Bruselas
El que Donald Trump ha dado en llamar Día de la Liberación se ha convertido en un anuncio de aranceles a todos los productos que lleguen a Estados Unidos, incluida una tasa aduanera adicional del 20% para los bienes procedentes de la Unión Europea. Bruselas asegura que "está lista para responder" a las medidas anunciadas por Washington y, al tiempo, apela a la negociación en un intento por evitar los efectos negativos de esta decisión.
"Siempre hemos estado dispuestos a negociar con Estados Unidos, para eliminar cualquier barrera al comercio trasatlántico", ha afirmado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Al mismo tiempo ha sido clara: "estamos listos para responder".
A lo que se refiere es a un nuevo paquete de contramedidas para responder a los aranceles anunciados por la Casa Blanca y que se sumarían a la primera ronda de aranceles que se han puesto en marcha como reacción a las tasas al acero y al aluminio importados al mercado estadounidense.
"También vigilaremos de cerca los efectos indirectos que puedan tener estos aranceles, porque no podemos absorber el exceso de producción mundial ni aceptaremos el dumping en nuestro mercado", ha aseverado la presidenta de la Comisión Europea. Y es que se prevé que una de las principales consecuencias de las barreras arancelarias de Trump es que todos los productos, especialmente de China, que no puedan llegar ahora al mercado estadounidense puedan seguir una deriva hasta el mercado comunitario.
Si bien la alemana ha mostrado la disposición de Bruselas de defender los intereses europeos, también ha apelado al diálogo: "no es demasiado tarde para abordar estas preocupaciones a través de la negociación", ha dicho. En este sentido ha mostrado su voluntad de trabajar para reducir las barreras, no para elevarlas. "Movámonos de la confrontación a la negociación", ha añadido.
La jefa del Ejecutivo comunitario ha calificado de "duro golpe para la economía global" el anuncio del líder estadounidense y ha advertido de que las consecuencias serán "inmensas" ya que toda la "economía global sufrirá masivamente" y llevará a una nueva fase de "proteccionismo". La peor parte de esta decisión afectará a los "países más vulnerables, que están ahora sujetos a los mayores aranceles de Estados Unidos", ha advertido Von der Leyen.
El efecto de la decisión de Washington se sentirá "rápidamente", ha avisado la alemana, desde los productos de alimentación al transporte y la inflación repuntará. Todo ello generará, en un efecto similar al de la pandemia, roturas en la cadena de suministro y "burocracia administrativa". Además, "el precio de hacer negocios con EEUU aumentará drásticamente".
En un intento de acercamiento en aras de un entendimiento con la Casa Blanca, la presidenta de la Comisión Europea ha reconocido que hay actores que "están tomando una ventaja injusta de las reglas actuales" del comercio mundial y ha mostrado su intención de apoyar "cualquier esfuerzo para que el sistema de comercio global se ajuste a las nuevas realidades de la economía global". Sin embargo, ha agregado que elevar "los aranceles como primera y última herramienta no solucionará la situación".