Economía

Díaz propondrá "que el SMI suba a 50 euros al mes" y asegura que el Gobierno aprobará la reducción de la jornada laboral

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, propondrá este miércoles a los agentes sociales una subida del salario mínimo de 50 euros (del 4,4 %), con lo que éste llegaría a los 1.184 euros mensuales, con catorce pagas, según confirma en una entrevista en La Vanguardia.

Se trata de la opción más elevada que planteaban los expertos, que aconsejan un alza del 3,4 % o del 4,4 % para 2025, en función de dos métodos diferentes de cálculo, es decir, incrementar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 39 o en 50 euros brutos mensuales, con lo que subiría a 1.173 euros o a 1.184 euros brutos mensuales.

Díaz promete además flexibilidad a la patronal si se suma al acuerdo: "Nada me gustaría más que la patronal se sumara. Si hay acuerdo seré flexible", afirma.

Después de unos días en los que ha protagonizado un enfrentamiento público con el área socialista del Gobierno por la reducción de la jornada laboral, la ministra redobla en la entrevista sus acusaciones al PSOE por incumplir acuerdos e intentar bloquear la medida y advierte de que esta maniobra está generando una "crisis de confianza" en la ciudadanía.

Dice que con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, no tiene una "diferencia personal, sino una diferencia política de mirada profunda", pero insiste en que la reducción de la jornada laboral "se va a cumplir".

BNG pide un SMI superior al que dicen los expertos y llegar a 1.320 euros

El BNG ha planteado al Gobierno la idea de elevar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 1.320 euros al mes durante 14 pagas en 2025, para que así corresponda con el 60% del salario medio de España tal como establece la Carta Social Europea. De esta forma, anima al Gobierno a ir más allá de la subida que han propuesto los expertos que le asesoran en esta materia.

En plenas negociaciones del Ministerio de Trabajo con los sindicatos para revalorizar el SMI, la senadora del Bloque, Carmen Da Silva, explica en una pregunta escrita registrada en el Senado que en 2024 el salario mínimo (1.134 euros) representó el 51,5% del salario medio, que el año pasado alcanzó los 2.200 euros según datos de la Agencia Tributaria.

Una cantidad, dice, que "está muy lejos del salario mínimo recomendado por el Consejo de Europa. "Debería de haber sido del 60% y, por lo tanto, llegar a los 1.320,04 euros al mes para 2025", reclama la senadora en el documento, al que ha accedido Europa Press.

Los expertos recomiendan subirlo a 50 euros

De momento, no hay una propuesta firme sobre la mesa, pero el Comité de Expertos que asesora al Gobierno para la subida del SMI ha recomendado al departamento liderado por la vicepresidenta Yolanda Díaz que lo incremente este año o un 3,4% (hasta los 1.172,5 euros) o un 4,4% (situándolo en 1.184 euros al mes).

Con todo ello, el BNG pregunta al Gobierno si no debería coger como referencia los mismos datos que maneja el Comité Europeo de Derechos Sociales que toma como referencia los módulos salariales que publica la Agencia Tributaria. A renglón seguido, la senadora ha querido saber si el Ejecutivo tiene previsto cumplir con el contenido de la Carta Social Europea y situar el SMI en 60% del salario medio para 2025.

Por último, el BNG ha preguntado sobre cuál va a ser el posicionamiento del Ministerio ante una eventual resolución del Comité Europeo de Derechos Sociales que dictamine el incumplimiento por parte del Estado en lo que al SMI se refiere, y si rectificará para cumplir "efectivamente" con la Carta Social.

Una reducción de jornada muy próxima

Por otro lado, Díaz asume que sus socios de Gobierno cambiarán el texto sobre la reducción de la jornada laboral para "agradar" al PNV y aumentar las posibilidades de que se supere con éxito la tramitación parlamentaria en el Congreso de los Diputados.

Así, continúa el rifirrafe entre los socios del Gobierno a cuenta de la reducción de la reforma laboral. Díaz tiene en cuenta que los votos del PNV y de Junts son esenciales y asume que, de cara a la negociación con el resto de las fuerzas parlamentarias, cambiarán el texto. Sin embargo, defiende que debe aprobarse por la vía de urgencia y sin realizar cambios en el Consejo de Ministros, sabedora de que posteriormente tendrán que incorporarse retoques más o menos relevantes para atraer los votos necesarios, especialmente del PNV y, sobre todo, de Junts.

