
Pese a los tres excelentes años de mercado con un 2024 en el que algunos índices (especialmente en EEUU) han batido todas las expectativas bursátiles, los analistas aún esperan que la fiesta se alargue a 2025. No en vano, anticipan más subidas en Wall Street en los próximos 12 meses (10% en el S&P 500 y 8% en el Nasdaq 100). Un potencial que los expertos también atisban en la bolsa europea al otorgar un alza del 14% al índice de referencia, el EuroStoxx 50, y al Ibex. El impulso de los resultados empresariales y las buenas perspectivas de negocio que presentan las cotizadas es el argumento principal que sustenta el recorrido al alza que los analistas ven a la renta variable. Y es también el motivo que lleva a los asesores financieros a contemplar con buenos ojos las bolsas de cara a 2025. Así se desprende de la última encuesta EFPA-elEconomista.es, que se realiza dos veces al año y la que en esta ocasión han participado cerca de 280 profesionales. El sondeo no deja lugar a dudas. Tanto es así que menos de un 12% de estos profesionales reducirá su exposición a la renta variable en el próximo ejercicio. No obstante, del 88% restante, solo el 35% opta por aumentar el peso de la bolsa en en sus carteras, siendo mantener la respuesta mayoritaria de la encuesta, con un 52,7%. Esto quiere decir que existe un moderado optimismo en los mercados para 2025. Una cautela lógica ante el hecho de que existen sobradas incertidumbres horizonte que pueden tumbar las buenas perspectivas actuales de las bolsas. Para empezar la geopolítica. Aunque el gran foco de incertidumbre para los expertos reside en la vuelta de Donald Trump y el impacto que en el mercado pueden tener sus políticas claramente inflacionistas.