Economía

Los líderes de la UE plantean incrementar la compra de armas y energía a EEUU para esquivar los aranceles de Trump

  •  El presidente lituano abre la puerta a acuerdos de libre comercio en el sector del automóvil
  • El canciller alemán asegura que la UE puede "responder a políticas aduaneras con políticas aduaneras
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron y la Alta Representante de la UE, Kaja Kallas.
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La UE sienta las bases de lo que será su estrategia en el ámbito de defensa en una reunión, este lunes, que mira a un escenario geopolítico incierto que apremia a tomar acción. Los jefes de Estado y de Gobierno comunitarios reunidos en Bruselas plantean continuar con la compra de armamento y energía a Estados Unidos como una fórmula para esquivar las tensiones comerciales y la advertencia arancelaria de líder estadounidense, Donald Trump.

La vista está puesta en los últimos movimientos del líder de la Casa Blanca. El pasado sábado, Trump cumplía con sus amenazas de imponer aranceles del 25 % a Canadá y México, del 10 % a China y confirmaba que hará lo propio con las importaciones de la UE. A este respecto, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, ha indicado que "es contradictorio están en el lado de la cooperativo en la OTAN y competir en el lado económico". Por eso se ha referido a una "agenda económica positiva" en la relación con el principal socio comercial de la UE.

En su llegada al encuentro de líderes de la UE que tiene lugar en Bruselas, el lituano ha abogado por "proponer algo que sea interesante y atractivo para EEUU. Como acuerdos de libre comercio en la industria del automóvil o comprar más recursos energéticos de EEUU". Se ha referido así a incrementar las compras de gas natural licuado (GNL) del mercado norteamericano o la compra de equipo militar como fórmulas para crear una "agenda económica constructiva y no destructiva" con Washington.

"Tanto los Estados Unidos como Europa se benefician del intercambio de bienes y servicios. Si la política aduanera lo dificultara, sería malo para EEUU y malo para Europa", ha lanzado su mensaje el canciller alemán Olaf Scholz, que ha evidenciado que la UE como "espacio económico fuerte" puede "responder a políticas aduaneras con políticas aduaneras".

Realmente, la idea de que para evitar una guerra comercial había que incrementar las compras en Estados Unidos la expuso por primera vez la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, que consideró que "para evitar una guerra comercial con Trump, debemos comprar productos americanos", según apuntó con una entrevista con el Financial Times. También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dejó entrever en el Foro Económico de Davos la dependencia comercial que EEUU tiene de la UE y, por tanto, que el incremento de tensiones entre los dos socios sería perjudicial para ambos. La gran incógnita sobre la mesa es, si de ejecutar su promesa Trump, la UE responderá con represalias.

La alta representante de la Unión Europea, Kaja Kallas, puso sobre la mesa la interconexión entre ambas regiones. "Necesitamos a Estados Unidos y Estados Unidos nos necesita a nosotros también. Los aranceles incrementan los costes", ha indicado. No obstante, ha dejado claro que "nos estamos preparando también por nuestro lado, pero lo que está claro es que no hay ganadores en las guerras comerciales".

El canciller alemán ha apostado por la cooperación: "sería bueno -desde la perspectiva tanto de EEUU como de Europa- que cooperáramos. Los intentos de acuerdos de libre comercio han quedado inicialmente en nada, pero en mi opinión siempre pueden retomarse".

En un encuentro que aborda no solo la estrategia de defensa de la UE sino la relación con la administración republicana entrante en Estados Unidos, el presidente galo, Emmanuel Macron, ha indicado que "si fuéramos atacados en los temas comerciales, Europa, como potencia que es, deberá hacerse respetar y reaccionar".

"Debemos hacer lo necesario para evitar esta estúpida e innecesaria guerra arancelaria", ha esgrimido el primer ministro polaco, Donald Tusk a su llegada al encuentro. Al mismo tiempo, ha defendido "no perder el sentido común, nuestros intereses" y nuestro "respecto por uno mismo", en las conversaciones con EEUU. Y aunque ha asegurado que "no es fácil", también ha mostrado el compromiso con los daneses ante las pretensiones que el líder republicano ha delineado sobre Groenlandia.

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