Economía

Bruselas amenaza a Trump con aranceles recíprocos tras anunciar que elevará el gravamen al acero y aluminio al 50%

  • La Comisión Europea avisa de que "socava los esfuerzos" por una solución negociada
  • Si no hay acuerdo las medidas anunciadas y otras nuevas entrarán en vigor el 14 de julio
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
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Un nuevo seísmo comercial llegaba este fin de semana desde el otro lado del Atlántico. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciaba su intención de elevar del 25% al 50% los aranceles al acero y aluminio importados de la UE. La medida, que entraría en vigor el 4 de junio, no ha sentado muy bien en Bruselas. La Comisión Europea ha lamentado la decisión de la Casa Blanca pero también le ha advertido de que aplicará medidas recíprocas "si las circunstancias lo requieren".

"Lamentamos profundamente el anuncio", ha indicado el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, ya que "socava nuestros esfuerzos continuos por alcanzar una solución negociada con EEUU". En caso de que las negociaciones no lleguen a buen puerto, "la UE está preparada para imponer medidas recíprocas, incluidas en respuesta a este último incremento arancelario", ha sostenido.

Si Bruselas y Washington no son capaces de llegar a un entendimiento que sea aceptable para ambas partes, "las medidas existentes y otras nuevas medidas entrarán en vigor de forma automática el 14 de julio", ha advertido el portavoz comunitario, o antes "si las circunstancias lo requieren".

La Comisión Europea ha sido clara al expresar su intención de "proteger los intereses de la UE", ha incidido Gill. "Creemos que esta decisión suma más incertidumbre a la economía mundial, incrementa los costes para los consumidores y las empresas a ambos lados del Atlántico", ha agregado.

La decisión del republicano se interpreta como una manera de quebrantar la pausa arancelaria de 90 días que Bruselas y Washington pactaron el pasado mes de abril. Era una fórmula para rebajar las tensiones comerciales, para pausar la escalada, para negociar y encontrar una vía que permitiera aliviar la carga de gravámenes adicionales a ambos lados del Atlántico.

"La UE, como muestra de buena fe, pausó sus contramedidas en abril de este año", ha recordado el portavoz comunitario. Una ronda de aranceles que todavía eran la respuesta a los primeros gravámenes de acero y aluminio de Trump y que afectaban a los vaqueros Levy's o las motos Harley Davidson. La intención era crear espacio para las negociaciones, que todavía están en marcha.

De hecho, el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, se reunirá con su homólogo estadounidense el miércoles en París. Bruselas está, en paralelo, finalizando su consulta con las partes implicadas y los Estados miembro para empezar a aplicar sobre Washington una nueva ronda de gravámenes que tendrá un impacto de cerca de 100.000 millones de euros en exportaciones estadounidenses.

"Si las negociaciones no llegan a un resultado justo y equilibrado, todas las opciones están sobre la mesa", ha recordado el portavoz comunitario. Actualmente se han acelerado las conversaciones entre ambas partes después de que la pasada semana el líder republicano amenazara con elevar los aranceles al 50% si las negociaciones no avanzaban. La intención de la Comisión Europea continúa siendo una desescalada arancelaria y la amenaza de Trump se resolvió con un plazo límite: el 9 de julio, como se había pactado previamente.

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