
La pensión media de jubilación ya es un 19% mayor que en 2022, cuando el ya exministro de Seguridad Social y ahora gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, vinculó la revalorización de las pensiones al Índice de Precios al Consumo (IPC). El objetivo era asegurar que las pensiones siguiesen el ritmo de la inflación para que los jubilados no perdiesen poder adquisitivo frente a la subida de precios. Y aunque la reforma también incluía una serie de medidas para disminuir el gasto -como el aumento progresivo en la edad de jubilación- y otras para incrementar los ingresos de la Seguridad Social -como el incremento de las cotizaciones- , el incremento de las nóminas de los pensionistas sigue presionando el sistema.
Según los datos publicados esta mañana por el Ministerio de Seguridad Social, la pensión de jubilación ha superado por primera vez en el mes de febrero la cota de los 1.500 euros al mes. Desde 2022 -cuando los jubilados cobraban de media1.259,79 euros al mes- la nómina mensual ha subido 240 euros más al mes.
Como consecuencia y al mismo tiempo, el gasto de Seguridad Social en la nómina mensual de pensiones contributivas -que supone tres cuartas partes del gasto total- también ha subido. En concreto, desde que se aprobó la reforma de Escrivá ha aumentado un 24%. En total, supone un incremento en el gasto de 1.908,86 millones euros.
Hoy, el gasto total en pensiones ha marcado un nuevo récord, llegando hasta los 13.455 millones de euros en el segundo mes del año, un 6,22% más que el año pasado. En el caso concreto de las pensiones por jubilación, todas las variables marcan también récords -número de pensionistas, gasto y pensión media-."De mantenerse esta tendencia, el gasto no dejará de aumentar en las próximas décadas y el sistema de pensiones públicas estará cada vez más tensionado", advierte la consultora WTW en su último análisis sobre el impacto de la subida de las pensiones.
La revalorización aumenta las tensiones
"El aumento de la esperanza de vida, la incorporación al mercado laboral de generaciones menos numerosas, el descenso de la inmigración o el escaso crecimiento de la productividad han venido tensionando el sistema desde principios del siglo XXI y han hecho necesarias reformas para evitar entrar en una situación de déficit (es decir, que el sistema pague más de lo que ingresa). La revalorización de las pensiones en línea con la inflación no hace sino incrementar estas tensiones", explica la consultora.
En concreto, de mantener esta línea, el gasto en pensiones seguirá aumentando hasta alcanzar un pico máximo de 17.300 millones de euros mensuales alrededor de 2050, según las previsiones del ministerio de Economía. Además, si no se reduce el gasto, el pago de las pensiones llegará a suponer el 6,3 % del producto interior bruto (PIB), de acuerdo con las proyecciones de la Comisión Europea.
Un 46% en la última década
Y es que, reforma a parte, desde el último año que ofrece el registro de la Seguridad Social -2015-, la pensión media de jubilación ha subido un 46%. Ahora, los jubilados cobran 471 euros más al mes que en el año 2015. El gasto ha aumentado un 68% en la última década y el número de pensiones en vigor ha subido en 876.020.
Además, este año, la generación del baby boom seguirá dejando huella en las cifras de la Seguridad Social. De hecho, en 2024, los nacidos entre 1958 y 1959 ya empezaron a jubilarse y registraron un incremento del 12,6% en las altas de jubilación, unas 41.000 altas más en el cómputo del ejercicio que en 2023, hasta sumar un total de 368.000.
En enero de 2025 ya se han registrado un total de 38.234 altas nuevas con una pensión media de 1.754,24.