El presidente Donald Trump va a suavizar el impacto de sus aranceles automotrices para evitar que los aranceles se acumulen sobre los vehículos, especialmente, por culpa de las tasas sobre el aluminio y acero que suponen un castigo doble. El sector reclama eliminar los aranceles para piezas extranjeras que se utilizan en camiones fabricados dentro de EEUU.
Los automóviles importados también recibirían un alivio frente a aranceles separados sobre el aluminio y el acero, en un esfuerzo por evitar que se acumulen múltiples gravámenes, avanza The Wall Street Journal. "Este acuerdo es una gran victoria para la política comercial del presidente, ya que premia a las compañías que manufacturan en el país mientras proporciona un margen de maniobra a los fabricantes que han expresado su compromiso de invertir en América y expandir su producción nacional", ha explicado el Secretario de Comercio, Howard Lutnick, en un comunicado posterior a la exclusiva del merdio estadounidense.
El giro se produce mientras Trump se prepara para viajar a Michigan, el corazón de la industria automotriz estadounidense, para conmemorar los primeros 100 días de su segundo mandato en la Casa Blanca. La medida podría firmarse este martes el martes, antes del discurso previsto por Trump en el condado de Macomb, un centro de fabricación de automóviles y bastión de trabajadores de clase obrera, a quienes Trump dice que sus aranceles están destinados a ayudar.
El cambio también representa la volátil estrategia comercial de Trump, tras su decisión a principios de mes de pausar los aranceles más altos a docenas de socios comerciales para permitir tiempo para negociaciones. Los aranceles del 25% sobre piezas de automóviles extranjeros entran en vigor el 3 de mayo. Bajo los cambios planeados, los fabricantes de automóviles podrían asegurar un reembolso parcial de los aranceles sobre piezas importadas, basado en el valor de su producción de autos en EEUU.
La magnitud de esos reembolsos disminuiría con el tiempo, con una eliminación gradual diseñada para empujar a los fabricantes a trasladar más parte de su cadena de suministro a EEUU, a la vez que les da tiempo para adaptarse.
Quejas de la industria
Fabricantes de automóviles, concesionarios y proveedores de piezas habían solicitado algún alivio, advirtiendo que los aranceles de Trump ponían en riesgo una cadena de suministro norteamericana altamente integrada.
"Ford da la bienvenida y aprecia estas decisiones del presidente Trump, que ayudarán a mitigar el impacto de los aranceles en fabricantes, proveedores y consumidores. Seguiremos trabajando de cerca con la administración en apoyo a la visión del presidente de una industria automotriz sana y en crecimiento en América", ha señalado el consejero delegado de Ford, Jim Farley, en un comunicado.
Mary Barra, CEO de GM, ha añadido en un comunicado que "creemos que el liderazgo del presidente está ayudando a nivelar el terreno de juego para compañías como GM y permitiéndonos invertir aún más en la economía de EEUU".
Grupos de la industria dijeron en una carta a la administración la semana pasada que los aranceles sobre piezas de automóviles importadas podrían aumentar los costos para las instalaciones de manufactura en EEUU, poniendo en riesgo los esfuerzos para revitalizar la fabricación de autos nacional.
A principios de este mes, Trump ya había dado señales de que era receptivo a las preocupaciones de las compañías automotrices, diciendo a los periodistas que los fabricantes que usan piezas de Canadá, México y otros países "necesitan un poco de tiempo, porque van a fabricarlas aquí".