Economía

Estrategias para competir en la era digital

Laura de la Torre, Business Development & Strategic Alliances Director de Wolters Kluwer España

Vivimos en una sociedad digital: las nuevas tecnologías se han extendido a una velocidad de vértigo y, hoy en día, la digitalización está presente en todas nuestras actividades, tanto cotidianas –en un sentido social y relacional– como empresariales. Nuestro devenir diario se basa en las tecnologías, y el tejido empresarial español no es ajeno a esta realidad: su crecimiento y competitividad también dependen de su nivel de transformación y adaptación a la era digital.

España está avanzando mucho en los últimos años en términos de digitalización gracias a diferentes programas de impulso y ayudas como los Fondos Europeos Next Generation; sin embargo, todavía quedan muchos ámbitos de mejora. Según el informe sobre el estado de la Década Digital de la Comisión Europea de 2023, que integra el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI), nuestro país ha tomado medidas significativas para avanzar en su transformación digital y está dedicando una parte significativa de su Plan de Recuperación y Resiliencia para ello.

Los indicadores DESI resumen el desempeño de los países europeos en diversos ámbitos. En cuanto a la digitalización de las empresas, el 67,5% de las pymes españolas presenta al menos un nivel básico de intensidad digital, entendiendo por ello que usan al menos 4 de 12 tecnologías seleccionadas para el estudio. La media de la UE se sitúa levemente por encima, con el 69,1%. El 20,7% de las empresas españolas ofrecen formación TIC a sus empleados, ligeramente por debajo de la media de la UE (22,4%). En el ámbito del intercambio de información electrónica, las empresas nacionales ocupan el cuarto lugar, con un porcentaje significativamente por encima de la media europea: 49,1% frente al 38%.

En cuanto a las habilidades digitales, el 64,1% de los españoles posee un nivel básico de ellas, situándose en el sexto lugar de la UE, cuya media es del 53,9%. Además, el 38,1% posee destrezas tecnológicas superiores a las primarias, ocupando el cuarto lugar en el ranking europeo, donde la media es del 26,5%. A pesar que España supera la media europea, resulta necesario avanzar en la formación de los profesionales, ya que la falta de conocimientos informáticos de un nivel avanzando se convierte en muchos casos, la mayor dificultad para que las empresas puedan impulsar su crecimiento y aumentar su capacidad competitiva en el mercado.

En este contexto, la competitividad de los negocios en el marco de una sociedad plenamente digital requiere de tres elementos básicos: la formación, una mentalidad empresarial abierta a los cambios y la capacidad de detectar las innovaciones necesarias para el progreso.

Por ello, impulsar una formación adecuada de los profesionales en el uso de herramientas tecnológicas resulta fundamental en cualquier empresa hoy en día. Así también, captar y retener el talento digital forma parte de una estrategia que los departamentos de Recursos Humanos deben de tener muy en cuenta para no perder el tren de la digitalización. Entonces, la formación tecnológica de los trabajadores, así como la contratación de profesionales ya preparados en este ámbito, proporciona ventajas frente a la competencia.

En segundo lugar, es importante que las empresas adopten una mentalidad abierta a los cambios y a las innovaciones tecnológicas, que sepan ver oportunidades en las transformaciones y que quieran abrazarlas con rapidez para ser aún más competitivas. El pensamiento tradicional de muchas de las pymes españolas constituye un hándicap a la hora de encajar en un nuevo escenario que requiere de nuevas capacidades y otro tipo de talento y concepción empresarial para competir e incluso sobrevivir. En este sentido, los indicadores DESI indican que las empresas españolas todavía pueden mejorar en cuanto a su intensidad digital o mejorar sus sistemas para acelerar el intercambio de información electrónica.

Finalmente, la capacidad de detectar aquellas innovaciones que aporten valor añadido al negocio y que permitan sobresalir dentro de un mercado cada vez más competitivo constituye otro factor importante a la hora de prosperar en la sociedad digital. A modo de ejemplo: hace no tantos años todavía se veía el entorno cloud como algo lejano y no tan necesario para las empresas; en cambio, ahora, la migración a la nube se ha convertido en un imperativo para todas las empresas, independientemente de su tamaño y sector, y nos hemos sumergido de lleno en tantas otras tecnologías que quizás ahora parecen disruptivas y que en un futuro próximo no lo serán.

Desde las compañías tecnológicas debemos liderar y asumir un papel principal en este camino de digitalización de las pymes. Por un lado, trasladando las mejoras que la tecnología aporta a su gestión diaria; y, por otro lado, ayudándolas a encontrar aquella solución que realmente cubra sus necesidades y sea compatible con su desarrollo. Se trata de un recorrido que tenemos que realizar juntos, siempre con la vista puesta en no dejar a nadie atrás para que todos podamos beneficiarnos de las oportunidades que los avances nos deparan.

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