Barcelona
La expectación se palpaba a las afueras de la Escuela Industrial de Barcelona. La conferencia del presidente Salvador Illa, celebrada cuando el socialista bordea sus primeros seis meses de mandato, ha congregado a la plana mayor de la sociedad civil catalana en el paraninfo de la antigua fábrica algodonera. Los líderes empresariales y sociales esperaban un golpe de efecto que ha llegado hacia la mitad de la charla: el Govern invertirá 18.500 millones de euros entre 2025 y 2030 para recuperar el liderazgo económico de Cataluña en España y Europa.
En palabras de Illa, se trata de "la mayor inversión pública desde el año 2010". Los 18.500 millones se repartirán entre aportaciones directas de la Generalitat (13.700 millones) y créditos concedidos a través del Instituto Catalán de Finanzas (4.800 millones).
Este desembolso forma parte de un plan llamado Catalunya lidera que se aprobará en el próximo Consell Executiu y que consta de cinco ejes estratégicos: infraestructuras --que concentrará el grueso inversor--, modernización productiva, conocimiento e innovación, buen gobierno e igualdad de oportunidades. Illa no ha detallado ninguna de las 200 medidas que contendrá este plan.
El anuncio de Illa llega pocas semanas después del fiasco presupuestario del ejecutivo catalán, que se ha visto obligado a prorrogar las cuentas públicas de 2024, que a su vez prorrogan las de 2023, ante la negativa de ERC a negociar los presupuestos. En diferentes ocasiones, el president ha defendido que gobernará pese a este contratiempo y aun estando en minoría, mientras que la consejera de Economía, Alícia Romero, ha asegurado que a través de suplementos de crédito se pueden "seguir haciendo cosas, casi lo mismo que podríamos hacer con un presupuesto".
En el paraninfo de la Escuela Industrial se hallaban altos directivos como el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, el presidente y consejero delegado de Aena, Maurici Lucena, el director general de Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Naturgy, Jordi Garcia Tabernero, y el nuevo presidente de Telefónica, Marc Murtra. También han acudido a la conferencia el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, y el secretario general de CCOO de Cataluña, Javier Pacheco.
Mutis sobre la financiación
A lo largo de su discurso, Illa ha desgranado las líneas maestras del plan económico del Govern. Al igual que en otras ocasiones, el dirigente se ha referido al concepto de "prosperidad compartida" para desmarcarse de las alternativas que a su juicio anteponen los "privilegios" a los "derechos". "Dos modelos, dos planteamientos. ¿Avanzar con todo el mundo o avanzar dejando a amplios colectivos al margen? ¿Ganamos todos o ganan unos pocos? ¿Modelo económico de los derechos o modelo económico de los privilegios? ¿Transformación social o conformismo, por no decir resignación social?", ha reflexionado.
El president ha citado los informes de Enrico Letta y Mario Draghi, así como la política de la Comisión Europea, para encuadrar su posicionamiento económico y ha sostenido que defiende una "fiscalidad justa", en alusión a otros gobiernos autonómicos que practican bajadas de impuestos. "Nos fijamos el objetivo de liderar la economía española en un horizonte de 10 años, y si podemos en cinco años. Queremos romper cuellos de botella y deshacer nudos para ser la región más próspera de España y una de las más prósperas de Europa", ha declarado.
A lo largo de su intervención, que ha durado cerca de treinta minutos, el dirigente ha hecho mutis sobre la reforma de la financiación autonómica pactada con ERC. Illa ha reconocido que junto a la "actitud positiva hacia Cataluña" que detecta cuando viaja por España, también percibe "actitudes abiertamente recelosas" que considera "minoritarias". Pero no ha querido abordar estas críticas para "no generar ruido" y tampoco las ha vinculado al concierto económico que diseña el Govern.
Por otro lado, el president ha agradecido el retorno de la sede de empresas a Cataluña tras el procés. La semana pasada, Banco Sabadell comunicó que trasladaba su domicilio social desde Alicante hasta Sabadell, ciudad de la que tomó el nombre en el momento de su fundación en 1881. "En el mundo que viene, el factor territorio, el factor país, será cada vez más relevante para las empresas. Empresas grandes y pequeñas, abiertas, con presencia en el mundo, pero claramente vinculadas a un país y territorio. Con el alma, si me lo dejan decir así", ha dicho Illa.