Marruecos se está convirtiendo en un polo de atracción y las relaciones, económicas y culturales con el país vecino son cada vez más estrechas. Es por eso que ayer en Madrid se celebró el Morocco & Spain – Investing Together For a Sustainable & Shared Future, organizado por el Consejo Económico Marruecos-España (CEMAES) en colaboración con el Ministerio de Inversión de Marruecos y la Agencia Marroquí de Desarrollo de Inversiones y Exportaciones (AMDIE), que tiene como objetivo fomentar la inversión conjunta entre España y Marruecos elEconomista.es ha tenido la oportunidad de hablar con Karim Zidane, ministro de dicha cartera en el reino alauí y asistente al evento.
Marruecos está señalada como una de las economías emergentes clave en el norte de África. ¿Cuáles son las principales fortalezas que presenta su país para atraer a la inversión extranjera?
Marruecos se ha convertido en un destino de referencia para la inversión tanto en África como en la región mediterránea, gracias a una combinación de factores estructurales y reformas estratégicas impulsadas bajo la visión de Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le asista.
Entre sus principales fortalezas destacan la estabilidad política y macroeconómica del reino, una ubicación geográfica estratégica a las puertas de Europa y en el cruce de rutas comerciales internaciones, así como una red de infraestructuras modernas que incluye puertos de clase mundial como el de Tánger Med (uno de los tres mayores y más eficientes puertos del espacio euroafricano), redes ferroviarias de alta velocidad y zonas industriales integradas.
Más allá de África, nuestro continente de pertenencia, la calidad de nuestras infraestructuras rivaliza hoy con la de varios países europeos, e incluso las supera en algunos segmentos.
Además, Marruecos cuenta con un marco jurídico atractivo para los inversores, una mano de obra joven y cualificada, acuerdos de libre comercio que permiten el acceso preferencial a más de 2.000 millones de consumidores.
Respaldado por una voluntad política firme de hacer de la inversión un motor esencial de crecimiento y de creación de empleo, Marruecos ofrece hoy a los inversores un clima de negocios estable, competitivo y plenamente orientado hacia el futuro.
¿Qué sectores económicos considera su ministerio como prioritarios en este momento?
La estrategia nacional de inversión prioriza sectores con alto valor añadido, capacidad de exportación y generación de empleo cualificado. En este sentido, destacamos sectores como la industria automotriz, la aeronáutica, la electrónica, la agroindustria, la industria farmacéutica y textil, así como el offshoring. A ello se suman sectores emergentes estratégicos como las energías renovables —particularmente el hidrógeno verde—, la digitalización, las tecnologías de la información, y la económica circular.
También damos especial importancia a la inversión en transporte, logística y desarrollo regional, como vectores clave para una economía más equilibrada e inclusiva.
Finalmente, los sectores del turismo y la industria cultural y creativa juegan un papel muy importante en nuestro desarrollo socioeconómico por su capacidad a generar empleo y valorizar las diferentes regiones del país. Estos sectores registran hoy una dinámica acelerada, impulsada por la perspectiva de los grandes eventos deportivos internacionales que Marruecos se prepara a acoger, como la Copa Africana de Naciones 2025 y, sobre todo, el mundial de fútbol 2030, que tendremos el placer de organizar conjuntamente con España y Portugal.
La industria automotriz y las energías renovables están ganando mucho terreno en la economía marroquí ¿Qué oportunidades tienen ahora mismo los inversores españoles dentro de estos sectores?
La industria automotriz en Marruecos ha experimentado un crecimiento espectacular en la última década, convirtiéndose en el primer sector exportador del país.
Marruecos dispone actualmente de un ecosistema completo que incluye a dos constructores (Renault y Stellantis) así como más de 250 grandes fabricantes internacionales. Esto representa una oportunidad concreta para las empresas españolas, tanto en el suministro de componentes como en la tecnología, formación técnica y servicios especializados. En un contexto marcado por la relocalización de las cadenas de valor, la proximidad geográfica y la complementariedad entre nuestras dos economías refuerzan la posición de Marruecos como plataforma industrial competitiva al servicio de Europa y África.
En cuanto a las energías renovables, Marruecos es líder continental con una estrategia clara de transición energética. Disponemos de un enorme potencial solar y eólico, y estamos avanzando decididamente hacia el desarrollo del hidrógeno verde. Esta apuesta ya es una realidad en Marruecos ya que más de 40% de nuestro mix energético proviene de energías renovables y ya hemos construido grandes proyectos solares y eólicos en nuestro país como el llamado Noor, en la ciudad de Ouarzazate.
En este marco, existen oportunidades significativas para la inversión en infraestructuras energéticas, producción, transporte y exportación de energía, donde las empresas españolas, con su reconocida experiencia en el sector, tienen mucho que aportar.
A esto hay que añadir las importantes oportunidades que existen en el hidrogeno verde, sector emergente que tiene mucho potencial en el país. A principios de 2024, hemos publicado la oferta de Marruecos para el sector, dirigida a inversores nacionales e internacionales que han mostrado interés. Hemos recibido mas de 40 ofertas de proyectos llevados por las mayores empresas del mundo y ya hemos preseleccionado siete de ellos con los que estamos avanzando para que concretar estas inversiones.
