
La reforma fiscal ha estado hasta unas horas de que se aborde su votación en el Congreso de los Diputados, cuando ya ha comenzado la sesión plenaria. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha sido la segunda en intervenir en el debate donde ha evitado anticipar cuál será el sentido del voto de su grupo y ha reprochado al PSOE que acudiera a sus socios de izquierdas cuando ya había cerrado un pacto con Junts para eliminar la tasa a las energéticas. "Les pido que rectifiquen, si quieren los votos de Podemos tiene que haber impuesto a las grandes energéticas" ha sentenciado desde la tribuna. Minutos después la formación anunciaba que había cerrado un acuerdo con los socialistas en un comunicado.
La líder del espacio morado se ha dirigido directamente a Félix Bolaños, quien ha encabezado las negociaciones con su grupo para trasladarle que no van a entrar en la dinámica "malmenorista" por la que el PSOE les exige que respalden sus reformas, pese que de acuerdo con el criterio de los morados carecen de ambición para llevar a cabo las transformaciones necesarias tanto en vivienda, como en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y ahora, en el sistema fiscal.
Belarra, había adelantado esta mañana en declaraciones a TVE que los contactos mantenidos a lo largo de este miércoles con el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Féliz Bolaños, no han servido para atar su apoyo al paquete fiscal que previsiblemente se someterá a votación a primera hora de esta tarde, cuando todos los grupos parlamentarios hayan fijado su posición respecto al dictamen y las enmiendas con las que intentan salvar la tasa a la banca.
La diputada ha explicado que su formación planteó al PSOE dos soluciones para que las normas vinculadas al quinto pago de los fondos europeos salieran adelante, pero que estas fueron rechazadas por el socio mayoritario del Gobierno, que está al frente del Ministerio de Hacienda. Podemos exigió al ministro un compromiso firme de que el impuesto a las energéticas iba a salir adelante -algo que ya había acordado con EH Bildu, ERC y BNG- y un umbral mínimo de recaudación con esta tasa, para evitar que las bonificaciones incluidas en la redacción del texto para las compañías que hagan inversiones para mermar su impacto climático lo reduzcan a un gesto simbólico.
"Todavía no hay acuerdo, nosotros siempre tenemos los teléfonos abiertos pero tengo que decir que estoy muy preocupada. Me parece que el Gobierno está tratando de esconderse detrás de Junts per Catalunya para oponerse a un impuesto que ahora mismo es imprescindible" ha explicado en la entrevista. "Pensamos que es urgente que nuestro país tenga un impuesto a las energéticas, para que se puedan hacer responsables ya que ellas son las principales responsables de la contaminación que ha provocado una emergencia climática con consecuencias como la DANA" ha añadido, tras lanzar críticas concretas contra Repsol.
La líder de Podemos ha sostenido que su partido no va a someterse a ningún tipo de chantaje y ha condicionado el voto afirmativo de los cuatro integrantes de su grupo parlamentario a que el PSOE asuma un compromiso firme de aprobar la tasa. Al ser preguntada por el sentido de su voto si no se recogen estos puntos, ha evitado decir si se pronunciarían en contra o por el contrario, se abstendrían. Precisamente esta es la clave del debate de este jueves, puesto que el voto en contra de los morados llevaría a un empate técnico en 175 apoyos que forzaría una doble votación, tras la que si no se decantase la balanza a favor del proyecto de ley, decaería la iniciativa.
El Gobierno arriesga en esta votación el desembolso de más de 7.000 millones de euros vinculado al próximo desembolso de los fondos europeos, una posible sanción por no transponer en plazo la directiva que establece un tipo mínimo del 15% para los grandes grupos y las multinacionales y además, pondría en riesgo el plan de ajuste fiscal remitido a Bruselas hace apenas un mes en el que se comprometía a recaudar más impuestos para no verse obligado a reducir el gasto en 2025.