Madrid
El contexto de los extranjeros no comunitarios en España está revelando las dos caras de la inmigración. Por un lado, la Seguridad Social cuenta con más cotizantes extranjeros que nunca aportando cotizaciones sociales. Son más de 2,8 millones de ocupados procedentes de fuera de las fronteras españolas, la mayoría de ellos ocupados en puestos del sector servicios o agrícolas. Son uno de cada cuatro trabajadores de la hostelería (29%) y el campo (24,8%). Sin embargo, el empuje del empleo creado tras la pandemia por este colectivo contrasta con la situación de llegadas irregulares, uno de los grandes problemas que afronta el gobierno de Pedro Sánchez avivado durante los últimos meses.
La radiografía de los flujos migratorios en España revela el impulso que ofrecen los extranjeros al mercado laboral español: el 80% de los no nacionales cruza las fronteras en edad de trabajar, la mayor parte de ellos son jóvenes, y la tasa de actividad es superior a la de los residentes nacidos ya en España. Sin ir más lejos, el tirón del empleo tras la pandemia tiene mucho que ver con este colectivo, que en 2023 supuso 2,3 puntos del aumento del empleo.
La afiliación está en máximos, llegando a superar puntualmente los 2,9 millones de afiliados extranjeros dados de alta en la Seguridad Social durante la tercera semana de julio. Como en máximos de, al menos, los últimos trece años se encuentra la proporción de trabajadores extranjeros respecto al total de afiliados: representan casi el 14% del total, cuando en población son el 13,4% según el Instituto Nacional de Estadística (INE) hasta 2023.
"La inmigración está jugando un papel fundamental para amortiguar el impacto de las dinámicas demográficas, en particular la caída de la natalidad y el envejecimiento de la población, al ampliar y rejuvenecer la población activa", relataba en un reciente informe CaixaBank Research, el servicio de estudios del banco.
En conjunto, un 84% de los afiliados extranjeros se encuadran como asalariados por cuenta ajena en el Régimen General, con 2.429.100 trabajadores, en una proporción que es similar a la del conjunto de trabajadores que suma a nacionales y extranjeros.
Los trabajadores de otros países suponen más del 20% del total de los afiliados en sectores como las Actividades de Organizaciones y Organismos Extraterritoriales (28,7%), son camareros en la Hostelería (29%), jornaleros en la Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Pesca (24,2%), y obreros de la Construcción (20,8%). Especial dedicación tienen también a las tareas y cuidados en el hogar, pues representan el 45% del Sistema Especial del Hogar, mientras en el Sistema Especial Agrario, el 33,7% de los trabajadores son foráneos.
En la creación de empleo del último año destacan cuatro sectores de actividad donde la ocupación de los extranjeros crece en doble dígito, es decir, mínimo un 10%: Suministro de Energía Eléctrica, Gas, Vapor y Aire Acondicionado, que crece un 11,2%; Actividades Sanitarias y Servicios Centrales (10,7%), Actividades Administrativas y Servicios Auxiliares (10,7%) y Transporte y Almacenamiento (10,4%). También crecen especialmente otros sectores como Actividades Financieras y de Seguros (9,9%), Construcción (9,6%), Hostelería (9,5%), Actividades Artísticas (9,3%) y Comercio (9,2%).
Aunque tradicionalmente este colectivo es mayoritario en puestos de baja cualificación y son un recurso para cubrir vacantes, la Seguridad Social comparte también un "crecimiento interanual muy destacable" en actividades de alto valor añadido donde se observa un crecimiento notable en sectores como como Información y Comunicaciones, que aumenta un 7,2% y en Actividades Profesionales, Científicas y Técnicas, con un incremento en el último año del 6%.
Los extranjeros también se la juegan 'por su cuenta'. El Régimen de Autónomos contabilizó 457.438 cotizantes de otras nacionalidades este verano, lo que representa más del 13,5% del total de trabajadores autónomos. En el último año, los afiliados extranjeros en este régimen han aumentado un 7,6%.
La región de Cataluña lidera el número de ocupados extranjeros en España con el 24,06%, mientras Madrid acoge al 20,32% de los trabajadores no nacionales. Sin embargo, ha sido en la meseta norte y en el noroeste peninsular donde más han aumentado los extranjeros afiliados a la Seguridad Social en el último año: Asturias (un 14,5% más interanual), Galicia (un 12,7% más), Castilla y León (un 12,6%) y Cantabria (un 10,8%) son las únicas regiones donde este colectivo creció a doble dígito. Ceuta y Melilla, ambas con registro negativo.
¿Qué cotizantes son más 'rentables'?
En pleno debate sobre la política migratoria y con la oportunidad de atraer a mano de obra cualificada para mejorar el mercado laboral español, las aportaciones de las personas que vienen a trabajar a nuestro país pueden ser un baremo con el que medir qué nacionalidades son más rentables para alimentar a España en términos de empleo, productividad o cotizaciones sociales, teniendo en cuenta siempre las necesidades del mercado laboral.
Con bases de cotización hasta un 30% superiores a la media o un 60% más que el resto de foráneos, los alemanes y los franceses marcan la diferencia frente al resto de trabajadores no nacionales. Alemania tiene más de 30.700 cotizantes en España, promediando una base de cotización de casi 2.600 euros al mes. Los franceses son casi 43.400 cotizantes que aportan más de 2.800 euros mensuales. Los 174 malteses trabajando en España se llevan el oro, con una cotización de casi 3.000 euros al mes.
La base de cotización media de los 16,3 millones de cotizantes del sector privado, empleados por cuenta ajena o propia, ronda los 2.200 euros. Los extranjeros se encuentran un escalón por debajo y no llegan a 1.750 euros al mes. La Seguridad Social contabiliza a casi 1,9 millones de cotizantes al excluir al sistema especial del hogar y agrícola.
Del lado contrario, España cuenta con 52.000 trabajadores de nacionalidad China trabajando por cuenta ajena en España. Los chinos tienen las bases de cotización más bajas entre todos los extranjeros, con 1.419 euros mensuales. La conexión lingüística atrae a más de 410.000 sudamericanos (especialmente venezolanos y colombianos) a trabajar en España. Todos ellos, salvo los argentinos, cuentan con bases de cotización inferiores al promedio del conjunto de los foráneos trabajando en España.
El comienzo de siglo también atrajo a una gran cantidad de trabajadores del Este, especialmente aquellos provenientes de Rumania (227.000 trabajadores en la actualidad) y Bulgaria (41.000 efectivos), especialmente para ocupaciones agrícolas. Ambas nacionalidades cuentan con unas bases de cotización cercanas a los 1.700 euros mensuales.