"Más de 40% de nuestro mix energético proviene de energías renovables y ya hemos construido grandes proyectos solares y eólicos"
¿Qué reformas ha implementado Marruecos recientemente para mejorar el clima de inversión?
Marruecos ha emprendido reformas estructurales profundas con el objetivo de consolidar su posición como destino competitivo y confiable para la inversión. La piedra angular de estas reformas es la nueva Carta de Inversiones, adoptada a finales de 2022, que establece un marco normativo moderno, transparente y equitativo para los inversores nacionales e internacionales.
Esta Carta, que introduce un sistema de incentivos para todo tipo y tamaño de proyectos de inversión, privilegia proyectos creadores que aportan valor añadido y creación de empleo, apoya la inversión en regiones marroquíes menos desarrolladas y fomenta sectores prioritarios. Estos incentivos pueden alcanzar hasta 30% del importe total de la inversión.
Para acompañar esta transformación, Marruecos ha establecido una nueva gobernanza de la inversión, articulada en torno al Ministerio de Inversión, a una Agencia Marroquí para el Desarrollo de Inversiones y Exportaciones (AMDIE), y unos Centros Regionales de Inversión modernizados, al servicio de los inversores.
Paralelamente, hemos avanzado en muchos aspectos para mejorar el clima de negocios como la digitalización de procedimientos administrativos, la simplificación de trámites y el fortalecimiento del rol de las Comisiones Regionales Unificadas de Inversión, acercando así la inversión al territorio y mejorando la calidad del servicio público al inversor.
¿Qué incentivos fiscales y financieros están disponibles para los nuevos inversores?
Marruecos ofrece un conjunto atractivo de incentivos fiscales y financieros para promover la inversión productiva y sostenible. Entre ellos destacan:
Subvenciones directas a la inversión, otorgadas en función de las características de cada proyecto, su localización geográfica y el sector de actividad; Exenciones fiscales temporales, como la exención del impuesto sobre sociedades durante los primeros años para empresas nuevas o establecidas en zonas específicas y apoyo a la formación profesional y a la empleabilidad local mediante programas cofinanciados con el Estado.
Estos incentivos son accesibles tanto para inversores nacionales como extranjeros, pymes o grandes empresas multinacionales y en todos los sectores.
"Tenemos una exención del impuesto sobre sociedades durante los primeros años para empresas nuevas o establecidas en zonas específicas"
Desde la crisis del Covid-19 se escucha mucho la palabra 'nearshoring' o el traslado de la industria a países más cercanos geográficamente para evitar interrupciones en la cadena de suministro. Marruecos es uno de los países en los que Europa y España se están fijando para traer la industria más cerca ¿Cómo ven desde su ministerio esta posibilidad?
En Marruecos, vemos el fenómeno del nearshoring como una oportunidad estratégica que el país está plenamente preparado para aprovechar.
Nuestra proximidad a Europa, y particularmente a España —apenas 14 km de distancia—, combinada con nuestra estabilidad, la calidad de nuestras infraestructuras, la apertura comercial y la competitividad de nuestros costos operativos (mano de obra y energía verde principalmente), nos convierte en un socio natural para la relocalización de cadenas de valor.
Nuestra oferta actual va mucho más allá de la mera competitividad en costes: se apoya en la calidad de nuestros recursos humanos, en la madurez de nuestros ecosistemas industriales, así como en nuestra capacidad para acompañar la innovación industrial y tecnológica.
Marruecos no se limita a acercar los centros de producción los mayores mercados: propone un modelo de relocalización estratégica, basado en la sostenibilidad, la agilidad y una integración regional reforzada. En este sentido, nuestro país actúa como catalizador de la reconfiguración industrial, movilizando sus ventajas competitivas al servicio de una ambición industrial compartida.
Ya estamos observando un creciente interés de empresas europeas y españolas que buscan asegurar su producción y acortar sus cadenas logísticas.
Marruecos ofrece un entorno favorable para la instalación rápida de unidades industriales, con el respaldo de ecosistemas maduros, especialmente en sectores como la automoción, el textil y la agroindustria.
Nuestra ambición es consolidar Marruecos como una plataforma de producción y exportación al servicio de Europa, África y América, en línea con los desafíos actuales de soberanía industrial y transición ecológica.
"Proponemos un modelo de relocalización estratégica, basado en la sostenibilidad, la agilidad y una integración regional reforzada"
El mundo está cambiando desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Marruecos ha sido uno de los países "afortunados" que no aparece en la tabla de aranceles del 'Liberation day'. ¿Cree que eso favorecerá la relocalización de las empresas europeas y/o españolas en su país para poder continuar exportando a Estados Unidos?
Las relaciones entre Marruecos y Estados Unidos se basan en lazos históricos de confianza, reforzados por compromisos económicos y estratégicos de largo plazo. La firma del Acuerdo de Libre Comercio Marruecos–Estados Unidos, en vigor desde 2006, ilustra esta relación privilegiada y confiere al Reino una ventaja competitiva única.
