
El nuevo presidente del Consejo de la UE, Antonio Costa, arranca la legislatura con un nuevo formato de reunión de líderes de la UE. Este lunes, los jefes de Estado y de Gobierno del bloque comunitario mantendrán un encuentro informal en el que abordarán las relaciones con la nueva administración estadounidense de Donald Trump y la perspectiva de impulsar la inversión en Defensa del bloque comunitario con el gran melón de la financiación como principal escollo a salvar.
La defensa centrará las conversaciones en un intento por que la UE incremente su responsabilidad en esta materia y para impulsar una mayor cooperación entre Estados miembro. La invasión militar rusa de Ucrania ha obligado a la UE a ponerse las pilas en materia de seguridad y debe impulsar la inversión en este segmento. La principal cuestión radica en cómo hacerlo, es decir, cómo canalizar la financiación y de dónde provendrá teniendo en cuenta las reticencias de ciertos países a aumentar su contribución al presupuesto comunitario.
Por eso el encuentro pretende dar respuesta a tres preguntas clave: ¿Cuáles deberían ser las capacidades de defensa que debemos desarrollar de forma prioritaria?, ¿Estamos de acuerdo en gastar más y cómo podemos acelerar la movilización de la financiación privada, con qué instrumentos de la UE? Y, por último, ¿Cuáles deben ser nuestras prioridades con los socios europeos no pertenecientes a la UE?
Se trata, no obstante, de un primer paso. Una primera conversación que pretende dar forma tanto el futuro documento técnico sobre defensa que delineará la Comisión Europea como los futuros debates de los líderes. La principal dificultad radicará en cómo financiar la compra de más capacidad de defensa, incluyendo la participación del sector privado o la financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que debe ampliar la perspectiva de lo que considera proyectos con fines duales, es decir, militar y civil.
En lo que respecta a la financiación pública necesaria para impulsar esta partida, el debate tiene una perspectiva a corto plazo que se centrará en explorar el potencial del presupuesto europeo actual para movilizar financiación al sector de defensa. En la perspectiva a largo plazo, se abordará qué mecanismos existen en el diseño del próximo presupuesto de la UE, de 2028 a 2034, para incrementar esta partida.
El encuentro se articula como la primera piedra de las importantes decisiones que se tomarán en los próximos meses. Todo ello en un contexto de enorme incertidumbre geopolítica e inestabilidad en la que la UE debe impulsar su autonomía estratégica para reducir dependencias de un solo socio comercial, que en este caso es Estados Unidos.
Por eso, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca será otro de los asuntos que aborden los líderes. La UE depende de las importaciones de EEUU en el segmento militar y las amenazas del republicano de imponer aranceles a las importaciones comunitarias podría derivar en un incremento de las tensiones con el que es el principal socio comercial de Europa.
El encuentro se estructura de tal manera que los jefes de Estado y de Gobierno se reunirán en primer lugar con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, para, tras un debate a Veintisiete, incluir en la conversación al primer ministro británico, Keir Starmer.
La cita tiene mucho de particular, no solo por el formato. Será la primera vez que los líderes comunitarios se reúnan para hablar solo de defensa. Es el primer encuentro desde que Trump inició su nuevo mandato en la Casa Blanca y es la primera vez que a la cita acude un primer ministro británico desde el Brexit.
La conversación sobre Estados Unidos abordará las posibles tensiones comerciales con EEUU, el principal socio comercial de la UE. Pero más allá de ello, Groenlandia está llamado a convertirse en uno de los grandes temas de discusión tras las intenciones esgrimidas por Donald Trump. Una preocupación que previsiblemente sacará a colación la primera ministra danesa, Mette Frederiksen.
En su carta para convocar a los líderes comunitarios, Costa subrayó que Europa debe asumir una "mayor responsabilidad sobre su propia defensa", para que sea más resiliente, eficiente y autónoma. Al tiempo, ha reconocido que pese a que los Estados miembro han incrementado sus partidas en este segmento, todavía resulta necesario aumentar la inversión en este ámbito.
España y otros 18 países piden al BEI más financiación para seguridad
España y otros 18 países de la UE han instado al Banco Europeo de Inversiones que ajuste su mandato para poder financiar más proyectos de seguridad y defensa y explore la posibilidad de emitir deuda ante la "crucial" necesidad de reforzar la base industrial militar comunitaria. "El BEI debe seguir explorando nuevas vías para desempeñar un papel aún más destacado en la financiación de inversiones y el apalancamiento de financiación privada para el sector de la seguridad y la defensa", indicaron en la carta.