Economía

Alemania se abre a un histórico gasto ilimitado en Defensa que podría alcanzar los 43.000 millones

Unabandera alemana en la Puerta de Brandeburgo, en Berlín

El acuerdo alcanzado por conservadores y socialdemócratas con Los Verdes este viernes para reformar la Constitución abre un nuevo capítulo en la historia del gasto militar en Alemania, pues posibilita un aumento ilimitado como reacción a la amenaza de la Rusia de Vladímir Putin y a la necesidad de que Europa garantice su seguridad.

"Hay un claro mensaje a nuestros socios y amigos, y también a nuestros enemigos de nuestra libertad: somos capaces de defendernos y estamos también completamente preparados para defendernos", ha recalcado el líder conservador y probable próximo canciller, Friedrich Merz.

El copresidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Lars Klingbeil, ha definido el acuerdo como "una señal histórica".

El compromiso plantea una reforma del llamado freno de la deuda, una norma anclada en la Constitución que exige que el endeudamiento anual no supere, en momentos de normalidad económica, el 0,35% del PIB.

La reforma libera de este límite al gasto en Defensa que supere el 1% del PIB, lo que implica un monto aproximado de 43.000 millones de euros.

Tim Lohse, profesor especializado en adquisiciones de equipos militares de la Universidad de Ciencias Aplicadas para la Economía y el Derecho de Berlín, ha asegurado que el acuerdo es "un cheque en blanco".

"Lo acordado es una posibilidad de endeudarse sin techo", según afirma. Para él, ahora se abre un capítulo histórico: "nunca antes se disparó tanto el endeudamiento, ni siquiera en tiempos de la reunificación".

Más allá del 2% en Defensa

Los Verdes, para sumarse al compromiso, han pedido que ello se aplique no sólo al presupuesto del Ministerio de Defensa, sino también a otros gastos relacionados con el equipamiento de los servicios secretos, la ciberseguridad, la protección civil o la ayuda financiera y militar a países agredidos, en clara alusión a Ucrania.

La reforma, que necesita ser adoptada en el Parlamento por una mayoría de dos tercios, de ahí la necesidad de contar ahora con el apoyo de Los Verdes, tiene un antecedente que es el Fondo especial para la Defensa, creado al comienzo de la invasión rusa contra Ucrania (febrero de 2022) y dotado con 100.000 millones de euros.

El propósito de ese fondo, que se estima que se agotará en 2026, es modernizar las Fuerzas Armadas alemanas y garantizar el apoyo a Ucrania.

Paralelamente a la creación del fondo se expresó, en su momento, el propósito de cumplir a largo plazo con la meta de la OTAN de que el gasto en Defensa alcance al menos el 2% del PIB, que ya se ha quedado desfasado, ya que el presidente de EEUU, Donald Trump, ha pedido subirlo al 5%.

El ministro de Economía saliente, el también ecologista Robert Habeck, defiende que el gasto debe aumentar hasta el 3,5% del PIB.

La reforma acordada este viernes, y que será sometida a votación en segunda y tercera lectura el próximo martes en la Cámara Baja, hará ahora posible un gasto casi ilimitado en Defensa si el Parlamento lo aprueba por mayoría simple.

Inversiones en infraestructuras

Además, los planes de reforma constitucional tienen un segundo aspecto que es la creación de un fondo especial para inversiones en infraestructuras, dotado con 500.000 millones de euros.

En el marco de las negociaciones con Los Verdes para llegar a un compromiso, ha llegado a plantearse separar los dos temas, dándole prioridad al aumento de gasto en Defensa.

El SPD lo ha rechazado y una de las negociadoras, la primera ministra del estado federado del Sarre, Anke Rehlinger, dijo que no se podía dar la impresión de que había dinero para tanques, pero no para inversiones en escuelas, puentes y carreteras maltrechas en medio de una recesión económica.

Exigencias ecologistas

Los Verdes han sido desde hace algún tiempo partidarios de una reforma del freno de la deuda que, según Habeck, partía de tres premisas que han dejado de ser válidas y según las cuales Alemania recibía energía barata de Rusia, vendía sus productos en China y podía confiar en que EEUU garantizaba su seguridad.

Sin embargo, la formación ecologista tenía dudas ante la propuesta de los conservadores y socialdemócratas, porque temían que el fondo especial para infraestructuras sólo sirviera para sacar del presupuesto ordinario inversiones que, en todo caso, iban a realizarse; y además echaban en falta que se destinase algo a la protección del clima.

El primer punto se ha resuelto estableciendo que, al menos el 10% del presupuesto ordinario, esté dedicado a inversiones y que con el fondo sólo se puedan financiar inversiones adicionales. La segunda crítica ha sido satisfecha destinando 100.000 millones al ya existente Fondo de Clima y Transformación.

Pero, para Los Verdes, se trata solo de un primer paso para una reforma y modernización del freno a la deuda en lo que, según ha advertido la copresidenta del grupo parlamentario de los ecologistas, Katharina Dröge, seguirán insistiendo.

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