Actualmente, Marruecos es el único país africano que cuenta con un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, lo que le garantiza un acceso preferencial al mercado estadounidense para una amplia gama de bienes y servicios. Esta posición es aún más distintiva si se considera que solo nueve países en el mundo disponen de acuerdos de libre comercio tanto con Estados Unidos como con la Unión Europea, ofreciendo así una doble puerta de entrada a dos de los mayores mercados globales.
En un contexto marcado por el aumento de las tensiones comerciales y la reconfiguración de las cadenas de valor, Marruecos se presenta como una alternativa estratégica creíble para las empresas europeas y españolas, al combinar competitividad, acceso seguro a los mercados y estabilidad normativa.
Sin embargo, nuestra ambición va más allá de esta ventaja comparativa: trabajamos para consolidar a Marruecos como una verdadera plataforma euroatlántica de producción y exportación, integrada en una red de acuerdos de libre comercio que abarca a más de dos mil millones de consumidores, al servicio de un crecimiento sostenible, inclusivo e innovador.
En esta dinámica, vemos una oportunidad concreta de coinversión trilateral Marruecos–Europa–Estados Unidos, basada en la complementariedad de nuestras ventajas y en la convergencia de nuestros intereses estratégicos.
Estamos convencidos de que, en este nuevo contexto internacional, caracterizado por la búsqueda de resiliencia y diversificación, Marruecos ofrece una propuesta de valor clara, sólida y orientada al futuro.
¿Cuáles son, en su opinión, los principales desafíos que enfrenta Marruecos para atraer más inversión extranjera?
Aunque Marruecos ha logrado avances significativos en la atracción de inversión extranjera, como lo demuestran las evaluaciones recientes de organismos internacionales como la OCDE y el Banco Mundial, existen algunos desafíos que debemos seguir abordando para maximizar nuestro potencial.
Uno de los principales es la diversificación y el desarrollo de sectores de alto valor añadido, más allá de nuestros sectores tradicionales. Aunque hemos avanzado en los últimos años, aún queda trabajo por hacer en cuanto a la digitalización de la economía y la integración de nuevas tecnologías en las cadenas de valor.
Además, el desafío de la educación y la formación técnica continúa siendo relevante, especialmente en sectores emergentes como las energías renovables o la industria 4.0. Para atraer más inversión extranjera, es fundamental seguir impulsando una mano de obra altamente cualificada y preparada para los sectores del futuro.
Finalmente, el reforzamiento de la competitividad en ciertos aspectos regulatorios y la mejora en la simplificación administrativa siguen siendo áreas de trabajo constante. Nuestro compromiso con la gobernanza transparente y ágil debe ser una prioridad para garantizar un entorno empresarial favorable y predecible.
¿Qué mensaje le gustaría enviar a los empresarios e inversores españoles y europeos que están considerando establecer operaciones en Marruecos?
Mi mensaje para los empresarios e inversores españoles y europeos es claro y directo: Marruecos es un destino estratégico, seguro y competitivo para sus inversiones.
Nuestro país ofrece no solo una ubicación geográfica privilegiada entre Europa y África, sino también un entorno de negocio que se ha ido modernizando bajo el liderazgo de Su Majestad el Rey Mohammed VI para adaptarse a las necesidades del siglo XXI.
Marruecos está comprometido con la promoción de sectores clave como las energías renovables, la automoción, la aeronáutica, la agroindustria, el textil, la digitalización y la economía circular, donde las empresas españolas y europeas pueden encontrar grandes oportunidades de colaboración, innovación y crecimiento.
Además, ofrecemos un marco legal favorable, con incentivos fiscales y financieros, una infraestructura de clase mundial y una red de acuerdos de libre comercio que garantizan acceso preferencial a mercados en África, Europa y América del Norte.
En un contexto mundial marcado por la reconfiguración de las cadenas de valor, los desafíos energéticos y una creciente complejidad geopolítica, el partenariado entre Marruecos y España nunca ha sido tan evidente. Su fuerza radica no solo en valores compartidos, sino también en logros concretos y una visión común orientada hacia el futuro.
La candidatura conjunta de Marruecos, España y Portugal para la organización del Mundial de 2030 encarna este espíritu: refleja nuestra confianza mutua en la capacidad de construir juntos proyectos de alto nivel.
Los invito a considerar a Marruecos no solo como un lugar para establecer operaciones comerciales, sino como un socio estratégico en el desarrollo de proyectos industriales, energéticos o turísticos a largo plazo, donde la cooperación y el crecimiento mutuo son posibles.
Las relaciones diplomáticas entre España y Marruecos atraviesan un momento excepcional y tenemos una "ventana de tiro" que tenemos que aprovechar para que las relaciones económicas entre nuestros países sigan creciendo.
Desde hace más de una década, España ya es el primer socio comercial de Marruecos, pero en términos de inversión creemos que el potencial es aun mayor.