y a más de 12.000 que proceden de otro país comunitario, lo que significa que disfrutan de la mejora de cuantías incluida en el Real Decreto-ley 2/2024.
Con este cambio, reciben 570 euros durante los primeros seis meses de ayuda, 540 en los seis siguientes y 480 durante el último año, mientras que los 34.429 extranjeros que comenzaron a recibir la ayuda antes de esa fecha han percibido esta última cantidad durante todo el periodo, vinculada al 80% del Indicador Público de Renta a Efectos Múltiples (IPREM) fijado en 600 euros al mes.
Con todo, hay más desempleados extranjeros que ingresan la prestación por desempleo que los que están acogidos a una del nivel asistencial (79.780), ya sea el subsidio, la renta agraria (para residentes en Andalucía o en Extremadura) o el subsidio para trabajadores eventuales agrarios, que tienen un papel minoritario tras ser incorporado en la última reforma acordada con los sindicatos CCOO y UGT.
Los primeros suman más de 124.000 personas del total de 208.551 extranjeros que cuentan con algún tipo de prestación por no tener un empleo. Este número todavía representa una pequeña parte del conjunto de los beneficiarios del paro, el subsidio o la renta activa de inserción, que superan los 1,7 millones y está en proporción con el peso que tienen dentro del mercado de trabajo, puesto que con los datos del último mes, los extranjeros suponen el 12,2% del total de perceptores.
Desaceleración del empleo
Los datos de empleo publicados a comienzos de esta semana reflejan un cambio de patrón en el comportamiento de la creación de empleo entre los extranjeros. El cierre del segundo trimestre del año deja una fuerte desaceleración de la afiliación a la Seguridad Social de este grupo, según apuntó Funcas, por la que ha pasado de tener una tasa de crecimiento del 1,8% en el primer trimestre a un 0,6% en el segundo, que acompasa a una ligera aceleración de la generación de puestos de trabajo para nacionales, cuya tasa creció del 0,4 al 0,6% en los últimos tres meses.
Este proceso se ha dado mientras en paralelo, el ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones celebraba que la cifra de trabajadores extranjeros se había consolidado por encima de los tres millones y que estos eran 1,4 millones de afiliados más que los que había hace a una década, lo que representaba un incremento del 84,6% y del 118% en el caso de las personas procedentes de países no comunitarios, de acuerdo con las cifras compartidas por el departamento de Elma Saiz.
Este aumento se ha hecho evidente en los sectores de Información y Comunicaciones, la Construcción, el Transporte y la Hostelería. Algo que también pone de relieve el Gobierno, puesto que parte del crecimiento de la afiliación de extranjeros se localiza en actividades de alto valor añadido como las relacionadas con el sector financiero (8,9%), las actividades profesionales científicas y técnicas (7%) y las relacionadas con la información y las comunicaciones (5,7%).
Además, el contrato temporal es el menos habitual, por lo que los trabajadores extranjeros anotan una tasa de temporalidad del 11,3%, es decir, ligeramente inferior a la de los nacionales (12%). A su vez, la amplia mayoría están afiliados al Régimen General, un 84% y los autónomos son minoría. Los trabajadores procedentes de Marruecos son el grupo más abundante, seguidos por los de Rumanía, Colombia, Italia, Venezuela y China; puesto que dos terceras partes del total proceden de países situados fuera de la Unión Europea.