Economía

Castilla y León lleva la Formación Profesional agraria a la era digital

  • La inserción laboral de estas enseñanzas llega hasta el 95%
Una estudiante en un tractor de última generación
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La Comunidad Autónoma busca seguir siendo referente en el sector primario con una oferta formativa completa, de calidad y muy enfocada al 'agrotech'.

Agricultura y ganadería han sido y son motor de desarrollo para la economía de Castilla y León. Es la Comunidad con mayor número de cabezas de bovino de España y la tercera que más aporta al VAB agrario nacional con casi un 10%. Y la región quiere seguir aferrada a la fuerza tractora de unas actividades que han modelado su paisaje, han sido medio de vida de sus ciudadanos y se antojan también factor clave para el futuro de sus 2.248 municipios. Y, sin duda, que una estupenda manera de hacerlo es garantizándose profesionales preparados para pilotar los mandos del sector, más aún cuando éste se encuentra inmerso en una revolución tecnológica que le está transformando a pasos agigantados. Descárgate aquí gratis la revita elEconomistaAgro

En ese objetivo parece enmarcarse la amplia oferta formativa que, vinculada a las ramas agraria, ganadera, agroalimentaria y forestal, presenta la Comunidad; un catálogo que, más allá del ámbito universitario, incluye opciones de lo más variadas para desembarcar en el sector primario a través de la FP. Claro baluarte de esta segunda línea son los ocho Centros Integrados de Formación Profesional (CIFP) enfocados a esas materias que gestiona la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, el 22,22% de los 36 del mismo tipo que existen a nivel nacional, según datos del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes.

Repartidos por siete de las nueve provincias castellanas y leonesas, en ellos se ofertan todos los grados formativos de la familia profesional Agraria a excepción de Jardinería, siendo seis de ellos de tipo Medio -Producción Agropecuaria, Producción Agroecológica, Aprovechamiento y Conservación del Medio Natural, Aceites de Oliva y Vinos, Guía en el Medio Natural y de Tiempo Libre, y Actividades Ecuestres-, y cuatro de Grado Superior -Paisajismo y Medio Natural, Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal, Gestión Forestal y del Medio Natural, y Vitivinicultura-. En conjunto, esta red imparte una veintena de ciclos de esas disciplinas en sus centros, antes conocidos como escuelas de capacitación agraria, de Ávila, Albillos (Burgos), Almázcara (León), Viñalta (Palencia), Segovia, Coca (Segovia), Almazán (Soria) y Santa Espina, en Castromonte (Valladolid), que suman 709 alumnos, 456 hombres y 253 mujeres. Esta cifra representa un 15% más de alumnado que el curso anterior, incremento intrínsecamente ligado al esfuerzo y empeño de Castilla y León por mantenerse como referente en el ámbito agrario nacional.

De contacto, especializada y de calidad

Ese esfuerzo, sostenido en el tiempo, se ha convertido también en dinámico, ya que, en consonancia con la nueva era del agrotech, se ha ido adaptando a la exigencia de una formación de mayor contacto directo con el sector y, por supuesto, muy enfocada a la digitalización y tecnificación que envuelven a éste. En este sentido, desde la dirección general Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León explican que "los CIFP de la Consejería cuentan con explotaciones agrarias, ganaderas y forestales a disposición de la formación del alumnado, que contribuyen a que la formación impartida en ellos sea eminentemente práctica y especializada". Asimismo, se han establecido convenios "con empresas punteras en el sector de la maquinaria agrícola y con la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl)", para que esos alumnos y alumnas puedan realizar prácticas formativas "con maquinaria altamente especializada y tecnificada".

Los tractores de última generación que se han incorporado a la formación agraria no solo destacan por su potencia, sino también por las tecnologías avanzadas que integran. Los estudiantes aprenderán a manejar sistemas operativos especializados en la maquinaria agrícola, así como a utilizar sensores de precisión, imágenes por satélite y tecnologías basadas en Big Data. Este enfoque permitirá a los futuros profesionales optimizar recursos y procesos, respondiendo a las exigencias del mercado actual. Esto redunda, subraya el máximo responsable de esta Dirección General de Desarrollo Rural, Jorge Izquierdo, en que la oferta sea "de gran calidad" y los estudiantes cuenten con la mejor base posible para su salto al mercado laboral. De hecho, los índices de empleabilidad de los alumnos de los CIFP de la Junta de Castilla y León no son nada desdeñables; y es que, según datos de inserción laboral del alumnado que, en el año académico 2021-2022, cursó estudios vinculados al sector primario a través de las familias profesionales Agraria (AGA), Industria Alimentaria (INA) y Actividades Físico-deportivas (AFD), accedieron a un puesto de trabajo relacionado con esa formación a la conclusión de la misma, el 95,5%, 69% y 84,7%, respectivamente.

Cursos complementarios y de incorporación

Se erige, pues, la FP como importante proveedora de esos profesionales cualificados que demandan el campo, los montes y el conjunto de actividades ganaderas, toda vez que, a través de ella, se articulan y desarrollan también otras líneas complementarias de formación no reglada. Por un lado, con cursos de corta duración que proponen los propios CIFP, en colaboración con las Organizaciones Profesionales Agrarias y otras entidades y asociaciones relacionadas con el sector agrario y agroalimentario, para sus alumnos y para técnicos y profesionales de esas mismas actividades -el año pasado la programación incluyó 155 acciones formativas y unos 3.000 alumnos asistentes-.

Por otro, mediante el impulso de los llamados Cursos de Incorporación a la Empresa Agraria, que este año llegan con 1.000 plazas ofertadas y algunas novedades para facilitar al alumnado el acceso a la formación mínima exigida para poder ser beneficiario de las ayudas vinculadas a la PAC. Así, las principales, detalla la Dirección General de Desarrollo Rural, son la introducción de una parte práctica en la estructura de los cursos de 20 horas, constituida por dos visitas a empresas agrarias y por prácticas de campo y tecnológicas en los CIFP dependientes de la Consejería, y la sustitución de la modalidad de formación online por una modalidad mixta, donde se combina la formación teórica a distancia de 160 horas, con la mencionada formación práctica presencial y de contacto.

Además de los 21 ciclos (10 de Grado Superior y 11 de Grado Medio), que, en concreto, se cursan en los ocho Centros Integrados de Formación Profesional dependientes de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, en Castilla y León se imparten en este año académico otros 10 de las familias profesionales Agraria e Industrias Agroalimentarias.

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