Bruselas
Con el arranque de la nueva legislatura de la UE, el bloque comunitario empieza a dar forma al que será su próximo presupuesto plurianual y que comprenderá de 2028 a 2034. La conversación arranca mañana con unas primeras directrices dispuestas por parte del Ejecutivo comunitario. Una comunicación que llama a simplificar partidas presupuestarias diferidas en multitud de programas y a conceder más control a los Estados miembro sobre la distribución de fondos.
El documento que presentará la Comisión Europea este miércoles, al que ha tenido acceso elEconomista.es, plantea varios puntos clave para delinear el próximo marco financiero plurianual de la UE, que tiene como retos por delante el incremento del gasto en defensa o el pago de la deuda adquirida como parte del plan de salida de la pandemia. Debe ser más flexible, debe ser más simple y directo y plantea conceder a los Estados miembro más poder de decisión sobre a donde destinar los recursos.
La formulación diseñada por el Ejecutivo comunitario aboga por reducir el medio centenar de programas que actualmente componen el presupuesto comunitario a tres ejes prioritarios. Habla, por un lado, del Fondo Europeo para la Competitividad, de crear planes de reformas e inversiones para cada país y destinar financiación a lo que llama "intereses estratégicos".
uno de los ejes que establecía Bruselas como parte del plan para impulsar la competitividad del bloque y no perder la carrera con Estados Unidos y China. Este fondo se dirigirá a "sectores estratégicos" y "tecnologías críticas" y tendrá como objetivo dar alas a la innovación, la investigación y los proyectos de interés común para la UE.
El otro de los tres pilares que vertebrarán el presupuesto comunitario son planes de reformas e inversiones clave para cada país. Un marco en el que se incluirían los fondos regionales y las ayudas al sector agrícola y que dará a los países más margen para decidir qué proyectos financiar, incluyendo aquellos que tradicionalmente se pactaban con las autoridades locales.
El documento se refiere, además, a la necesidad de desarrollar "una política exterior europea con financiación más específica" que se alinee con los intereses estratégicos de la UE. Por ello, requiere una "mayor coherencia en la financiación de las políticas interiores y exteriores" y una mayor "coordinación para maximizar la eficacia y la visibilidad de la inversión" de los Estados miembro.
"El estatus quo no es una opción", apunta el documento de Bruselas. "Europa vive una época de profundos cambios para nuestra sociedad, nuestra seguridad, nuestra economía y nuestro planeta. La velocidad del cambio crea retos que sólo pueden resolverse mediante la acción conjunta en una Europa unida", continúa.
Un mensaje con el que llaman a una reformulación completa del marco financiero plurianual en un momento en el que el bloque tiene un reto inmenso por delante. Y es que es a partir de 2028 que la UE tendrá que empezar a cumplir con los compromisos adquiridos en el mercado para desplegar los más de 700.000 millones de euros que componen el plan de salida de la pandemia con los fondos de Recuperación. Tendrá que reembolsar entre 25.000 y 30.000 millones de euros anuales, es decir, el 20% del actual presupuesto comunitario anual, según apunta el documento de la Comisión Europea.
"Aunque todavía se están levantando fondos y el entorno de los tipos de interés está cambiando, en todos los escenarios los reembolsos de NextGenerationEU requerirán financiación significativa en el futuro", reconoce el documento delineado por la Comisión Europea.
En todo este combo hay que considerar la propuesta que ya ha puesto sobre la mesa España y que tiene todos los visos de levantar asperezas entre los países. Y es que cabe recordar que el presupuesto comunitario está compuesto de las aportaciones de los Estados miembro. Lo que Madrid planteaba era recurrir a una nueva emisión de deuda conjunta para elevar el presupuesto en 1.200 millones de euros, hasta los 2.000 millones.