Salvar a Argentina de su complicada situación económica requiere de una precisión quirúrgica. Javier Milei se ha encomendado para lograrlo a un acaparamiento masivo de liquidez a través de un superávit con el que llenar lo máximos posible sus arcas. Esto es un factor clave para lograr la dolarización. Este es el motivo por el que se celebró por parte de gobierno y mercados el hecho de que lograse unas reservas netas de 12.000 millones de dólares, cuando hasta hace no mucho estaban en negativo. Sin embargo, este escudo de liquidez para salvaguardar el plan de Milei ha vivido un potente desplome en un solo mes de 5.000 millones de dólares.
¿Qué está pasando? El gobierno argentino ha dado por concluido el 'paso 1' de su plan y ha comenzado con gran agresividad a implementar el segundo round de su guerra contra la inflación. Si bien este tiempo el mandatario ha estado reuniendo munición, ahora ya se está dirigiendo al campo de batalla. El banco central del país ahora está encaminado a utilizar este efectivo para acabar con el gran enemigo que tiene en su lista, el cepo cambiario. Sin embargo se trata de una operación de alto riesgo donde no solo basta con conseguirlo, sino con demostrar que se ha generado una situación sostenible para acabar con el gran problema que lleva años y años sacudiendo por completo a la república sudamericana.
Ofensiva contra el dólar... y alzar al peso
La gran misión de Milei es reducir el enorme poder que el dólar tiene sobre los argentinos. Desde hace un siglo, los ciudadanos han preferido ahorrar en dólares, pagar en dólares y pensar en dólares ante la desconfianza constante que sienten hacia su propia moneda. Dar la vuelta a esa mentalidad acumulada es muy difícil. Y la principal manera para lograr ese giro es desdramatizar al dólar, convertirlo en algo normal y no en un elemento de seguridad.
El primer paso para ello es levantar el cepo que impide que los ciudadanos accedan libremente a las casas de cambio. Pero antes hay un obstáculo que hay que vencer: la enorme diferencia de precio entre el tipo de cambio oficial, que se inventa el Gobierno y que reparte a cuentagotas, y el dólar 'blue', el que se vende libremente en casas de cambio ilegales y que todo el mundo usa como referencia real. El oficial se cambia hoy a unos 950 pesos, y el blue cotiza a 1.340.
Levantar el cepo cambiario es algo fundamental en la hoja de ruta de Milei. Esta medida se implementó para, en un contexto de máxima presión económica, evitar una fuga de divisas que provocara una devaluación masiva y empeorara la ya alta inflación. En la práctica este mecanismo permite esta estabilidad, pero la realidad es que supone un gran límite a la inversión, pues pocos inversores van a invertir en un país con el riesgo de no poder cambiar su divisa, limita las exportaciones y dinamiza el mercado local. En ese sentido, su final es una de las claves para acabar con la extraña situación que se ha creado con una moneda de curso legal (el peso) y una de uso corriente (el dólar blue). Una dislocación que se produjo, principalmente por el cepo cambiario y la necesidad de un vehículo alternativo frente a una situación de alta inflación. De este modo recuperar el 'control monetario' quitando el cepo es totalmente clave para volver a atar los precios.
Y para lograrlo, antes tiene que igualar ambos tipos de cambio. Para ello, el Banco Central está empezando a vender grandes cantidades de dólares en el mercado negro. El dólar 'blue' tiene bastante poca liquidez, ya que, al ser ilegal, es más difícil mover grandes cantidades de dinero. Así que una avalancha de dólares está empujando a la baja su precio, que llegó a tocar los 1.490 pesos por unidad.
El ministro de economía anunció el pasado 13 de diciembre que la caída de las reservas responde a una "profundización del esquema monetario". En ese sentido no dejaba lugar a dudas y alegaba que "efectivamente (el banco central de Argentina) venderá dólares en el mercado para esterilizar sus pesos". En resumen "tal y como decimos desde enero, el paso será la moneda demandada por impuestos y superávit primario".
Y mientras expande la oferta monetarias de los dólares la idea es, con una "emisión cero" de pesos y superávit fiscal, la cantidad de esta moneda en circulación debería reducirse cada vez más y más. En particular esa reducción de pesos del mercado monetario será liderada por el propio gobierno a través de los impuestos. A medida que tengan que hacer la declaración en palabras literales del ministro de Economía, Toto Caputo, "se verán obligados a vender dólares para comprar pesos y pagar sus impuestos en pesos.
