Economía

Xavier Vives (IPI): "La mejora de la productividad no es un 'sprint', sino un maratón"

  • El presidente del nuevo 'action tank' del 'Cercle d'Economia' da las claves para mejorar la baja productividad de Cataluña y España
Xavier Vives, presidente del IPI (Iniciativa per la Productivitat i la Innovació). KIKE RINCÓN
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El Cercle d'Economia es una asociación híbrida, donde el peso entre la generación de conocimiento y las relaciones con los agentes institucionales y económicos se reparten por igual. Con la reciente creación del IPI (Iniciativa per la Productivitat i la Innovació), la entidad da un paso decidido para abordar el problema de la baja productividad de Cataluña y España. El presidente de este nuevo action tank, Xavier Vives, atiende a elEconomista.es para dar claves y soluciones sobre este desafío económico.

¿Cómo hemos llegado a este declive de la productividad en Cataluña y España?

Si miramos la productividad total de los factores, es decir, lo que crece el PIB y no está justificado por los incrementos de capital y trabajo, desde 1995 hasta ahora vemos que hay una discrepancia muy grande entre los países centrales europeos y nosotros. Esto también se traslada a la productividad del trabajo, que muestra el producto por hora trabajada. Los factores detrás de esto son la poca inversión en capital tecnológico y en la formación de los trabajadores. Sabemos que tenemos un agujero en la Formación Profesional. Pero también afecta la composición sectorial de la economía, donde tradicionalmente ha habido un peso muy grande de sectores intensivos en mano de obra pero de baja productividad, como la construcción y el turismo. Tuvimos el boom inmobiliario antes de la crisis financiera de 2008, y desde entonces hemos tenido una economía muy basada en el turismo.

La duda es si una economía muy terciarizada puede aumentar su productividad. ¿Haría falta abandonar el turismo como la gallina de los huevos de oro?

Los servicios pueden ser de alto valor añadido. Hay servicios de consultoría o digitales, que en este caso se solapan incluso con la industria 4.0, que tienen una productividad alta. La economía española y catalana empiezan a mostrar signos de este tipo de servicios que están creciendo y también los exportamos. También hay el sector de la exportación de bienes, competitivo a nivel internacional, y donde Cataluña tiene mucha importancia.

Xavier Vives, presidente del IPI (Iniciativa per la Productivitat i la Innovació). KIKE RINCÓN

¿Entonces no se debe desturistificar la economía?

El turismo tiene mucha inercia y emplea a mucha gente. En todo caso, debe ir corrigiéndose a lo largo del tiempo. La manera natural de corregirlo es que sean los mismos operadores quienes internalicen los efectos externos negativos del turismo. Lo cierto es que determinadas partes de las ciudades están abocadas al turismo, no al servicio de los ciudadanos que viven allí. Esto provoca tensiones importantes, no solo en la vivienda, sino en todo tipo de servicios relevantes para los vecinos y que desaparecen.

Llevamos años intentando impulsar la FP, también la modalidad dual.

El sistema alemán es el que lo tiene más desarrollado. El tema de la formación es muy importante. Hay dos aspectos: la formación profesional y la formación STEM, todas aquellas disciplinas relacionadas con la ingeniería, las matemáticas y la física. En el mundo de hoy estas disciplinas son cruciales, pero tenemos un déficit para las empresas más punteras.

Otro problema es el tamaño de las empresas. ¿Tenemos demasiadas pymes?

Correcto. Muy a menudo se indica este tercer factor además del capital tecnológico y la composición sectorial. Si nos comparamos con Europa, vemos que normalmente las empresas catalanas y españolas tienen un descuento sobre la productividad en todos los tamaños, pero que este descuento es mucho mayor en las empresas más pequeñas. Tenemos una proliferación de miniempresas con dificultades para alcanzar economías de escala. La cuestión es cómo arreglarlo.

¿Cómo?

Eliminando las barreras al crecimiento de las empresas. Si una empresa cuando pasa de 50 trabajadores tiene regulaciones más complejas y unas implicaciones impositivas más importantes... muchas se quedan justo en el umbral.

En otros países hay más mid-caps.

En Alemania, el sector de empresas del mittelstand es muy potente. Aquí tenemos algunas, pero demasiado pocas. Todo esto depende de la flexibilidad de la economía y de la capacidad de reasignar recursos de los sectores y empresas menos productivos a los sectores y empresas más productivos. Pongamos el caso de Dinamarca. Dinamarca es un país pequeño, pero con empresas internacionales de primera línea. ¿Cómo lo han conseguido? Primero, teniendo una perspectiva internacional y, después, una flexibilidad interna. Es un país con un sistema social muy potente, pero a la vez con mucha flexibilidad, lo que a veces se denomina flexiseguridad. En vez de protegerse el puesto de trabajo, se protege al trabajador.

Xavier Vives, presidente del IPI (Iniciativa per la Productivitat i la Innovació). KIKE RINCÓN

¿Los políticos están por la labor de levantar trabas regulatorias?

Europa está empezando a corregirlo, a simplificar, que no significa lo mismo que desregular. Se pueden mantener las regulaciones necesarias, pero volverlas más sencillas de entender y de cumplir. Esto facilita la actividad del sector privado. Por ejemplo, la Unión Europea ha reactividad en el tema de la regulación medioambiental para las empresas más pequeñas, porque les suponía una carga importante que podía restarles competitividad.

¿Cómo convencerán desde el IPI a las instituciones para llevar a cabo estas reformas?

El IPI primero es un think tank, lo que significa que haremos estudios en profundidad para saber por qué pasa lo que pasa y cuáles son las medidas que se podrían tomar. Analizaremos buenas prácticas internacionales que se podrían trasladar aquí, por ejemplo, las políticas de Flandes sobre transferencia de tecnología. En Cataluña ha habido un esfuerzo importante en ciencia, pero la transferencia de tecnología va por detrás. Seguramente se debe a obstáculos a la iniciativa empresarial desde los centros de investigación y también porque tenemos un tejido empresarial que no está demasiado centrado en las tecnologías punta.

Es un pez que se muerde la cola.

Exactamente. Esto se debe romper. Por eso somos un think tank pero también un action tank. La mejora de la productividad no es un sprint, es un maratón. Se debe trabajar con unos objetivos claros, incansablemente, haciendo una cosa tras otra. No hay balas de plata.

¿Cuáles serán los próximos pasos del IPI?

Tenemos diferentes proyectos en cartera. Uno de ellos para analizar el impacto de los fondos de investigación y desarrollo, los fondos europeos. También otro sobre benchmarking de buenas prácticas en temas como la transferencia de tecnología. Muy pronto pondremos en marcha una serie de almuerzos sobre temas concretos clave para mejorar la productividad con los actores pertinentes.

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