
Bruselas se pone en guardia ante el anuncio de la administración de Donald Trump de imponer aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio al mercado norteamericano. La reacción comunitaria no se ha hecho esperar. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asegurado este martes que tal decisión tendrá, por parte de la UE, un contraataque "firme" y proporcionado".
"Los aranceles son impuestos, son malos para las empresas y peores para los consumidores", ha indicado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras conocerse la medida impulsada por la administración de Donald Trump. Es así que ha dejado claro que "los aranceles injustificados a la UE no quedarán sin respuesta: desencadenarán contramedidas firmes y proporcionadas".
"Lamento profundamente la decisión de Estados Unidos de imponer aranceles a las exportaciones europeas de acero y aluminio" ,ha replicado Von der Leyen. El mensaje llega en un momento en el que la jefa del Ejecutivo comunitario se reúne por primera vez con un representante de la Casa Blanca. La alemana se ve este martes en París con el vicepresidente de Estados Unidos, J.D Vance, en el que se convertirá en el primer encuentro con la nueva Administración estadounidense, en un evento sobre inteligencia artificial.
"La UE actuará para salvaguardar sus intereses económicos. Protegeremos a nuestros trabajadores, empresas y consumidores", ha asegurado Von der Leyen como parte de su respuesta a la medida del país norteamericano. No es la primera vez que Bruselas lanza un mensaje de este tipo, ya en el Foro Económico Mundial que tuvo lugar en enero en la localidad suiza de Davos, la alemana llamaba a evitar "una carrera global hacia el abismo", en relación a una escalada de las tensiones comerciales tanto por parte de Estados Unidos como de China.
Ante este escenario, la jefa del Ejecutivo comunitario aseguraba que "a nadie le interesa romper los lazos de la economía mundial. Más bien necesitamos modernizar las reglas para sostener nuestra capacidad de producir beneficios mutuos para nuestros ciudadanos".
Pero los esfuerzos de la UE por apelar a la estrecha relación y la afinidad con el que es su principal socio comercial parece que no han surtido efecto con el presidente estadounidense. Donald Trump anunciaba ayer aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio al mercado norteamericano, incluidas las de la UE. Cabe considerar que el grueso de estas importaciones proviene de Canadá, Brasil, México, Corea del Sur y Alemania. Si bien los aranceles se dirigen principalmente a China, afectarán también a las exportaciones comunitarias.
El gigante asiático es el principal productor de acero del mundo y el líder estadounidense está decidido a recalibrar las relaciones comerciales con sus socios. Lo cierto, es que los aranceles al acero y aluminio tienen su origen en la primera administración Trump si bien se mantuvieron durante el mandato de Joe Biden.