
Cuando Donald Trump publicó la lista de aranceles una notable ausencia sorprendió a todo el mundo. La Rusia de Vladimir Putin no aparecía por ninguna parte (y Bielorusia tampoco). La explicación no tardó en aparecer de la mano del mismo secretario del Tesoro, Scott Bessent. El alto cargo explicaba en una entrevista en Fox que el motivo es que el comercio era ya muy pequeño. Sin embargo Rusia vive un verdadero desplome bursátil y un amenaza económica igual o incluso superior a la que existe entre los países gravados por Trump.
Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, el comercio con Rusia se ha desplomado drásticamente desde la invasión. La importación de productos desde Rusia en 2021 era de unos 29.600 millones de dólares, mientras que en 2024 apenas eran de 3.000 millones. El comercio total este último año ha sido solo de 3.500 millones dólares. Para contextualizar estas cifras, el mercado del gigante norteamericano representa menos del 1% del negocio de Moscú en el extranjero.
Pero ya no es solo que haya poco comercio, El director del Consejo Nacional de Economía de la Casa Blanca, Kevin Hasset, ha reconocido que la ausencia tiene mucho que ver con las conversaciones de paz en Ucrania. "Obviamente hay una negociación en marcha con Rusia y con Ucrania y creo que el presidente ha tomado la decisión de no mezclar estas dos cuestiones. No significa que Rusia con el tiempo vaya a ser tratada de forma muy distinta que el resto de países", explicó en una entrevista con la cadena ABC.
Sin embargo, esta baja dependencia no ha impedido que la bolsa de Moscú, el Moex, se quede cerca de un 3,91% este lunes. Y eso teniendo en cuenta que Rusia podría ser considerada como ganadora, en parte, por los aranceles. Ante los problemas con EEUU otros países podrían buscar otros mercados de los que abastecerse, cómo comprar gas ruso por parte de China, por ejemplo. Sin embargo, la realidad es que las empresas del país y su economía se están viendo desgarradas por un nuevo paradigma: una desaceleración mundial que hunde las grandes virtudes de la economía rusa, el petróleo y los metales.
Desde la propia Rusia, cargaban este lunes contundentemente contra los aranceles de EEUU, aunque no les haya afectado a ellos. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha alertado este lunes de que la situación económica "es extremadamente inestable". Peskov alegaba que "estamos haciendo todo lo necesario para minimizar las consecuencias de esta tormenta económica internacional".
La clave es el petróleo
El motivo fundamental es el petróleo y el gas. El precio de la materia prima se está desplomando anticipando una desaceleración económica mundial. En muy poco tiempo el precio de referencia en Europa, el brent, ha pasado de 75 dólares a rozar los 63, perdiendo un 17% en solo cuatro sesiones. No ha sido solo por Trump pues la OPEP ha triplicado el aumento de oferta presupuestado en la última reunión. Sin embargo, las peores perspectivas de un frenazo económico están siendo claves.
"Los precios podrían caer a unos 60 dólares en un futuro próximo. Todo depende del resultado de las negociaciones de Estados Unidos con varios países sobre aranceles y de la duración del conflicto comercial", declaró Abki Rajendran, director de Investigación del Mercado Petrolero de Energy Intelligence. Para Rusia, según datos del Banco Mundial, el 25% de su PIB reside en la industria petrolera (o gasista) y un 40% de las ventas al exterior. Para entender el impacto, una caída de 10 dólares en el precio del barril resta entre un 0,8% y un 1,5% en su PIB, según Atlantic Council.
El petróleo de los Urales, la base que mide los precios locales y de exportación de Rusia, se cotiza a unos 57 dólares por barril, frente a los más de 67 dólares de hace una semana. Con los precios cerca de 70 dólares Moscú había tenido que recurrir a su fondo soberano para mantener a flote sus precios. Ahora la situación es mucho peor. El país, además, ya venía de una situación realmente complicada por el petróleo. Según los últimos datos del ministerio de Finanzas del país, los ingresos por las exportaciones de petróleo y gas disminuyeron un 10% el primer trimestre de 2025 hasta los 90.000 millones de dólares.
El gobierno ya esperaba una reducción pero mucho mayor, algo que ha ya trastocó entonces los planes de déficit del Kremlin, ahora son mucho mayores. En 2024 el déficit se consiguió reducir al 1,7% del PIB gracias, precisamente a los gastos petroleros y este año creían que podrían reducirlo un 0,5% más gracias a unos precios petroleros estables y a unas mayores ventas a medida que se iban retirando los recortes voluntarios que realizaron en comandita con la OPEP.
Materias primas y un mundo débil
Pero ya no es solo la energía, los metales industriales se desmoronan también a medida que el mundo se prepara para un golpe en la producción mundial con las fábricas reduciendo pedidos. El 5% del PIB de Rusia viene solo de la producción de hierro y acero. Las empresas mineras son una parte fundamental de la economía del país, este sector, por sí mismo, representó el 11,23% de su PIB, produciendo desde cobre, hasta diamantes, pasando por hierro, aluminio, paladio y níquel. Por partes, el cobre desde el 1 de abril se ha desplomado ya un 12% mientras que el aluminio ha hecho lo propio un 3,54% y un 5% el níquel.
Este es el motivo detrás de las potentes caídas generales pero, en particular de las mineras. En+ Group, la firma productora de aluminio lideraba hoy las caídas del Moex al ceder un 9,7%. No era la única, firmas tecnológicas como VK, que cedían un 8,28% o la firma naviera Sovcomflot, que cedía un 8,22%. Queda por ver hasta donde seguirán bajando los precios del crudo y las materias primas y en qué posición deja a Rusia, pero pocos dudan ya de que será una de las más perjudicadas.