
La falta de personal cualificado ya supone un problema para el 62% de las pequeñas y medianas empresas. Si bien es cierto que hace diez años este porcentaje era apenas del 3%, en 2024 se ha incrementado en 59 puntos. Este dato certifica que las pymes españolas se enfrentan a un gran reto en los próximos años: atraer y tener talento, que se vuelve un requisito fundamental para su éxito. Así confirma el Informe pyme 2024 elaborado por El Consell Territorial de la Pime Foment del Treball, el Consejo General de Economistas de España (CGE), el Col·legi d'Economistes de Catalunya y Faedpyme. En este sentido, Valentí Pich, presidente del CGE reclama "una normativa lo más sencilla y sensata posible para que las empresas de menor tamaño puedan desarrollarse".
El estudio pone de manifiesto los problemas a los que se enfrentan las pymes a la hora de enfrentarse a una contratación. Dejando a un lado la falta de cualificación, que ha crecido notablemente en los últimos años, la escasez de oferta de candidatos es el principal problema para el 71,7% de pequeñas y medianas empresas. De todas ellas, las que señalan con especial ímpetu esta problemática son las medianas, un 73% de ellas.
Además, el 58,8% de las empresas también destacan las exigencias en condiciones laborales como uno de los principales problemas a los que se enfrentan a la hora de captar talento en el mercado laboral. Y es que, las pequeñas empresas compiten con las más grandes, que en la mayoría de casos pueden ofrecer unas condiciones más flexibles y retribuciones extra a las que las pequeñas y medianas empresas no pueden hacer frente. Ante esta problemática se pronunció el director Territorial y secretario técnico del Consell Territorial de la Pime de Foment , César Sánchez, quien afirmó que "las pymes son el motor de nuestra economía y su capacidad para atraer profesionales cualificados será determinante para su crecimiento, competitividad y sostenibilidad a largo plazo".

Para solucionar esta problemática, las pymes han destacado las principales mejoras que se pueden llevar a cabo para desarrollar, atraer y retener talento en el mercado laboral. En lo que al desarrollo respecta, destaca la reorganización dentro de la empresa. Cambios en los puestos pueden hacer que los más jóvenes ganen experiencia al aumentar la responsabilidad en sus tareas laborales. Para atraer el talento, el 61,2% de las pymes opta por una búsqueda externa, ya sea en otras empresas o en personas que se encuentran sin trabajo, pero están activas.
Además, el 45,3% valoran positivamente los convenios institucionales, al proporcional a personas que están formándose y que pueden lograr una gran fidelidad con la empresa al suponer una de sus primeras experiencias laborales. Por último, para retener el talento el 81,9% de las pymes optan por una mejora de las condiciones laborales, que harán que los trabajadores se sientan más valorados y elijan a la empresa en la que trabajan por encima de cualquier otra.
Acceder a nuevos mercados
El Informe pyme 2024 también ha tenido en cuenta las innovaciones que las pymes consideran importantes de cara a los próximo años, divididas en estrategia, gestión, procesos; y productos y servicios. En primer lugar, la menos valorada en lo que a estrategia respecta es el acceso a nuevos mercados, que solo es importante para un 32,7% de micropymes, un 40,4% de pequeñas empresas y un 43,8% de medianas. En gestión, todas cuentan con casi un 50% de valoración por parte de todas las pymes, pero destaca que el 64,6% de las medianas creen que es importante llevar a cabo mejoras en la organización y gestión de la empresa.
En lo que a procesos respecta, destaca la alta valoración de la mejora de los procesos de producción, que obtiene una opinión positiva del 61,2% de micros, 68,7% de pequeñas y 75% de medianas empresas. Cabe destacar que una mejora en la producción puede aumentar la eficiencia de las sociedades mercantiles y, directamente, repercutir en los precios de sus productos finales. Por último, en la innovación de productos y servicios, las pymes valoran positivamente los cambios y mejoras en los productos ya existentes (que forman parte del ADN de la marca), por encima que apostar por una nueva línea de productos.