
El sindicato de Vox ha denunciado el efecto negativo que puede traer la reducción de jornada en el "tejido productivo nacional" tras la aprobación de este martes del Consejo de Ministros. El secretario general de Solidaridad, Jordi de la Fuente, ha asegurado que la rebaja "suena muy bien para hablar de conciliación laboral, de más tiempo libre, y de menos horas por el mismo trabajo", pero carece de un "plan del Gobierno para compensar la rebaja de la jornada".
Entre otras cosas, el sindicato vinculado al partido liderado por Santiago Abascal ha advertido de que la reducción que, en realidad pasará de 40 a 37,5 horas, puede traer consigo consecuencias que abarcan desde despidos y cierres hasta una economía sumergida, en resumen, según dice, "precarización".
Según ha explicado el secretario general de Solidaridad, "no se puede conseguir este tipo de mejoras, si estamos afectando al tejido productivo nacional". Un tejido empresarial que, según dice, necesita además una rebaja fiscal, "menos cotizaciones, menos impuestos y subir nuestro poder adquisitivo". "Aquí, los únicos que van a poder sobrevivir son las grandes multinacionales, los que están al servicio del globalismo, porque para el pequeño comercio, el comercio de barrio ha augurado la desaparición", ha afirmado.
En cualquier caso, De la Fuente ha defendido que "los trabajadores somos todos los que sustentamos este sistema", desde los trabajadores asalariados, los autónomos hasta las PYMES. Es decir, "los únicos productivos", para quienes, ha advertido, "no hay ninguna mejora que vaya a cuajar aquí si no existe realmente una rebaja fiscal". "La reducción de la jornada laboral que la pague Pedro Sánchez", ha concluido.
Los argumentos del sindicato van en línea con los que ha reclamado La Confederación Independiente de Empresarios y Autónomos (CIEM) que, en concreto, considera que la reforma unilateral del marco laboral contribuye a agravar el actual clima de incertidumbre, dificultando la planificación empresarial y frenando la inversión y la contratación. La reducción de la jornada supondrá, de hecho, una merma de 12 jornadas laborales al año, lo que supone casi medio mes de trabajo. Esto se traducirá en un aumento de los costes para las pymes, que se cifra en entre 400 y 800 euros por trabajador, según los convenios colectivos aplicables.