
El último informe del Observatorio sobre Gobierno, Estrategia y Competitividad de las Empresas (GECE) del Ivie y CaixaBank analiza las claves que diferencian a las empresas de excelente competitividad, aquellas cuyos niveles de competitividad se sitúan en el 10% más elevado en comparación con el resto de empresas de su sector.
Para identificarlas, se tiene en cuenta un conjunto de ratios de rentabilidad, solvencia, productividad, crecimiento y capacidad de generación de cash-flow. Según revela el nuevo análisis del Observatorio GECE, elaborado por Alejandro Escribá y Carlos Albert, que se ha centrado en la Comunidad Valenciana, las empresas de excelente competitividad registran una productividad del trabajo media de 160.200 euros por empleado, un 7,4% menor que la media de las empresas excelentes españolas.
Sin embargo, pese a ese valor inferior, la productividad de las empresas excelentes valencianas multiplica por 2,2 la productividad media de las empresas de la Comunitat. En la provincia de Castellón se observa la mayor diferencia entre excelentes y el resto, con un multiplicador de 2,5 veces, mientras que la provincia de Valencia se mantiene en el 2,2 de la media y en Alicante la ratio se reduce ligeramente hasta el 1,8.
En cuanto a la rentabilidad económica de las empresas excelentes de la Comunitat Valenciana, se sitúa en un 14,1% de beneficio de explotación con respecto a los activos disponibles. Esta cifra varía entre el 13,4% en la provincia de Castellón y el 14,6% en la provincia de Valencia, la única que supera el promedio nacional (14,3%). Este nivel de rentabilidad multiplica por 2,4 la rentabilidad promedio del conjunto de empresas de la autonomía (en torno al 5,8%).
Además, las empresas excelentes también registran mejores resultados en solvencia. El informe revela que el endeudamiento de estas empresas es relativamente bajo, con un 22,7% de pasivos exigibles sobre el total. Aunque en la provincia de Valencia la deuda de las empresas de excelente competitividad se eleva ligeramente hasta el 23,1%, el porcentaje sigue siendo claramente inferior al 42% de endeudamiento medio de las empresas valencianas en su conjunto.
En industria, destaca el elevado peso que tienen las empresas de excelente competitividad en los sectores de alta intensidad tecnológica. En estos sectores, la Comunitat Valenciana destaca frente a los datos nacionales, ya que cuenta con un 20% de compañías que obtienen niveles excelentes de competitividad, prácticamente el doble del porcentaje de media en España (11,2%). En la desagregación provincial, Valencia reduce ese porcentaje hasta el 17,4% de empresas, pero reúne el mayor número de empresas de la Comunitat Valenciana de empresas industriales de alta tecnología en el grupo de excelentes.
En el sector servicios, que es el que más pesa en la economía valenciana, el porcentaje de empresas excelentes de la Comunitat es ligeramente inferior al promedio nacional, tanto en las intensivas como en las no intensivas en conocimiento. Sin embargo, en el caso de los servicios intensivos en conocimiento, la provincia de Valencia cuenta con un 11% de empresas de excelente competitividad, por encima de la media nacional (10,1%), y del 9,2% y el 8,8% de Alicante y Castellón.
Por tamaño
Por dimensiones, las empresas que emplean entre 51 y 100 trabajadores son las que obtienen mayor porcentaje de empresas de excelente competitividad, un 11,5%. Un peso que en Alicante y Castellón se eleva al 14,7% y 15,5%, respectivamente, pero que en Valencia baja hasta el 9%. Por el contrario, en las empresas muy grandes, de más de 500 trabajadores, las consideradas de excelente competitividad tienen menor representación. Solo el 6,1% de las empresas muy grandes de la Comunitat se considera excelente.
Esta media esconde nuevamente diferencias provinciales. Las empresas de este grupo en Castellón (8,3%) y en Alicante (11,1%) superan con creces ese porcentaje, mientras en la provincia de Valencia solo se registra un 3,8% de empresas muy grandes y excelente competitividad. Es decir, la provincia de Valencia tiene un déficit de grandes empresas de excelente competitividad, lo que limita la competitividad agregada de la región, ya que estas compañías son las que pueden contribuir más a la generación de riqueza y empleo.