El Parlamento Europeo ha dado luz verde este martes al préstamo de 35.000 millones de euros para Ucrania, una financiación que forma parte del acuerdo fraguado en el marco del G7 y que asciende hasta 50.000 millones de dólares (unos 45.000 millones de euros) que provendrán de los beneficios generados por los activos congelados a Rusia.
El pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo ha respaldado, con 518 votos a favor, 56 en contra y 61 abstenciones, una nueva línea de ayuda microfinanciera a Ucrania para hacer frente a la invasión militar iniciada por Rusia hace casi tres años. Se trata del penúltimo paso del proceso de aprobación comunitario, que ahora depende de la adopción en el Consejo de la UE del reglamento por procedimiento escrito. La partida económica se proporcionará hasta finales de 2025.
"Rusia pagará por los daños de la guerra en Ucrania. Y saben que tenemos dos objetivos principales: la lucha contra la impunidad, por un lado; y la certeza de que Rusia va a pagar por los daños causados por la agresión contra Ucrania", ha indicado el comisario de Justicia, Didier Reynders en un debate en la Eurocámara. La financiación podría estar disponible para Kiev a finales de año para contribuir a su presupuesto militar.
Desde el inicio de la contienda bélica, explicó el belga, los países de la UE han desembolsado más de 120.000 millones de euros a Ucrania. Además, ha considerado que este apoyo económico es "urgente" y "crítico" ya que el déficit de financiación de Kiev podría elevarse en 15.600 millones de dólares en 2025, hasta los 41.500 millones, ha dicho recordando cifras del Fondo Monetario Internacional.
Este préstamo de 35.000 millones de euros forma parte del acuerdo alcanzado entre los socios del G7 para dotar a Ucrania de una ayuda de 50.000 millones de dólares (45.000 millones de euros). La dotación del bloque, no obstante, podría verse reducida en función de la aportación final del resto de socios del G7. La ayuda se enmarca en el Mecanismo de Cooperación de Préstamos a Ucrania, constituido por los activos que tienen activos congelados al Banco Central ruso en diferentes países, y con el que Kiev financiará estos préstamos concedidos por el G7.
Sólo en la UE los activos congelados a Rusia ascienden a 210.000 millones de euros, el grueso de ellos en el sistema de compensación belga, Euroclear. Los Veintisiete acordaron destinar los beneficios generados por estos activos al apoyo militar y la reconstrucción de Ucrania.
La tramitación de la propuesta no ha estado exenta de polémica por parte de Hungría, que volvió a protagonizar otro bloqueo en solitario. Si bien Budapest terminó dando el visto bueno a la dotación económica, no llegó a levantar el veto para cambiar de seis meses a tres años el periodo de renovación de las sanciones a los activos rusos inmovilizados.
La financiación para Ucrania dependerá, en todo caso, de que Kiev cumpla con ciertos compromisos como mantener mecanismos democráticos eficaces y respetar los derechos humanos. Además, la financiación se verá sometida a mecanismos de control de prevención de fraude para evitar irregularidades.