
El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, no se echará atrás ante el plan de su homólogo de CEOE, Antonio Garamendi, de avalar una candidatura alternativa, en las elecciones que la patronal de las pequeñas y medianas empresas celebrará en este ejercicio –todavía sin fecha definitiva para su convocatoria- una vez transcurridos los cuatro años del mandato iniciado en 2021.
Las desavenencias entre Cuerva y Garamendi han sido constantes en los últimos años, marcados por un gran número de reformas impulsadas por el Ejecutivo y que afectaban directamente a las empresas. Fuentes conocedoras aseguran a elEconomista.es que el líder de CEOE contactó ya a varios posibles aspirantes con potencial para enfrentarse a Cuerva y que, "al menos uno de ellos", ya le ha dado el sí.
En caso de que esta persona lograra una victoria en los comicios de 2025, garantizaría una Presidencia de Cepyme más afín a las posiciones defendidas por el círculo de Garamendi, algo que resulta clave en un contexto en el que el presidente vasco también tendrá que enfrentarse a las urnas en 2026 para seguir al frente de CEOE.
No obstante, dicha combatividad está muy lejos de haber debilitado la posición de Cuerva. Muy al contrario, en círculos cercanos al empresario granadino aseguran que cuenta con apoyos suficientes para plantar cara a otra candidatura, incluso si tiene que medirse con un candidato que cuente con el apoyo explícito de Garamendi. El líder de Cepyme evitó aclarar a preguntas de la prensa si volvería a presentarse, ya que explicó que es una decisión que tiene que consultar con su equipo, pero la defensa del trabajo llevado a cabo al frente de la organización en los últimos años invita a pensar que sí.
Por tanto, Cuerva estaría en condiciones de revalidar un liderazgo que ostenta ininterrumpidamente desde 2019. Sin embargo, también Garamendi cuenta con elementos capaces de reforzar su posición en este enfrentamiento. La financiación de Cepyme depende de su matriz, CEOE, y ambas patronales tienen socios en común, sobre los que el equipo de Garamendi podría tener influencia en esta votación.
Es por ello que en este tiempo el líder de las pequeñas y medianas empresas ha velado por mantener la lealtad al presidente de CEOE, pese a no compartir muchas de las posiciones expresadas sobre los incrementos del SMI, la reforma laboral o recientemente, los indultos. "Creo que la unidad de acción empresarial es evidente y buena. Cepyme ha mostrado lealtad, coordinación en la defensa de los intereses de unidad empresarial" defendía este lunes.
Cuerva y Garamendi se reunirán este martes para abordar este choque, después de que los contactos de la búsqueda de candidatos por parte del líder de CEOE publicada por ABC llegara a oídos de Cepyme. El encuentro estaba programado para este lunes, pero optaron por retrasarlo un día más.
Años de diferencias
El empresario granadino accedió al cargo por primera vez en 2019, cuando el presidente de CEOE tomó el relevo de Juan Rosell y dos años más tarde reunió el respaldo de la Asamblea General de Cepyme para presidir la organización otros cuatro años. En este periodo, el desencuentro entre las cúpulas de ambas patronales solo ha trascendido a la esfera pública en contadas ocasiones .
Si bien, diferentes fuentes apuntan a que este ha crecido notablemente desde el mes de julio, cuando con motivo de su cita anual Cuerva presentó un contundente manifiesto a favor de la libertad de empresa frente al intervencionismo del Gobierno de Pedro Sánchez, en un acto en el que estuvo arropado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Dentro de las organizaciones empresariales, estas palabras fueron interpretadas como la expresión más clara de las diferencias que arrastraban a raíz de los acercamientos con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, entonces integrada en el ala de Unidas Podemos con la que algunas voces internas querían mantener una postura más dura.