Otro movimiento que puede parecer secundario pero que resulta crucial es el fin del bloqueo de los pagos a los importadores. En los últimos meses del Gobierno de Alberto Fernández, apenas un 20% de los importadores recibían los dólares que solicitaban al Banco Central. El resultado fue un frenazo económico, ya que hay muchos suministros que no se pueden conseguir en Argentina, y que las empresas no podían obtener sin la autorización gubernamental para pagarlos en divisas. Desde la llegada al poder de Milei, esa cifra ha vuelto lentamente a la normalidad, y ya se entregan los dólares solicitados por el 90% de los importadores. Esto, por supuesto, supone perder reservas, aunque más bien
Daniel Fernandez Méndez, Profesor Universidad Francisco Marroquín comenta que hasta ahora no se había puesto en marcha porque la administración estaba en proceso de reestructuración del banco central. "Ya se ha conseguido en saneamiento del BCRA con una recapitalización y transferencia masiva de deuda al gobierno, lo que ha provocado que el segundo elemento que más incrementó la base monetaria (el pago de intereses) desaparezca". Para entender la magnitud de los cambios en noviembre de 2023 la institución pagaba cerca de 5.400 millones de dólares frente a los 200 millones que paga ahora. En cualquier caso, el experto incide en que desde julio, cuando se ha dado este cambio de paradigma ya se está consiguiendo detener el incremento de la base monetaria.
Desde el instituto Elcano remarcan que al "rectificar el rumbo cambiario con flexibilidad devaluando el dólar oficial para unificarlo con el paralelo y considerar levantar el cepo al tiempo que lo hace" asegurar "una trayectoria del tipo de cambio unificado consistente con un aumento de las reservas internacionales, para bajar el riesgo país, y facilitar una recuperación de la economía y proteger el equilibrio fiscal."
Operación de alto riesgo
En cualquier caso esta es una operación es algo realmente sensible y está cargado de riesgos. El descenso de las reservas desde mediados de julio provocó que los bonos cayesen algo que alertó a diversos analistas. Jamie Fallon, economista de Tellimer Research explicana que existe el riesgo de que ese dinero "se desperdicie" y no termine de impulsar la moneda. Una opción que es posible y que genera dudas respecto a la venta de las reservas Sin embargo señala que aún cuenta con una perspectiva positiva para el país.
Kimberley Sperrfechter, analista de Capital Economics, coincide y alega que "pese a que limitar los pesos para reducir la inflación tiene una intención que puede parecer encomiable, esencialmente está interviniendo el mercado de divisas, lo cual es preocupante". La experta explica que este elemento "provocará que la acumulación de reservas se desacelere" y, si bien tras la gran devaluación de diciembre si se pudieron llegar a 30.000 millones, el gobierno necesita seguir teniendo una gran liquidez.
"La imposibilidad de seguir reconstruyendo las reservas es preocupante, dado que Argentina se enfrenta a grandes reembolsos de divisas a principios del año próximo". En ese sentido el propio ministro de Economía de Argentina quiso despejar dudas en una reciente reunión con agentes del mercado afirmando que los compromisos para el próximo año y medio "ya están prácticamente cubiertos.
"El tipo de cambio sobrevaluado seguirá erosionando la competitividad externa de Argentina"
Sperrfechter explica que "el gobierno claramente está priorizando la lucha contra la inflación por sobre el problema del desajuste cambiario". Sin embargo, "el problema es que el tipo de cambio sobrevaluado seguirá erosionando la competitividad externa de Argentina y dificultará aún más que el banco central acumule reservas".
La experta señala que unas arcas más vacías se sumarán posiblemente a unos vecinos con una economía mucho más ralentizada. "En Brasil, Colombia y Chile, los índices mensuales de actividad apuntan a una desaceleración del crecimiento en el último trimestre". Otro factor que supone un desafío clave pues las reservas de argentina se construyen en buena medida sobre exportaciones a sus vecinos.
En cualquier caso la clave para lograr retirar el cepo es más bien si Argentina puede aguantar de manera sostenible en la situación actual. De momento, con la fase uno del plan de Milei completada, esta segunda se decidirá en los próximos meses y puede ser una de las más complicadas en su mandato. Sin embargo, en caso de conseguirlo Javier Milei habría resuelto un problema que se ha vuelto endémico en Argentina como es la dislocación de su mercado monetario y se situaría en una situación privilegiada para desafiar a la inflación.