Economía

La formación es una asignatura pendiente en las compañías de reducido tamaño

  • Las iniciativas formativas hacen decantarse al 89% de los empleados por una empresa u otra
Curso formativo en una empresa
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La oferta formativa para los empleados es, sin duda, uno de los pilares fundamentales para el desarrollo y competitividad de cualquier empresa. Sin embargo, para las pymes es todavía una asignatura pendiente.

En los últimos años, las empresas han ido aumentando progresivamente su inversión en formación para empleados, con un gasto medio anual de 70,32 euros por trabajador en 2023, según el INE. A pesar de este avance, las pymes siguen enfrentándose a desafíos para incorporar programas de formación estructurados. "La formación para empleados es una inversión estratégica con amplios beneficios tanto para el talento como para la propia empresa, independientemente de su tamaño. La rápida evolución de las nuevas tecnologías ha acrecentado su importancia y, como no hay empresa que pueda mantenerse ajena a la transformación digital en la actualidad, la formación es relevante para todas ellas como herramienta de desarrollo y capacitación de los profesionales", explica Miriam Martín, directora de Comunicación y Marketing de Pluxee España.

Si bien el acceso por parte de los empleados a formación se ha ampliado en los últimos años gracias a las herramientas digitales y los programas de ayuda, aún muchas pequeñas y medianas empresas no han priorizado la capacitación de sus empleados como una estrategia clave para su crecimiento y competitividad. Además, existe una importante brecha entre lo que los empleados demandan en materia formativa y lo que las compañías realmente ofrecen. Según el estudio Retos y Tendencias en Recursos Humanos 2025, elaborado por Pluxee, el 89% de los empleados considera clave que su empresa ofrezca oportunidades formativas para permanecer en una compañía o elegir incorporarse a otra empresa. Sin embargo, la realidad dista mucho de esta expectativa: solo el 36% de los trabajadores afirma estar formándose activamente.

Muchas empresas de menor tamaño no cuentan con un presupuesto suficiente para destinar a programas formativos, ni con departamentos especializados en la gestión del talento. La falta de inversión en formación puede salir cara. "Aunque muchas pymes del tejido español se enfrentan a limitaciones de recursos, no hay que olvidar que herramientas como la retribución flexible permiten hacer accesible la formación", añade Martín.

A pesar de estas barreras, la tendencia parece estar cambiando. El estudio de Pluxee indica que el 70% de las empresas tiene previsto implementar planes de formación en 2025. Sin embargo, el desafío sigue siendo mayor para las pymes: solo un 54% de ellas contempla alguna acción formativa para el próximo año.

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