Economía

Las opciones de ahorro de los autónomos como estrategia financiera para la jubilación

Según el Observatorio del Ahorro de la aseguradora Caser, el 92% de las personas que trabajan por cuenta propia no son conscientes de las fórmulas de ahorro que el Gobierno tiene en marcha para ellos a través de planes de pensiones. Y peor aún, el 95% no se plantea invertir en ellos.

En un contexto macroeconómico donde resulta fundamental comprender la importancia de la capacidad de ahorro, Eva Valero, directora del Observatorio del Ahorro, sentencia que "hay que seguir haciendo un esfuerzo enorme para divulgar este tipo de ahorro, y para mejorar la educación financiera de los españoles".

Resulta que los autónomos son el sector de trabajadores más vulnerable en este sentido, pues su capacidad de ahorro no es estable y varía mes a mes, debido al panorama económico ligeramente distinto del de los trabajadores por cuenta ajena. Esta diferencia se refleja, además de en la estabilidad laboral, en las estrategias de planificación para gestionar el ahorro personal. Por lo que los desafíos financieros de los autónomos son completamente opuestos.

Tanto es así, que los trabajadores 'normales' cuenta con algunos beneficios como un salario fijo mensual, beneficios en aportaciones a planes de pensiones, opciones de invertir en seguros y bonos... Por su parte, los trabajadores por cuenta propia deben asumir de manera más activa su planificación financiera, incluyendo el ahorro para su jubilación, emergencias y otras necesidades. De ahí la necesidad de establecer una relación entre los desafíos inmediatos para cualquier autónomo y las estrategias de ahorro a futuro, con la mirada puesta también en la jubilación.

El salario inestable y la ausencia de beneficios laborales reducen la capacidad de ahorro

El principal reto para un trabajador por cuenta propia es sin duda el salario. Mientras que uno por cuenta ajena sabe que sus ingresos mensuales son fijos, para un autónomo no es así, pues las fluctuaciones cada 30 días son constantes en sus finanzas, y en muchos casos la demanda es estacional. Por eso, este es el obstáculo principal a la hora de establecer una estrategia de ahorro eficaz y duradera, aunque no el único ya que también influye los gastos adicionales que otros trabajadores no tienen.

Los trabajadores independientes deben asumir una serie de costos operativos que pueden afectar directamente su capacidad de ahorro. Estos incluyen gastos relacionados con el lugar de trabajo, es decir, un alquiler de oficina, los suministros que ello conlleva y el equipo de trabajo, entre otros. A esto habría que añadirle el tipo impositivo, que suele ser más alto y complejo, y los gastos variables de la propia actividad como la promoción y publicidad o la formación continua.

Otro de los factores claves es la falta de educación financiera, aunque esto desde luego que no es exclusivo de los autónomos. Una disyuntiva que se da desde las edades más tempranas, donde uno de cada cuatro estudiantes españoles de 15 años no alcanza el nivel básico de conocimientos financieros, según el último informe PISA de la OCDE, hasta en el grupo de edad más senior: según datos publicados por el Eurobarómetro, tan solo el 19% de la población española tiene altos niveles de conocimientos financieros.

Sin embargo, es la ausencia de beneficios laborales la que impide marcar una hoja de ruta de ahorro debido a que, al no estar vinculados a una empresa, los autónomos no cuentan con prestaciones laborales como seguro de salud, pensiones, días de vacaciones pagadas o aportes para su jubilación. Esto significa que, además de la falta de ingresos fijos, deben hacerse responsables de su propio bienestar económico, lo que incluye generar sus ahorros de manera autónoma para enfrentar contingencias o planificar para el futuro.

Estrategias para el ahorro en los trabajadores autónomos

Aunque los desafíos son claros, existen diversas estrategias que los trabajadores por cuenta propia pueden adoptar para gestionar sus ahorros y mejorar su seguridad financiera. El 'método Greene' podría ser una de ellas una fórmula que trata el ahorro a largo plazo a través de una sencilla planificación que indica que el 75% de los ingresos debería estar destinado a los gastos en general y el otro 25% al ahorro.

De todas formas, y pesar de que resulte complicado, es fundamental elaborar un presupuesto mensual de gatos e ingresos, donde también se deban incluir aquellos costos variables. En cuanto a la inestabilidad salarial, el presupuesto mensual se puede elaborar teniendo en cuenta los ingresos de los últimos 12 meses, así se fijarán unos ingresos mucho más próximos a la realidad anual. En tanto a que un presupuesto es la base de cualquier estrategia de ahorro exitosa, de esta manera se puede destinar una parte de los ingresos a ahorro de manera sistemática. Además, los expertos en el sector recomiendan también ajustar el presupuesto en función de los meses con mayores ingresos y guardar lo que no se gaste.

Una regla de oro para el ahorro entre los trabajadores por cuenta propia es la de separar el dinero destinado al ahorro del dinero que se utilizará para los gastos diarios. Muchos autónomos cometen el error de mezclar ambos fondos, lo que puede generar confusión y dificultar el ahorro. Una buena práctica es abrir una cuenta bancaria exclusiva para el ahorro, donde se transfiera una cantidad fija cada mes, aunque no se haya alcanzado el objetivo de ingresos. Este ahorro debe verse como una prioridad y no como algo que depende de lo que quede al final del mes.

Para paliar los efectos que trae consigo el tener un salario inestable o estacional, otra de las estrategias marca la creación de un fondo de emergencia que pueda cubrir entre tres y seis meses de gastos fijos y variables, de modo que, en caso de una caída de ingresos o algún imprevisto, tal como una enfermedad, se pueda continuar con normalidad sin generar estrés financiero.

Aunque el ahorro tradicional es fundamental, los trabajadores autónomos deben considerar la inversión como una herramienta para multiplicar sus ahorros, y por eso, aunque no sean conocida, existen muchas herramientas para la inversión a través de fondos de inversión, criptomonedas o la compra de acciones. De la misma manera, es recomendable practicar la diversificación de los ingresos, ya puede ser una forma de estabilizar los flujos de efectivo y, al mismo tiempo, generar más oportunidades de ahorro.

No obstante, todas estas estrategias de planificación y ahorro deben estar enfocadas a largo plazo y, en la medida de lo posible, con vistas a la jubilación. La aportación a una pensión privada resulta clave dado que los autónomos no tienen acceso a planes de pensión del sistema público. Existen diferentes instrumentos financieros como planes de pensiones privados, fondos de inversión, o incluso productos de ahorro vinculados a seguros que pueden ayudar a generar un capital para la jubilación.

Los planes del Ejecutivo

El ahorro de los trabajadores autónomos presenta una serie de desafíos inherentes a su forma de trabajo. Sin embargo, con una planificación adecuada y el uso de herramientas financieras, es posible superar estos obstáculos y construir una base sólida de ahorro. Y, aunque en la mayoría de los casos es el trabajador autónomo quien debe cuidar de su capacidad financiera, el Gobierno también ofrece distintos planes de pensiones.

Tanto si se trata de planes individuales o colectivos, el Ejecutivo ofrece la ventaja de desgravar de la base imponible del IRPF las aportaciones que se realicen. No obstante, esa cantidad tienen un límite que se establece en 5.750 euros para planes individuales y 8.500 euros para los colectivos de empresas.

Por otro lado, en nuestro país existe la figura de los planes de pensiones simplificado que ya han logrado captar más de 200 millones de euros.

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