Economía

Vivienda y energía se llevan casi una cuarta parte del presupuesto europeo familiar en 2022

  • Representa el máximo histórico en la práctica totalidad de los países del Viejo Continente
  • Los alimentos y bebidas no alcohólicas siguieron con un 13,6%, y el transporte un 12,5%
La vivienda es el gran desembolso de las familias. Dreamstime
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En 2022, los hogares en la UE gastaron la mayor parte de su presupuesto en vivienda, alimentos y transporte. En España, estos gastos fueron generalmente más bajos que en otros países europeos. De hecho, los hogares españoles destinaron el 22,3% de su presupuesto a la vivienda, menos que en el Reino Unido, Francia y Alemania. No obstante, la subida ha sido considerable. Entre 2002 y 2022, el aumento más notable se registró en el rubro de la vivienda, que incrementó del 21,1% al 24,1%. Esto implica un aumento de 3 puntos porcentuales durante este período. Por ejemplo, si en 2002 un hogar con un gasto total de 1.000 euros destinaba 211 euros a la vivienda, en 2022 esa cifra habría aumentado a 241 euros.

Si nos fijamos en los jóvenes españoles, lo que se destinan para la vivienda sube de manera exponencial. El alquiler de una vivienda para un piso estándar se sitúa en 968 euros al mes, 88 euros más que un año antes (un 10% más), lo que supone el 92% del sueldo destinado al alquiler. Los precios de los alquileres subieron 2,5 veces más que los salarios de los jóvenes; el de los suministros subió un 17,3%, situándose en 163,61 euros al mes, según el Consejo de la Juventud de España.

A principios de la década de 2000, el gasto en vivienda y servicios públicos superaba ligeramente el 20%, y experimentó un crecimiento constante hasta alcanzar un pico cercano al 25% en 2013. Este período reflejó el aumento más significativo en los costos asociados con la vivienda y los servicios públicos. Posteriormente, tras una ligera disminución, el porcentaje volvió a aumentar durante la pandemia sanitaria, alcanzando un récord histórico del 25,6% en 2020.

En estos diez últimos años, el precio de la vivienda ha aumentado un 34%, superando en 10 puntos el crecimiento del salario medio, según datos de pisos.com. Este incremento ha dificultado el acceso a la vivienda, especialmente para quienes tienen ingresos más bajos. El estudio destaca la pérdida de poder adquisitivo y la dificultad para adquirir una vivienda como problemas centrales en el mercado inmobiliario actual.

En 2022, Eslovaquia lideraba la lista con más del 30% del gasto de los hogares destinado a la vivienda. Finlandia y Dinamarca seguían de cerca con porcentajes del 29,6% y 29,1%, respectivamente. Los países del norte y centro de Europa enfrentan importantes presiones financieras en relación con la vivienda y los servicios públicos, probablemente debido a los altos costos energéticos y a los mercados inmobiliarios más caros.

En contraste, los países del sur y del este de Europa, como Montenegro, Turquía y Albania, muestran porcentajes mucho más bajos. Montenegro solo alcanza el 11,6%, mientras que Turquía y Albania tienen un 12,4% y 12,5%, respectivamente.

En alimentos, debajo de la media europea

En alimentos, España también gastó menos, con un 13% del presupuesto, por debajo del promedio de la UE y significativamente menos que el Reino Unido.

Los costes de transporte y salud en España también fueron inferiores a los de otros países, reforzando la imagen de España como un destino asequible para expatriados en comparación con el Reino Unido, Francia, Alemania e Italia.

Según Eurostat, España sigue ofreciendo un estilo de vida más asequible a pesar del aumento de los costes en toda Europa, especialmente en comparación con el Reino Unido y otros destinos populares.

En términos de variación porcentual, los gastos en salud experimentaron un aumento del 22%, mientras que los gastos en vivienda crecieron un 14%.

Irlanda gasta más en vivienda

Irlanda ha registrado el mayor aumento en el gasto en vivienda, con un notable incremento del 7,1% entre 2002 y 2022. España e Italia también han visto aumentos significativos, del 6,3% y 5,4% respectivamente. En total, 10 países de la Unión Europea han experimentado aumentos superiores al 4%, indicando una tendencia generalizada al alza en la región.

Por otro lado, algunos países de Europa del Este, así como Suecia y el Reino Unido, han visto una disminución en la proporción del gasto en vivienda. Rumanía destaca por la mayor caída, con una reducción del 4,1%, mientras que Bosnia-Herzegovina y Serbia también han registrado descensos importantes.

Comer y dormir fuera

España es uno de los países de la UE-27, junto a otras regiones del arco mediterráneo e Irlanda, que destina un mayor presupuesto a comer y dormir fuera de casa. Por contra, Rumanía, Polonia y los países bálticos son los que menos gastan en restaurantes y hoteles. Así lo refleja el peso, por cada país, que tiene la categoría de hoteles y restaurantes en el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) de acuerdo con datos de Eurostat.

Aquellos países que presentan un mayor peso de hoteles y restaurantes en los índices de precios son los que destinan un mayor presupuesto a esta categoría, es decir, los que más gastan en comer y dormir fuera de casa. A Irlanda le siguen Grecia (19,2%), Chipre (19,3%), Portugal (17,3%), Austria (16,6%), Malta (15,8%), España (15,1%) e Italia (12,4%). El gasto en hoteles y restaurantes tiende a seguir el ciclo económico: aumenta en épocas de expansión y disminuye durante las crisis. Esto se evidenció durante la pandemia, cuando el gasto en alimentación subió mientras que el destinado a comer fuera de casa se redujo.

Precios más bajos

En España, los precios de la vivienda son un 23,4% más bajos que la media de la Unión Europea. En comparación con 2022, el precio de los inmuebles residenciales ha subido 2,5 puntos porcentuales, alcanzando un 76,6% de la media de la UE según el índice de precios de Eurostat. Desde el inicio de la serie histórica en 2003, los precios han fluctuado, alcanzando un máximo del 93,2% en 2005 y un mínimo del 67,1% en 2016, con un promedio reciente del 75,2%. Suiza tiene el precio de vivienda más alto de Europa, un 54,1% por encima de la media, seguido por Alemania, Suecia, Países Bajos y Luxemburgo.

Por su parte, Bosnia y Herzegovina tiene los precios de vivienda más bajos, un 66,6% por debajo de la media. Otros países con precios bajos incluyen Macedonia del Norte (-63,7%), Croacia (-63,6%), Turquía (-58,7%) y Rumanía (-56,8%). Portugal, con un precio de vivienda un 63,9% inferior a la media, e Italia, con un 77,1%, tienen precios similares a los de España. En contraste, Francia tiene precios que superan la media de la Unión Europea, siendo un 3,2% más altos.

Además, en España, el precio de los edificios no residenciales es del 81,5% respecto a la media de la Unión Europea, lo que representa un aumento de siete puntos porcentuales respecto al 76,1% de 2022. Suecia tiene los precios más altos, un 55,7% superiores a la media, seguidos por Alemania (51,4%), Suiza (50,2%) y Finlandia (26,8%). Croacia tiene los precios más bajos, con un 48% de la media, seguidos por Bosnia y Herzegovina (53,9%), Albania (55,5%), Rumanía (60,1%) y Montenegro (60,8%).

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