
El Parlamento vasco acaba de aprobar un incremento del endeudamiento del País Vasco en 1.000 millones de euros, mediante la modificación de los presupuestos del IVF, el Instituto Vasco de Finanzas, para la creación de Indartuz, un fondo estratégico destinado a realizar inversiones financieras que contribuyan a impulsar "la transformación económica e industrial" del territorio durante esta legislatura. Dicha cantidad se sumará a los 10.842 millones de euros de endeudamiento de Euskadi al cierre de 2024, que la situaban en el noveno puesto del ranking de comunidades autónomas según su volumen de deuda pública.
Se trata de un incremento, no obstante, que ha sido defendido por el propio consejero de Hacienda y Finanzas, Noël d'Anjou, que, durante su discurso en el pleno, aseguró que Euskadi cuenta "con capacidad y solvencia para disponer de este recurso adicional de endeudamiento" que permitirá al territorio tener "mayor margen para afrontar los proyectos de inversión y transformación del tejido económico, industrial y productivo".
En este sentido, precisó, "los fondos adicionales podrán implementarse durante los ejercicios 2025 y 2026 y estarán dirigidos a dotar al Instituto Vasco de Finanzas de los recursos necesarios para cumplir con las finalidades acordadas, dinamizar la industria, consolidar el arraigo empresarial y hacer de Euskadi un referente en infraestructuras del conocimiento y la energía".
Neutralizar los desafíos
Desde la cartera D'Anjou se está elaborando un plan de inversiones que se erigirá como "la herramienta esencial para el desarrollo de las actuaciones de la Alianza Financiera Vasca" presentada el pasado mes de marzo en el edificio de La Bolsa de Bilbao, donde el Gobierno vasco obtuvo el respaldo de nueve entidades bancarias privadas para reforzar su disposición inversora y servir de tracción para la inversión privada.
"En este momento de alta volatilidad, la Alianza Financiera Vasca debe contar con capacidad para hacer frente a los desafíos imprevistos como las necesidades que pueden surgir a raíz de la política arancelaria de la Administración Trump. No podemos ignorar estos retos porque sus efectos pueden comprometer sectores clave de nuestra economía. Debemos articular todos los instrumentos que estén a nuestro alcance para neutralizar su impacto", subrayó el consejero.
"Prudencia" y "unión"
Finalmente, esta ampliación del endeudamiento presentada por el Gobierno autonómico, que conlleva la modificación de la ley de presupuestos, fue aprobada el pasado jueves por el Parlamento vasco con los votos favorables de PNV, EH Bildu y PSE, la abstención del PP y de Sumar, y el voto en contra de Vox.
Durante el debate, la parlamentaria jeltzale Alaitz Zabala reconoció que "incrementar el endeudamiento le da respeto" al PNV, pero defendió que es "una herramienta que, utilizada con prudencia, puede ser fundamental para impulsar el desarrollo y garantizar el bienestar de la sociedad". "Debemos ser prudentes, pero no tenemos que tener miedo", advirtió.
Asimismo, la parlamentaria del PSE Susana Corcuera defendió la aprobación de este proyecto de ley "por los objetivos que pretende, por el procedimiento y por la tramitación utilizados para lograr su aprobación cuanto antes". "Compartimos con el Gobierno la integración por ley de una disposición décimo novena para incrementar nuestra capacidad de endeudamiento con el fin de poder destinarlo a financiar inversiones vinculadas a la transformación económica y al ámbito tecnológico industrial de Euskadi", destacó. Pero además, defendió que "sólo unidos, sólo desde el liderazgo político y económico y con unas políticas económicas alineadas en Euskadi, en España y en Europa, seremos más eficaces ante la guerra arancelaria desatada por Trump y ante los retos que se plantean en la situación geopolítica actual".
Por su parte, el parlamentario del PP Álvaro Gotxi criticó el procedimiento de tramitación utilizado, ya que, en su opinión, busca "cercenar la participación de la oposición" mediante "la aprobación rápida" de "una carta blanca en la que piden mil millones de euros y no explican para qué los quieren, cómo se van a gestionar y no explican los criterios que van a usar para invertir en empresas, sólo vaguedades". "Nos traen una carta blanca para intervenir a su antojo en aquellas empresas que ustedes consideren oportuno y sin tener necesidad de dar explicaciones", denunció.
Mientras que el parlamentario de Sumar, Jon Hernández, cuyo grupo se abstuvo, se mostró muy crítico y denunció que, "actualmente, por parte del Gobierno vasco no hay garantía de que esos millones se utilicen de manera justa", por lo que mostró su rechazo a dar "un cheque en blanco al Gobierno para que haga inversiones que no garanticen, como hasta ahora, ni el arraigo, ni el mantenimiento del empleo, ni la transición justa del modelo productivo de nuestro país". "Deuda sí, pero no así", sentenció.
Atracción de otros 3.000 millones de euros de inversión privada
La Alianza Financiera Vasca se basa en el modelo de colaboración público-privada que en los últimos años se ha replicado con buenos resultados en el País Vasco y que, en este sentido, prevé que, siguiendo la regla tres a uno del Informe Draghi, los 1.000 millones de esfuerzo inversor público sirvan de atracción para otros 3.000 millones procedentes de inversores privados hacia los sectores científico-tecnológico, empresarial e industrial.
En la presentación de este acuerdo, el pasado mes de marzo en el edificio de La Bolsa de Bilbao, el lehendakari Imanol Pradales estuvo acompañado por el consejero de Hacienda y Finanzas, Noël d'Anjou, y el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco, Mikel Jauregi, y recibió el respaldo de los representantes de nueve entidades financieras vascas que ya han suscrito dicha alianza: BBVA, Kutxabank, Laboral Kutxa, las fundaciones BBK, Vital y Kutxa Fundazioa, el nuevo clúster financiero e inversor de Euskadi BasqueFik, la sociedad financiera Elkargi y la Federación de Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) de Euskadi.