Madrid
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy el nuevo reglamento de extranjería, la figura con la que el Gobierno quiere regularizar a 900.000 extranjeros en España en los próximos tres años a través de nuevas figuras de arraigo que flexibilizarán y facilitarán las condiciones para conceder el permiso de residencia y de trabajo para los residentes no nacionales. Reduce de tres a dos años el tiempo necesario de estancia en España para conceder el permiso de residencia y trabajo a un extranjero. Junto a ello, favorecerá la contratación colectiva en origen, asociada a las actividades de temporada del sector agrícola y a la migración circular.
La rama de Migraciones del ministerio que dirige Elma Saiz cumple con los plazos al aprobar el texto en noviembre, una vez conseguido el dictamen del Consejo de Estado, tal y como informó elEconomista.es. Así, el nuevo reglamento para adaptarse "a la situación actual del fenómeno migratorio" entrará en vigor dentro de seis meses.
Así, la ministra Saiz ha apuntado tras el Consejo de Ministros que puedan regularizar su situación 300.000 personas al año durante los próximos tres años desde la entrada en vigor del reglamento. "Estamos ante la reforma más ambiciosa e integral desde su entrada en vigor hace 13 años", ha avanzado la ministra. Fuentes del Ministerio esperan incluso rebasar la proyección estimada de 900.000 personas durante el próximo trienio. Esta mañana, Saiz ha citado algunos informes que calculan que España tendría que incorporar de 250.000 a 350.000 extranjeros para mantener el Estado de Bienestar.
Arraigo a los dos años
La actualización del reglamento cobra especial importancia ante el 'boom' de inmigrantes que han cruzado la frontera desde la pandemia, con un incremento de peticiones asociado también a los casos más vulnerables derivados de las diferentes guerras. El Ejecutivo retoca las figuras que permite el acceso al permiso de residencia y de trabajo de forma regular a los extranjeros; así como los visados.
El reglamento simplifica los arraigos, que es el permiso de residencia por circunstancias excepcionales. La legislación vigente en la actualidad establece diferentes condiciones para cada tipo. Con la reforma, añade otro adicional (cinco en total) pero solicitan únicamente dos años de residencia irregular, en vez de tres, a cambio de la regularización.
Está motivado por los elevados flujos migratorios, pues desde la última reforma se han concedido unos 300.000 permisos en base a las figuras del arraigo. Además, hay 7 millones de extranjeros con documentación de residencia en vigor.
Crea una nueva figura, el arraigo de segunda oportunidad, que podrá concederse a los extranjeros que ya disfrutaron del permiso de residencia pero no pudieron renovar el permiso. Deben estar en situación de permanencia legal y acreditar periodos mínimos de trabajo por cuenta propia o ajena. Está diseñado también para los solicitantes de asilo.
El arraigo para la formación se convertirá en un arraigo socioformativo que permitirá a quienes lo obtengan trabajar hasta 30 horas semanales.
El arraigo social, motivado por la permanencia en el país, concederá el permiso tras dos años de residencia irregular, en vez de tres años como exigía previamente.
El arraigo sociolaboral sustituye al laboral y estará ligado a vínculo laboral demostrado a través de uno o varios contratos que garanticen al menos 20 horas semanales, una exigencia más laxa que en el reglamento que decaerá.
El arraigo familiar para los parientes -padres, madres o tutores- de un menor; o bien para quien preste apoyo a alguien con discapacidad que sea español o con nacionalidad de algún país miembro de la Unión Europea. No tiene ningún requisito de permanencia mínima, pues la pertenencia a la familia ya es genera arraigo.
Nueva fórmula para los visados
El nuevo texto crea un título específico para los visados, que clarifica el esquema de autorizaciones, los requisitos y los trámites en general. Todas las autorizaciones iniciales van a ser de un año y las renovaciones, de cuatro. El visado de búsqueda de empleo se amplía hasta ser configurado como uno de residencia, con una duración de un año en vez de tres meses.
De esta forma, se evitan situaciones de irregular sobrevenida, algo que también se ha querido evitar en la nueva norma al aclarar y simplificar los trámites para el cambio de una situación de residencia a otra. Por ejemplo, no será necesario abandonar nuestro país para obtener la residencia de larga duración después de haber tenido una temporal.
Migración circular, estudiantes o rapidez
El reglamento mejorará la regulación de las actividades de temporada, favoreciendo las "contrataciones colectivas" en origen, una figura estrechamente relacionada con los temporeros y migración circular que defiende Saiz, con especial interés en evitar la explotación laboral.
La contratación colectiva es un procedimiento para la concesión de autorizaciones de residencia y trabajo para actividades de temporada respecto de aquellas personas extranjeras que no se hallen o residan en España. Se tramita de forma colectiva en el lugar de origen por uno o varios empresarios.
"España da la bienvenida al talento de todas las nacionalidades", explica Saiz. Así, los estudiantes tendrán un trato especial. Las personas que vienen a España a realizar estudios superiores no van a tener que renovar sus permisos cada año, si no que van a disfrutar de una autorización que dure lo que duren sus estudios para evitar que decaiga el permiso por motivos burocráticos. Permitirá trabajar hasta 30 horas semanales, y se mejora la reagrupación familiar.
Facilitará también una vía rápida o un 'fast-track' para poder enlazar este permiso con una autorización de trabajo una vez acabados los estudios, de forma que los estudiantes van a poder trabajar desde el primer momento, una vez acabada la formación.