Reino Unido y la Unión Europea entran en una nueva fase de su relación, tras la ruptura del Brexit. La que ha sido la primera reunión entre Bruselas y Londres tras la salida del último del mercado único, se ha saldado con un acercamiento en varios sectores clave. Ambas partes han cerrado este lunes un acuerdo estratégico en materia de seguridad y defensa y pactaron que ambas flotas puedan acceder a los caladeros de forma recíproca hasta 2038.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha enumerado las alianzas selladas ayer, en defensa, y pesca, pero también en comercio, energía y sostenibilidad. Por un lado, en materia de seguridad y defensa. A falta de los pormenores detallados del acuerdo, la alemana ha explicado que "abarca muchos temas, por ejemplo, la industria de defensa, la movilidad industrial, la construcción de la paz, gestión de crisis o la lucha contra las amenazas híbridas".
Este, aclaró, es el primer paso para que Reino Unido entre a participar del instrumento para impulsar las inversiones en defensa que Bruselas ha bautizado como SAFE, un fondo dotado de 150.000 millones de euros en préstamos para impulsar el gasto militar y que forma parte del plan de Rearme de la UE. El instrumento se encuentra ahora mismo en negociación entre los Estados miembro y su finalidad es impulsar el gasto militar. En todo caso, el acuerdo, afirmó la alemana, "abre la puerta a la compra conjunta de armas" entre Reino Unido y la UE.
"Necesitamos un segundo paso, pero esta compra conjunta mejorará nuestra preparación, cerrará la brecha militar que tenemos y mejorará nuestra interoperabilidad cuando nuestras fuerzas armadas vayan a misiones conjuntas", ha concretado la jefa del Ejecutivo comunitario. Además, creará nuevas oportunidades para ambas industrias de defensa y permitirá dotar de un apoyo coordinado a Ucrania.
Pero hubo otros aspectos sobre la mesa. Londres y Bruselas han firmado un acuerdo en el sector pesquero que dará acceso mutuo a la flota a aguas de ambas regiones hasta 2038. "Esto es importante para la estabilidad y predictibilidad a largo plazo", ha indicado la jefa de la Comisión Europea. A ello se suma otro pacto para mantener el acuerdo de libre comercio con Reino Unido para productos de acero. "Es un sector vital para ambas industrias", ha asegurado la alemana.
Otro de los puntos de esta alianza afecta al sector energético. Reino Unido y la UE explorarán la entrada de Londres en el mercado eléctrico de la UE. "Es positivo para la estabilidad de los flujos de energía", para "la seguridad energética" porque un mayor mercado supondrá "una bajada de precios y atraerá más inversión por la estabilidad regulatoria y la predictibilidad", ha aclarado la conservadora.
A ello cabe añadir la intención de explorar el potencial en renovables del mar del Norte y de unificar ambos sistemas de comercio de emisiones. Además, ambas regiones trabajarán para facilitar los flujos comerciales en el sector agroalimentario y la intención de crear un área fitosanitaria común, con beneficios para Irlanda del Norte que recuperará acceso al flujo comercial con Reino Unido. "Todo ello implica precios más bajos y una mayor oferta en los supermercados", ha afirmado en rueda de prensa el primer ministro británico, Kier Starmer, que considera el acuerdo positivo para ambas partes.
Un nuevo capítulo
La reunión que Bruselas y Londres mantuvieron ayer llega en un momento crucial. Las tensiones comerciales con EEUU y la incertidumbre geopolítica obliga a ambas partes a buscar alianzas y ha sido catalizador de la primera Cumbre tras la salida de Reino Unido del club comunitario. Se trata de un punto de inflexión, de un nuevo capítulo en las relaciones entre ambas regiones, que buscan socios fiables en un escenario global en el que la incertidumbre se ha convertido en la norma, en palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
La idea es "restablecer las relaciones entre Reino Unido y la UE", indicó el presidente del Consejo de la UE, Antonio Costa. "Los acuerdos a los que hemos llegado hoy no son solo progreso, son un nuevo capítulo entre Reino Unido y la UE. Es el inicio para renovar y fortalecer nuestra asociación estratégica", ha añadido el portugués, que tildó la reunión de "histórica".
Los líderes coincidieron en que Londres y Bruselas deben buscar soluciones que beneficien a ambos. "Fortalecer la cooperación en seguridad y defensa es vital en esta peligrosa nueva era", ha asegurado el primer ministro británico Keir Starmer, apuntando a la desestabilización de la economía. "Abre la puerta a trabajar con fondos de defensa europeos", ha agregado.
No es que el planteamiento no lleve ahí desde hace meses. El primer acercamiento entre la UE y Reino Unido se produjo a finales del año pasado. Sin ponerle fechas concretas, ambas partes coincidían en la necesidad de profundizar su relación. Esta vez, sin que Londres forme parte del mercado único o sin la libre circulación de pasajeros y mercancías, según Starmer.