Y es que la vicepresidenta segunda terminó el año con un acuerdo con los sindicatos para rebajar de 40 a 37,5 horas semanales la jornada, pero ahora debe aprobarse en Consejo de Ministros para remitirse después a las Cortes y los trámites no son nada fáciles.

Por ello, Díaz no quiere que haya una primera 'criba' en el seno del Ejecutivo y fuentes de su entorno señalan a Economía como la causante de que no se pueda aprobar en estos próximos días. Desde el Ministerio que dirige Carlos Cuerpo insisten a Servimedia en que no están en contra de la medida y aseguran que "es falso" que no se vaya a sacar adelante, aunque no niegan el rechazo a la vía de urgencia, como propone Díaz. Tampoco precisan los plazos que ellos manejan y aseguran que la medida es prioritaria.

El choque entre Trabajo y Economía está en máximos, pues en una entrevista en RNE Díaz llegó a acusar a Cuerpo de oponerse a la reducción de la jornada, lo que es "casi de ser un poco mala persona". Días después, en Telecinco, manifestó que Economía estaba bloqueando la aprobación del texto de la reducción de la jornada en Consejo de Ministros. Ello fue desmentido de inmediato por el departamento dirigido por Cuerpo.

Firmemente comprometida

De hecho, la parte socialista del Ejecutivo asegura estar firm medida. Desde Moncloa recuerdan que no es momento ahora de abrir nuevos frentes con PNV y Junts con el inicio de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2025 a la vuelta de la esquina.

La principal petición del PNV es que haya "un acuerdo trascendente" entre todos los agentes y no de sólo unos pocos para apoyar la iniciativa al considerar que se trata de un asunto de calado y buscan que concite el apoyo del mayor número de agentes posible.

Así, su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, recalcó el pasado 23 de diciembre, en una entrevista en Radio Euskadi, que "hay que ver la letra pequeña para ver cómo lo regulamos y cómo lo pueden hacer las empresas pequeñas" y aseguró que "cuando se vea qué es lo que se presenta tomaremos la decisión", para apostillar que "lo deseable hubiera sido un acuerdo entre sindicatos y empresarios".

Desde la formación recuerdan que la administración en Euskadi ya cumple con la jornada laboral de 37,5 horas y buena parte del mundo laboral, pero sí que esperan ver la "letra pequeña" respecto a cómo se aplique esta reducción de jornada en las pymes.

Junts: "esta carpeta no se abre"

Por su parte, Junts sigue sin garantizar la aprobación de esta medida y advierten de que "esta carpeta no se abre hasta que no se cierren otras". Sin embargo, desde el Ministerio de Díaz aseguran que el Gobierno ya encarriló con Junts estas negociaciones antes de las vacaciones de Navidad a cambio de una "mínima cesión" por parte del Ejecutivo a Cataluña sin querer desvelar más.

En paralelo, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, se involucró en suavizar las relaciones políticas reuniéndose el pasado 16 de diciembre en Waterloo con el líder de Junts, Carles Puigdemont, para que su grupo apoye la medida en las Cortes.

Álvarez, conocedor de que la vida parlamentaria este nuevo año puede ser imposible sin los siete apoyos de Junts al Gobierno, reclamó que cumpla los acuerdos alcanzados con el Ejecutivo para "seguir aprobando leyes".

Que la patronal forme parte o no de un acuerdo de reducción de jornada tiene bastante importancia, ya que la firma de los empresarios puede atraer el apoyo o, por lo menos, la abstención de partidos de corte más conservador como el PP, Junts o el PNV. Pero este escenario queda descartado por parte del entorno de Díaz y, por ello, tuvo esta visita a Puigdemont especial relevancia dentro del Ejecutivo.

La posición de Junts es importante, porque sin sus votos, como sin los del PNV, la reducción de jornada no tiene opciones de prosperar en el Congreso de los Diputados.

Menos reuniones económicas

Desde el Ministerio de Economía insisten en que el asunto no será incluido en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (Cdgae) del próximo 13 de enero, la próxima en el horizonte, y que podrá ser requerida su inclusión para la del 27 de enero.

Mientras, fuentes de Trabajo critican que la periodicidad de estas reuniones ha caído respecto a la anterior legislatura, lo que estrecha aún más las oportunidades de colocar temas en el Consejo de Ministros.

Por otra parte, cabe recordar que las diferencias entre Díaz y Cuerpo no se circunscriben solo a la jornada laboral, sino también a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Yolanda Díaz acusó también a Cuerpo de no ser partidario de incrementar este indicador.

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